La portada de mañana
Acceder
Investigación - Los préstamos que evitaron la imputación de Juan Carlos I
El mapa de las 65.000 viviendas turísticas ilegales que hay en España
Opinión - 'Sánchez, ante el capítulo decisivo', por Neus Tomàs

Llegó a componer más de 300 canciones y rompió barreras de género en pleno franquismo: la productiva vida de esta compositora valenciana

Fotografía de archivo de Matilde Salvador al piano.

Andrea Blez

0

Es una de las mujeres más relevantes de la cultura valenciana y recibió reconocimiento en vida, con una extensa producción que se cuenta en más de 300 piezas registradas con su nombre en la Sociedad General de Autores (SGAE) y que tuvo la dificultad de darse en sus comienzos en pleno franquismo, en el que el mundo musical era masculino, con lo que desmontó barreras que abrirían camino a las siguientes generaciones. Hablamos de Matilde Salvador, compositora que es objeto de una exposición en el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MUVIM).

Los inicios de Matilde Salvador: pionera y censura

Matilde Salvador nació en el seno de una familia musical en Castellón de la plana en 1918, hija de un violinista y de una pintora, que fue criada por su tía, pianista, Joaquina Segarra, que tendría una fuerte influencia en una composición que comenzó temprana, con su primera pieza firmada a los 13 años con lo que demostró su gran talento.

‘Com és la lluna’ fue su primera canción para seis voces mixtas con tan solo 15 años, y tres años después compuso la que fue su primera pieza para piano y voz, ‘Cuentan que la rosa’, a la misma edad, 18 años, a la que obtenía el título en el Conservatorio de Castellón, donde estudió composición junto a Vicente Asencio, que más tarde se convertiría en su esposo.

Todo ello en un contexto musical en el que las mujeres tenían un papel secundario y muy reducido, y en el que Matilde Salvador se fue abriendo camino, con el Título Superior de Música en 1947 que fue solo el comienzo de una prolífica trayectoria que fue pionera, no solo por el hecho de ser mujer, sino también por componer en valenciano, en plena dictadura.

Fotografía de una composición de Matilde Salvador expuesta en el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MUVIM).

Salvador fue una firme defensora de su lengua y de su cultura autóctona, como se aprecia en su obra, siendo la compositora de la ópera ‘La Filla del Rei Barbut’, que fue objeto de censura y que solo permitió una representación con marionetas en el Teatro Principal de Castellón en 1943. Una obra escrita en valenciano, y que además se basaba en la mitología de su ciudad natal, adaptando ‘Tombatossals’ de Josep Pasqual Tirado.

La composición ligada a su ciudad de origen no se queda ahí, pues esta pieza sería reconocida en 1987, casi cuatro décadas después, en el himno oficial de la localidad, al convertirse en la ‘Marxa de la Ciutat de Castelló’.

La primera mujer en estrenar una ópera en el Liceu

Sin embargo, su mayor logro fue el de ser la primera mujer en estrenar una ópera en El Liceo de Barcelona, y siendo la única que lo había conseguido hasta marzo de 2023, cuando se presentó 'Alexina B'. de Raquel García-Tomás. Fue en 1974, cuando Matilde Salvador estrenó ‘Vinatea’, que adaptaba un episodio de la Crónica de Pere el Cerimoniós, con texto de Xavier Casp.

Su producción musical abarcó mucho más, con hasta 300 piezas firmadas por ella, donde se encuentran operas, ballets, música coral, teatro y canciones para concierto, siendo uno de sus aspectos más destacados la unión de poesía y voz, como un estilo personal y expresivo, donde musicó lírica de Bernat Artola, Salvador Espriu, así como adaptó textos de Lope de Vega, Miguel de Cervantes, Carmen Conde o Federico García Lorca. Obra que interpretaron artistas como Montserrat Caballé, Josep Iturbi o Carme Bustamante.

Fotografía de una obra pintada por Matilde Salvador sobre vidrio expuesta en el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MUVIM).

Matilde Salvador ejerció también como pianista de su propia obra, así como de docente en el Conservatorio y crítica musical en prensa, y cultivó otra faceta artística la pintura naif sobre vidrio, que inició de manera autodidactica desde la década de los 1980. Fue reconocida su labor en vida, con premios como el Joaquín Rodrigo de composición coral o el Joan Senent, y siendo nombrada hija predilecta de Castellón, hija adoptiva de Valencia, con distinción de mérito cultural de la Generalitat Valenciana o la Creu de Sant Jordi.

Estos aspectos de su vida y obra se pueden apreciar en la exposición “Matilde Salvador. Extraordinària i a contracorrent” en el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MUVIM) hasta enero de 2026, gracias a material propio donado al archivo del Institut Valencià de Cultura tras su fallecimiento en 2007 por un fallo cardiaco a punto de cumplir 90 años.

Etiquetas
stats