Glühwein, el vino caliente imprescindible en los mercados de Navidad en Alemania y otros países europeos
En las semanas de adviento y Navidad en gran parte de Europa se celebran los conocidos mercados navideños, en los que dulces y comida típica conviven con la venta de adornos y también con la de bebida, normalmente caliente para sobreponerse a las bajas temperaturas, que va más allá del chocolate, siendo la más popular y tradicional el llamado ‘Glühwein’ en alemán.
El ‘Glühwein’ es un vino caliente con especias, que se traduciría como “vino ardiente”, y que se puede degustar tanto con base de vino tinto como blanco, siendo este más habitual en zonas del Mar del Norte y del Báltico, aunque ambos con su habitual aroma afrutado que lo hacen del gusto de muchos.
Cómo se prepara el vino caliente o ‘Glühwein’
El ‘Glühwein’, aunque se suele consumir en mercados de Navidad o en bares, es también una bebida cuya receta es clara y se puede preparar en casa, siendo importante la selección de un vino con consistencia, ya sea tinto como blanco. Cuando lleva base blanca, el apelativo que recibe por parte de los alemanes es “foca caliente” (‘heißer Seehund’).
Así, la preparación del vino caliente comienza con el endulzado, que puede ser con azúcar o con miel, al que se añaden luego unas rodajas de limón o naranja, 4 clavos y 1 varita de canela, todo ello calentado a fuego lento moderado que no se tiene que dejar hervir porque entonces evaporamos el alcohol y que luego se deja reposar durante 15 minutos.
Para afinar el sabor se puede añadir a la receta pedazos de manzana agria, así como recomiendan sustituir los clavos por pasas si se usa base de vino blanco. Antes de servir después de haber reposado, se quitan las especies con las que se ha cocinado para degustarlo en forma líquida.
El origen del ‘Glühwein’: de los romanos a Alemania o Suecia
La historia del vino caliente se remonta a hace más de seis siglos, aunque incluso hay quien encuentra su origen en el imperio romano, en el que ya se bebía vino especiado frío, que degustaban especialmente clase alta adinerada, al ser el azafrán, dátiles o la miel productos muy caros para la sociedad en general, una mención que se encuentra en el antiguo libro de cocina de Apicio.
En la Edad Media se siguió tomando vino especiado frío, sobre todo para disimular la mala calidad del vino entonces, con marcado sabor agrio, que se endulzaba con miel, que también lo conservaba, y que se hacía entonces más agradable al paladar al añadir generosas cantidades de especias.
Sin embargo, no es hasta el siglo XIX en el que encontramos el origen del actual vino caliente o ‘Glühwein’, concretamente en 1843, cuando fue recopilada la receta tradicional por el conde von Wackerbarth, pero cuya recreación actualmente lo haría prácticamente incomestible con gran cantidad de especias.
Así, se ha establecido Sajonia como la región alemana de origen de esta bebida, que se disputan también los suecos, al asegurar que su Glögg es una variante más antigua, y que se popularizó en la corte real sueca, donde la versión más plausible es que lo introdujera la reina Catalina de Sajonia-Lauenburgo, de origen alemán. La actual receta de ‘Glühwein’ proviene de Rudolf Kunzmann, que en una pequeña bodega de Augsburgo produjo vino tinto con azúcar y especias y lo comercializó, siendo así el primero que lo hizo como vino caliente.
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