El gran superpoder de Krypto, el fiel amigo de Superman, es fomentar las adopciones de perros abandonados
La figura de Krypto adquiere una relevancia inusitada en la nueva película de Superman, donde el personaje canino deja de ser un simple acompañante para asumir un papel con peso propio dentro del relato. El guion le concede una visibilidad sostenida a lo largo de la trama, integrándolo en las decisiones y movimientos del protagonista con una naturalidad que nunca rompe el ritmo de la narración.
La intervención del perro, lejos de limitarse a apariciones simpáticas o fugaces, es fundamental en ciertas partes de acción y moldea las motivaciones de Superman. De esta manera, la evolución del vínculo entre ambos personajes marca uno de los ejes más llamativos de la película y redefine el lugar de los animales en el universo cinematográfico de DC.
El aumento de búsquedas caninas se ha traducido en adopciones concretas
La presencia de Krypto no se ha quedado solo en la pantalla. La película, que llegó a los cines el 11 de julio con David Corenswet como nuevo Superman, ha coincidido con un aumento repentino en las búsquedas relacionadas con adopciones caninas, especialmente de razas similares al perro del filme.
Según datos analizados por la aplicación de adiestramiento Woofz, la expresión “adoptar un perro cerca de mí” multiplicó por cinco su volumen en Google durante el primer fin de semana del estreno. Más concretamente, los términos “adoptar un cachorro” y “adoptar un schnauzer” también crecieron de forma destacada.
El interés ha tenido un efecto medible en la vida real. Entre el 1 y el 10 de julio, Warner Bros. impulsó una colaboración con la organización Best Friends Animal Society para cubrir los costes de adopción de mascotas en todo el país. En ese periodo, un total de 454 animales encontraron un nuevo hogar.
Según los datos compartidos por la entidad sobre 2024, más de 4,8 millones de perros y gatos han ingresado en refugios estadounidenses. Las campañas asociadas a películas como esta han servido para aliviar en parte esa carga.
El director encontró inspiración en la experiencia personal con su propio perro adoptado
James Gunn, director de la cinta, explicó en una publicación en redes sociales que el diseño de Krypto se inspiró directamente en su perro Ozu, adoptado poco después de comenzar a escribir el guion. El cineasta relató que el animal procedía de un entorno de hacinamiento con más de 60 perros y que, al llegar a casa, provocó destrozos en muebles, zapatos e incluso en su propio ordenador portátil. En sus palabras, “tardó mucho en dejarse tocar”.
Ese proceso de adaptación influyó directamente en la construcción del personaje de Krypto, que en la película deja claro que es de armas tomar. Gunn comentó que se preguntó cómo sería convivir con un perro así si además tuviera superpoderes, y esa idea fue la que lo llevó a integrar al can en el desarrollo del argumento.
Así lo expresó en una entrevista con The New York Times, donde también afirmó que, pese a tratarse de un modelo generado por ordenador, los rasgos de Krypto en la película responden en buena parte a los gestos y proporciones físicas de Ozu.
Adoptar a un animal requiere constancia y compromiso
Es evidente que esta versión ficcionada de Krypto ha encandilado a parte del público. Sin embargo, tanto la empresa tecnológica como las organizaciones animalistas han coincidido en lanzar un mensaje de cautela. La directora ejecutiva de Woofz, Natalia Shahmetova, advirtió en declaraciones recogidas por The Wrap que “la adopción es un compromiso real”. En la misma línea, remarcó que “el entusiasmo inicial puede desvanecerse, pero el perro sigue ahí, y necesita tiempo, cuidado y formación”.
Aunque Krypto haya volado por la pantalla como compañero de uno de los superhéroes más conocidos del mundo, fuera de ella no lleva capa ni tiene habilidades especiales. Y es ahí donde empieza la parte complicada, pero también la más satisfactoria, del compromiso con un perro.
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