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The Guardian en español

El personaje de manga que planta cara a los tabúes sobre la menstruación en Japón

Imagen del comic de Seiri-chan.

Justin McCurry

Tokio (Japón) —

Se llama Seiri-chan –Pequeña Miss Regla– y es un personaje de manga con forma de gota, labios de un rojo brillante y leggins que está plantando cara a los tabúes sobre la menstruación extendidos por Japón.

La respuesta generalizada de las mujeres japonesas ante ese personaje, que busca representar la regla con forma humana y protagoniza una película, ha sido buena. Hablar sobre la menstruación en público nunca ha sido fácil en un país que la percibe a menudo como algo sucio y de lo que avergonzarse.

Kazue Muta, profesora de Sociología de la Universidad de Osaka, explica que “hasta ahora la menstruación era algo a ocultar y muchas personas no la entienden”. Cree también que, aunque no está totalmente de acuerdo con el personaje, “será bueno si se convierte en un paso en dirección a la apertura de mente y la educación”.

La película, estrenada el mes pasado, se basa en un cómic dibujado por un hombre, Ken Koyama, que comenzó a publicarse en 2017. Ya se ha estrenado también en Taiwán y Hong Kong y se planea que llegue a China y otros países del sudeste asiático.

En el manga, Seiri-chan es directa. Visita a las mujeres y les suelta golpes de regla en forma de dolor menstrual. También las apoya en sus problemas personales y propina los mismos golpes de dolor a los maridos que no se comportan como es debido.

La película ha sido celebrada en Japón en tanto que es un relato inusualmente honesto de las frustraciones que sufren muchas mujeres en un país donde cogerse una baja por dolores menstruales es legal desde 1947 aunque casi nadie lo haga.

La creencia, basada en la religión Shinto, de que la sangre menstrual es “impura” impide, por ejemplo, que las mujeres accedan a los lugares en los que se celebran los combates de sumo o pongan un pie en algún monumento declarado patrimonio mundial por la Unesco.

La protagonista de la película, Aoko, es editora y su jefe, un hombre, no muestra ninguna compasión cuando, cada mes, tiene dolores. “Si los hombres pudieran tener la regla, aunque fuera solo una vez al año…”, llega a decir ella.

Trabajadoras con chapas diciendo que tienen la regla

La controversia estaba servida. En octubre un grupo de mujeres empleadas en unos grandes almacenes de Osaka comenzaron a llevar unas chapas de Seiri-chan prendidas a la ropa en la que indicaban que tenían la regla.

La intención de ese tipo de chapas, generalizadas en otros ámbitos y países para expresar ideas, es que el personal de la sección de productos para mujeres despertara sentimientos de empatía en el resto de empleados y de los clientes.

Algunos respaldaron la idea, pero no todos están de acuerdo. Hay quien cree que se trata de una vulneración del derecho a la privacidad y que abre espacios para el acoso laboral. La empresa ha dicho que rediseñará esas chapas para que sean menos llamativas. “Hemos recibido comentarios positivos sobre el modo en que las chapas tocan temas importantes para la sociedad … pero sentimos que la resistencia a hacer pública la regla aún es fuerte”, explicaron en un comunicado enviado a una agencia de noticias.

Traducido por Alberto Arce

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