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Sobre este blog

¿Tiene el mundo razones para temer la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca? La opinión generalizada es que sí. Este blog colectivo de eldiario.es vigilará de cerca al nuevo presidente norteamericano y si es preciso hará la autopsia de lo que quede de Estados Unidos.

Trump y Putin, cronología de una bella amistad

Cartel de un partido proserbio con la imagen de Trump y Putin en Montenegro.

Isabel Piquer

Este viernes, Donald Trump se verá con Vladímir Putin en Hamburgo, al margen de la reunión del G20. Será el primer encuentro de los dos presidentes. En principio no hay temario previsto para la reunión.

Puede pasar cualquier cosa, y es precisamente lo que temen los asesores de Trump, en un momento especialmente delicado de las relaciones entre los dos países,  cuando el FBI y el Departamento de Justicia están investigando posibles interferencias de Rusia en la contienda presidencial.  

El magnate neoyorquino nunca ha ocultado su admiración por el presidente ruso.  Lo ha repetido en más de una ocasión. El que fuera director del Servicio Nacional de Seguridad (antigua KGB) ha ejercido una sorprendente fascinación sobre el millonario, mucho antes de que llegara a la Casa Blanca. 

En junio de 2013 Trump ya se preguntaba en un tuit si el premier ruso iba a hacerle el honor de asistir el concurso de Miss Universo en Moscú que organizaba. “Y si viene, ¿se convertirá en mi nuevo mejor amigo?”, se inquietaba Trump. Putin no vino, aunque Trump luego contaría al humorista David Letterman que sí se reunió con él. “Es un tipo duro. Lo vi una vez.” Un encuentro que no tuvo que dejarle un recuerdo imborrable porque no lo volvió a mencionar. Al menos, claro, que no fuera del todo cierto.

Al rey del ladrillo la pasión le venía de antes. Lo decía en octubre de 2007, en una entrevista con Larry King en CNN: “Mira lo que está haciendo Putin en Rusia, o sea, se sabe lo que está pasando por ahí. O sea, este tipo está haciendo, te guste o no, un gran trabajo”. Ese mismo año, un amigo de Trump, Paul Manafort, recibía 455.000 dólares por lavar la imagen del entonces presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, aliado de Putin. 

En marzo de 2014, Trump vuelve a alardear de tener una buena relación con Putin (aunque sin afirmar que lo conoce personalmente). En una conferencia de republicanos conservadores, asegura que Putin le “mandó un regalo, un regalo muy bonito” cuando estaba en Moscú. Ese mismo día, Barak Obama impone sanciones a Rusia por haber anexionado Crimea. 

“Putin se ha convertido en un gran héroe en Rusia, es muy popular. Obama por el contrario está mal en los sondeos. TRISTE”, tuitea Trump. Y unos días más tarde, en tono admirativo: “Creo que Putin va a seguir reconstruyendo el imperio ruso. Tiene cero respeto a Obama y a los EEUU”.

En septiembre de 2015, el FBI avisa de forma confidencial al Partido Demócrata que al menos uno de sus ordenadores en Washington ha sido hackeado por un grupo próximo al Gobierno ruso. Ese mismo mes en la radio, Trump, que había anunciado su candidatura a la presidencia en junio, afirma que los oligarcas con los que se vio en Moscú, “están todos en gran medida bajo el control” de Putin, y que su relación con ellos es “extraordinaria”. Putin, según el magnate, “se merece una A”, no como Obama, “que no lo hace muy bien”.

En febrero de 2016, en un mitin en Carolina del Sur, Trump cambia un poco su historia: aparentemente no tenía relación con Putin pero sí sabe que el presidente ruso le considera “un genio”.  Poco después repite a la cadena CBS, que “nunca” ha visto a Putin y niega cualquier conexión con Rusia. En aquel momento,  Paul Manafort, el que había recibido el contrato de relaciones públicas en Ucrania, es su jefe de campaña (dimitirá en agosto de 2016). 

Poco antes de ganar las primarias, Trump anuncia que, de ser elegido presidente, Estados Unidos tendrá “una gran relación con Putin y Rusia”. En aquel momento, su victoria parece todavía imposible.

En agosto de 2016, pocos meses antes de las elecciones, la CIA informa a Obama que Putin habría dado órdenes de sabotear la campaña electoral.  Eso no impide al candidato decir que “sería genial que nos lleváramos bien con Rusia. La gente dice Donald Trump quiere llevarse bien con Rusia, es terrible. No es terrible, está bien”. 

En enero de 2017, en su primera conferencia de prensa, Trump parece cerrar el tema al asegurar que “en lo que se refiere al hacking, creo que fue Rusia. Pero también creo que nos hackean otros países y otras personas.”

 Pues vale, Donald, a ver lo que te dice Vladimir.

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