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Europa quiere abrir una puerta trasera en tu WhatsApp

Europa quiere abrir una puerta trasera en tu WhatsApp

David Sarabia

Amber Rudd lo pidió, WhatsApp mantuvo silencio y la Unión Europea, dos días después, habló. La ministra de Interior británica quiere tener acceso a los mensajes que sus ciudadanos escriban en el popular servicio de mensajería, algo ahora mismo impensable para la compañía. Es política de empresa: “Solo tú y el receptor podéis leer lo que se envía. Ni siquiera WhatsApp lo puede hacer”, explica la firma de Jan Koum, propiedad de Facebook.

Pero siempre puede haber excepciones. Y por eso la Comisión Europea estudia ponerle una puerta trasera a WhatsApp y a otras apps similares. Esta vez será para “garantizar la seguridad de los europeos”, dicen.

¿Cuándo? En junio. Pero por allí no entrará todo el mundo. Solo los gobiernos –es decir, la policía y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado– de los países miembros. Vera Jourova, la comisaria de Justicia de la UE, explicó que anunciará “tres o cuatro opciones” que incluirán, en algunos casos, leyes de obligado cumplimiento; y en otros, acuerdos voluntarios con las compañías.

Las medidas confluirán con el nuevo Reglamento General de Protección de Datos que se aprobó en abril del año pasado y que entrará en vigor en el mismo mes de 2018. Será esa la fecha en la que la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) deje de aplicarse en España, que pasará a regirse bajo la normativa europea.

Jourova adelantó que mantienen “muy intensas” conversaciones con las grandes compañías de Internet acerca de cómo saltarse el cifrado de los datos para proporcionar acceso a la policía. Khalid Masood, el autor del atentado de Londres, utilizó su WhatsApp tres minutos antes de arrollar con su coche a los viandantes que se encontraban en el puente de Westminster el pasado miércoles. La ministra de Interior británica calificó de “inaceptable” que la compañía de mensajería no permitiese a los servicios de inteligencia leer los mensajes del terrorista. “Es absurdo tener una situación donde los terroristas hablan unos con otros en una plataforma cotidiana y no poder acceder a ella”, dijo la política tory.

Reino Unido no ha sido el único país que ha presionado a Europa para que revise el acceso de las autoridades a los mensajes cifrados. El lunes, el homólogo de Rudd en Alemania, Thomas de Maizière, y el francés, Matthias Fekl, se sumaron a la petición británica y exigieron que la policía tenga el mismo derecho legal para acceder a estos servicios como lo tienen a la hora de recopilar información de una llamada de las compañías telefónicas.

“¿Puedes abrir una backdoor solo para la Europol?”

backdoor“La pregunta es, ¿puedes abrir una puerta trasera solo para la Europol -la Oficina Europea de Policía- o eso crearía, al mismo tiempo, una puerta abierta para la mafia rusa o los espías de terceros países?”, decía Gilles de Kerchove, coordinador contra el terrorismo de la UE, al portal Euractiv.

Recordemos que hace poco más de un año, el FBI pidió a Apple crear una backdoor en sus iPhone para saltarse el bloqueo del terminal del terrorista Syed Farook y, de paso, el de millones de dispositivos. Entonces, las empresas de tecnología de Silicon Valley se pusieron del lado de Apple en su defensa de la privacidad de los usuarios.

“Si construyes una puerta trasera, esta se queda ahí para todo el que quiera entrar. Y si almacena los datos que recoge, incluso de una forma cifrada, ¿cómo de segura es?”, se pregunta Tony Anscombe, portavoz de la firma de ciberseguridad Avast, en The Guardian. Las intenciones de la Comisión Europea pasan por crear una legislación que obligue a las compañías a proporcionar los mensajes de los sospechosos que los estados crean conveniente.

La idea rompe por completo la premisa del cifrado de extremo a extremo que implantó WhatsApp en abril del año pasado. Bajo este paraguas, WhatsApp asegura que ni ellos mismos pueden acceder a una conversación entre usuarios ya que el mensaje se cifra en el teléfono del emisor con una llave pública y una privada y viaja cifrado hasta que el receptor lo descifra, de nuevo con la llave pública y su propia clave privada.

A pesar de todo, Reino Unido podría acceder a los mensajes de Masood si quisiera. El año pasado se aprobó el Investigatory Powers Act (Ley de Poderes de Investigación), una ley que impulsó sobre todo la entonces ministra del Interior Theresa May –hoy primera ministra– y que muchos apodan sarcásticamente como “la ley de los fisgones”. Otorga plenos poderes al gobierno para interceptar comunicaciones y hackear teléfonos, así como para obligar a las empresas de telecomunicaciones a eliminar “la protección electrónica aplicada (...) a cualquier comunicación de datos”.

En España, hasta que entre en vigor en abril del 2018 el nuevo marco regulatorio europeo, la LOPD sigue vigente. La Agencia Española de Protección de Datos evita de momento hacer valoraciones, por lo menos hasta junio, sobre este nuevo golpe a la privacidad de los usuarios en Europa.

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