'Sinofobia', racismo hacia migrantes chinos: el menos denunciado y el más común en jóvenes

Madrid, 17 dic (EFE).- La 'sinofobia', término con el que se conoce al racismo que sufren las personas originales de China, es el tipo de xenofobia que menos se denuncia y el de presencia más marcada entre niños, adolescentes y grupos de jóvenes.

Esta es una de las conclusiones del estudio 'INFRA-D: Entre la discriminación y la denuncia', realizado por la ONG Accem y presentado este miércoles en Madrid en la víspera del Día Internacional del Migrante, que se conmemora el 18 de diciembre.

El informe pone de relieve la falta de estudios que analicen en profundidad cómo vive el racismo la diáspora china en España y, para recoger esta experiencia, se sirve de testimonios de 11 expertos, 12 migrantes de origen chino y 10 descendientes de estos.

Apenas un 8,8 % denuncia

La investigación recuerda que, según datos del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE), la tasa de esta discriminación es del 32,8 %, un porcentaje que aumenta respecto a años anteriores.

Además, también señala que la población asiática del este y el sudeste es la que menos denuncia, al hacerlo apenas un 8,8 %, una cifra significativamente inferior a la de otros grupos racializados, ya que el tránsito desde la agresión hasta la denuncia es “un acantilado” para este colectivo.

Una de las responsables del estudio, Amalia García, concluye que, aunque los migrantes originales de China son un grupo “muy heterogéneo”, la tendencia más habitual ante el conflicto es evitar la confrontación y preservar la armonía social.

Lo hacen para protegerse ante posibles represalias, evitar un desgaste de energía ya que consideran que la denuncia “no sirve para nada”, y porque ven que esta es la manera de poder continuar con sus proyectos en España.

Gran parte de los ataques vienen de niños y jóvenes

Otro rasgo característico es que una gran parte de las agresiones y el acoso que viven estos migrantes procede de niños y grupos de jóvenes, algo que “no ha surgido con tanta intensidad con otras poblaciones migrantes”.

Esta presencia tan marcada de menores como agresores muestra que los estereotipos sobre la población china “circulan sin filtro” hasta el punto de que se reproducen “tempranamente y sin conciencia del daño”, convirtiendo estas burlas en parte del paisaje cotidiano.

A través de los testimonios recogidos, el estudio identifica como uno de los estereotipos más arraigados la presunción de que la población china es sumisa, dócil y poco propensa a responder, algo que la convierte en un grupo diana para insultos, robos o tratos despectivos.

La barrera lingüística es el factor más determinante

El informe señala que el hecho de que algunos de ellos no dominen el castellano es “el factor que más incrementa la exposición a la discriminación” al activar otro estereotipo, el de que “no se enteran de nada”, lo que les coloca en una situación de mayor vulnerabilidad.

La barrera lingüística es determinante puesto que “quienes no pueden expresarse con fluidez optan por callar o retirarse” y asumen “la figura del invitado” en España, tratando de “ser agradecidos y de no molestar”.

Además, como ha señalado Isabel, una de las descendientes entrevistadas, suelen adoptar nombres occidentales para reducir esta brecha: “Mi madre se hace llamar María para no complicarse la vida”.

No son hechos puntuales, sino “un clima de desvalorización”

Para la diáspora china en España, el racismo no se limita a hechos puntuales, sino a constituir un fenómeno que se manifiesta de múltiples maneras y se entrelaza con la vida cotidiana hasta configurar “un clima persistente de diferenciación y desvalorización”.

Las personas entrevistadas describen “un repertorio muy amplio de formas de discriminación”, desde gestos sutiles hasta agresiones físicas y violencias institucionales, que se activan de manera reiterada y que “generan una sensación persistente de otredad y de no pertenencia”.

Además, el informe señala que las personas migrantes sometidas a este clima de discriminación terminan “interiorizándola como algo inevitable”, ya que culturalmente solo se ven representadas de manera “caricaturesca o estereotipada”.