UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
“Apenas podemos permitirnos comer, por lo que comprar cualquier sistema de calefacción no es una opción”
En medio de la aguda crisis económica y financiera que atraviesa Líbano, con una grave devaluación de la libra libanesa y una disparadísima inflación, las condiciones de vida de la población han empeorado aun más tras la fuerte ola de frío que azotó recientemente el país, con fuertes nevadas y lluvias.
Aunque casi todas las personas de Líbano están sufriendo las consecuencias de la crisis económica y el temporal, la población refugiada de Palestina acogida en el país se ve especialmente afectada. Viven en campamentos hacinados y en casas muy pequeñas que no ven la luz del sol, bajo techos dañados con riesgo de derrumbamiento, y con muy pocas oportunidades laborales.
La fuerte tormenta que asoló el país, dejó especialmente afectado el valle de Beqaa, donde se encuentra el campamento de refugiados de Wavel. El valle es una de esas zonas que no se parece a ninguna otra en el país. Situada en el interior, entre las cordilleras de Líbano y del Antilíbano, las temperatura en invierno descienden hasta alcanzar varios grados bajo cero y la lluvia y nieve son abundantes. Esto deja a los refugiados y refugiadas de Palestina no solo indefensos para satisfacer sus necesidades básicas, sino también desesperados por encontrar una forma para conseguir calor.
Abir Sersawi, refugiada palestina de 47 años y madre de 3 niños, fue desplazada con su familia de Siria a Líbano y vive en una pequeña casa en el Beqaa. Abir padece diabetes, hipertensión y una hernia discal. Sin embargo, lo que más le preocupa es la salud de sus dos hijos pequeños, especialmente durante esta época del año.
El pequeño de 7 años sufre de epilepsia, una enfermedad neurológica que le impide llevar una vida normal. Mientras, su hija de 10 años, está diagnosticada de una enfermedad renal que le provoca incontinencia urinaria. En el caso del hijo mayor, se vio obligado a abandonar la escuela con 16 años para trabajar y mantener a su familia.
“Con la grave crisis económica que atraviesa el Líbano, nadie puede pagar las necesidades de su familia y para los refugiados palestinos que residimos en Beqaa la situación es aún peor. El clima no es como en cualquier otro área de Líbano, el frío nos hiela. He vivido durante décadas en Siria, con todo lo que eso conlleva, pero nunca hemos experimentado nada como lo que estamos viviendo hoy en día en Líbano”, comenta Abir.
Los refugiados y refugiadas de Palestina que como Abir que viven entre las montañas de Beqaa sufren más el invierno: no pueden mantener a sus familias ni tampoco pagar ningún tipo de calefacción.
Llenar el depósito de combustible de una estufa para calentar una habitación pequeña durante 8 horas cuesta 25 dólares, una cantidad desorbitada para un colectivo que apenas tiene recursos para pagar medicinas, comer o acceder a una vivienda digna.
“Dependemos completamente de UNRWA. Apenas podemos permitirnos comer, por lo que comprar cualquier sistema de calefacción no es una opción para nosotros”.
El campamento de Wavel, gestionado por UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina, es el que se encuentra en esta zona de Líbano y cuyas instalaciones educativas y sanitarias sirven de alivio a este colectivo tan castigado. En él se brinda educación a alrededor de 960 estudiantes en la Escuela Secundaria Qastal y también cuenta con dos escuelas infantiles. Los servicios médicos son proporcionados por dos médicos y tres especialistas que visitan el centro de salud del campamento. En promedio, 170 pacientes visitan el centro de salud cada día. Debido a la ubicación remota, el acceso a la hospitalización es difícil y costoso, sobre todo con las nevadas que sufre la zona en estas fechas.
Afortunadamente, la tormenta que asoló Líbano en los últimos días está llegando a su fin, pero la lucha de los refugiados palestinos en el país no cesa. La llegada del invierno con sus duras tormentas tan solo añaden leña a un fuego que cada vez arde más.
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UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
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