Playas con bandera azul: ¿puedo ir con mi perro a refrescarme en estos arenales?

Un perro disfrutan del agua en la playa de San Lorenzo de Gijón

Raquel Sáez

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España lidera un año más el escalafón mundial de banderas azules para playas con 642 distinciones (cuatro más que el año pasado), lo que supone que el 15 % de las playas del planeta con estandarte ambiental se ubica en nuestro país. Pero en ninguna de ellas hay espacio para los perros, porque las asociaciones que promueven esta iniciativa consideran “imperativo” que estos arenales prohíban la presencia de animales domésticos, en concreto, de los perros.

Así de taxativa es la postura de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac) y la Fundación para la Educación Medioambiental (FEE, por sus siglas en inglés), que sostienen que los peludos no pueden acceder a estas playas como una de protección para la salud de las personas, de las mascotas y del ecosistema.

Una bañista con su mascota en la playa de perros de Llevant de Barcelona

Ambas organizaciones subrayan que “para cumplir con los criterios bandera azul a nivel internacional es imperativo que el municipio asegure a través de una ordenanza municipal la prohibición de animales domésticos en la playa o zona de baño galardonada con bandera azul durante la temporada de baño”. De esta controvertida postura solo quedan exentos los perros guías.

Lejos de las playas con bandera azul

Adeac y FEE “insisten” en que este criterio debe cumplirse y se amparan en estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que expone que existen riesgos microbiológicos para la salud humana asociados a la presencia de excrementos de los perros en las playas, “sobre todo para niños”.

Además, añaden, hay que tener en cuenta “la protección del ecosistema de la playa, sobre todo si hay dunas”. Las impulsoras de la iniciativa banderas azules sostienen que “especies vegetales y animales, especialmente aves (algunas en peligro de extinción y fundamentales para la conservación del ecosistema), necesitan estar protegidas”. Y eso no sería posible porque se generaría una “presión enorme sobre la avifauna que depende de este medio para alimentarse, descansar o criar”.

Archivo - Foto archivo del izado bandera azul en el Real Club de Regatas de Cartagena

Su último argumento se refiere a la salud de los perros, porque aseguran que una exposición a las elevadas temperaturas que se registran en verano les puede afectar de forma severa. Puede causarles “deshidratación, afección a las almohadillas de las patas, intoxicación por la alta concentración de sodio del agua de mar o intoxicación por algunas algas”.

Sin embargo, esto último choca con la decisión de múltiples administraciones de habilitar playas caninas, un espacio acotado en el que los peludos pueden refrescarse del intenso calor y jugar con otros canes. 

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