Este es el pueblo sevillano en el que puedes visitar el único molino subterráneo de toda la península

Imagen de parte de la instalación subterránea

Alberto Gómez

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Son muchos los molinos que, funcionen o no, uno puede ver en varios puntos de la península. E, indiscutiblemente, si a alguien le preguntan por los molinos más famosos de nuestra geografía, contestará que los de La Mancha, los mismos que retrató de manera magistral Miguel de Cervantes. Pero, ¿y si habláramos de un molino… subterráneo? Pues para ella habría que, lógicamente, descender unos cuantos metros bajo tierra, concretamente en Alcalá de Guadaíra, la localidad sevillana que ostenta el título de albergar el único molino subterráneo de toda España.

El molino se englobaría en la nómina de ingenios construidos entre los siglos XIV y XV, período que parece ser el de verdadero auge de la molinería de Alcalá de Guadaíra. Según consta en un testamento redactado por Catalina Ortiz, se menciona que el molino harinero de La Mina en Alcalá de Guadaíra forma parte de los bienes dejados a su hijo. En cierto momento, pasó a ser propiedad de los Ponce de León y posteriormente del marqués de la Mina. Funcionó a pleno rendimiento durante todo el siglo XIX y forma parte de paisajes y ensoñaciones reflejados por los pintores de la época. El molino continuó usándose durante mucho tiempo sirviendo de gran utilidad.

Pero el final de la utilidad del molino llegaría en la década de 1920, cuando cesó su actividad, dentro de la remodelación completa de este sector de la antigua calle de la Mina Grande. Pero el ayuntamiento de la localidad situada en la provincia de Sevilla lo ha recuperado para que todo aquel que quiera visitar y conocer cómo funcionaba pueda hacerlo gracias a un acceso, además de recorrer un espacio museo que pretende dar mayor relieve al pasado industrial y patrimonial panadero de la ciudad. Toda una apuesta que ha sido recibida con los brazos abiertos por la ciudadanía y por muchos visitantes de fuera que admiran la obra recuperada.

Litografía que ilustra cómo funcionaba el molino antiguamente

Situado en una de las calles principales de Alcalá de Guadaíra desde la baja Edad Media, se trata de un molino de tipo manantial o de cubo, con la peculiaridad de ser subterráneo, lo que lo convierte en un molino hipogeo. Y, de hecho, es considerado por los expertos en la materia como el único molino hipogeo en España. Y no solo ello, sino que prácticamente no existe otro similar en Europa, a excepción de uno en Suiza. Excavado en la roca, lo movía un manantial natural que siglos atrás impulsaba la vida cotidiana de la ciudad sevillana.

Con el acceso al público, el molino se ha convertido rápidamente en el monumento más visitado del municipio, que ha recuperado una de las piezas más singulares del patrimonio andaluz. El molino de La Mina (ese ha sido su nombre desde antaño), como decíamos, aprovecha un manantial natural para poner en marcha su maquinaria, lo que exigió una solución constructiva que lo convierte en una rareza, ya que está excavado directamente en la roca, con canales, cámaras y pasadizos diseñados para controlar el flujo de agua y hacer girar las piedras que molían el grano.

Joya hídrica

De hecho el mismo caudal que movía el molino alimentaba también el acueducto de los Caños de Carmona, que surtía a Sevilla de agua, lo que da cuenta de su importancia en el sistema hidráulico histórico. Se trata, por tanto, de “todo un testimonio material de la relación entre Alcalá de Guadaíra y el agua y de cómo esa relación determinó durante siglos su desarrollo económico, social y cultural”, aseguran desde el consistorio de la localidad andaluza, que destacan los valores técnicos, históricos, simbólicos y estéticos del molino. La rehabilitación de esta joya hídrica ha respetado al máximo su configuración original, incorporando pasarelas, iluminación ambiental y una museografía interactiva que permite comprender el funcionamiento del sistema.

El molino, eso sí, quedó oculto durante más de un siglo, desde que en las primeras décadas del siglo XX se construyera sobre él el Teatro Gutiérrez de Alba, proyectado por el arquitecto regionalista Juan Talavera. Fue precisamente la presencia de este edificio lo que convirtió la recuperación en un desafío extraordinario. La solución llegó con la construcción de una estructura de hormigón soterrada que actúa como soporte y pasarela de acceso, permitiendo a los visitantes llegar al molino a través de un nuevo centro de interpretación instalado bajo la calle principal del centro histórico, la histórica calle la Mina.

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