UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
Israel destruye la misma escuela palestina por segunda vez
En medio de una zona montañosa y al este de Belén, se encuentra la escuela Tahadi, en el pueblo de Beit Ta'mar, donde unos 66 estudiantes provenientes de las comunidades de Jib al-Dhib, al-Zawahra, al-Wahsh y Abu Muhaimid acaban de perder su escuela.
Desde que fue construida, la escuela se ha enfrentado amenazas de demolición por parte de las fuerzas israelíes. En 2017 fue demolida por primera vez y reconstruida nuevamente por los residentes de la zona.
“Cuando la escuela fue demolida por primera vez, la reconstruimos, y el ocho de marzo pasado, los soldados israelíes nos entregaron de nuevo una orden de demolición que colgaron en la puerta de la escuela. La orden se emitió aún en contra de las sucesivas apelaciones para evitarlo. Estas apelaciones se pospusieron hasta que llegaron a la Corte Suprema de Israel dijo que en 60 días se demolería”, comenta Shireen Abu Taha, directora de la escuela y refugiada de Palestina de la aldea de Ajour.
A pesar del trabajo de instituciones y organizaciones internacionales para anular esta decisión, la escuela fue finalmente demolida de nuevo el pasado domingo de madrugada.
Las instalaciones de la escuela, habían sido atacadas por los colonos y las fuerzas israelíes en numerosas ocasiones bajo la premisa de la necesidad de establecer un nuevo asentamiento israelí, el de Regavim, a pesar de que el centro educativo ya está rodeado por otros cuatro asentamientos a tan solo un kilómetro de distancia.
“La mañana después de la decisión de demolición, los estudiantes llegaron a la escuela con mucho miedo. En cuanto a las familias de los estudiantes, estaban muy confundidas y temían por sus hijos, incluso temían que la escuela fuera demolida con sus hijos dentro. Desde la escuela hemos hecho todo lo posible para intentar reducir la tensión”, afirma la directora.
“¿Dónde estudiaremos si se destruye la escuela?”, esa es la pregunta que más se repetían los estudiantes. Existe la posibilidad de distribución a escuelas cercanas, pero que se encuentran muy lejos de la ubicación donde los estudiantes viven. La única escuela realmente cercana a su residencia es la que acaban de destruir.
“Es extraño que los derechos de los niños estén siendo minados ante sus ojos, como si una escuela fuera una carga adicional para la tierra. Y no tienen ni vergüenza de hacerlo, ni consideran un crimen deshacerse del centro. Los sueños de los niños están en esta escuela”, continúa la directora.
Fátima es una estudiante de cuarto grado que lo tenía muy claro antes de que llegara la demolición: “Tengo recuerdos de la escuela desde primero. Si la destruyen, la reconstruiremos”. Celine, también estudiante de la escuela, subraya la determinación de su compañera Fátima y unos días antes de la demolición nos contaba: “Sé que la quieren demoler, pero si pasa nos sentaremos en tiendas de campaña y seguiremos con nuestras lecciones en ella. Las otras escuelas están muy lejos de nosotros”. Y así fue, desde el lunes los profesores enseñan a sus alumnos de forma temporal en las tiendas de campaña que han montado como alternativa.
La escuela está ubicada en un terreno donado por el pueblo palestino y forma parte de un grupo de unas 28 escuelas en Cisjordania, casi todas gubernamentales, conocidas como “escuelas desafío”. En ellas, enseñan a alumnos y alumnas de comunidades amenazadas por demolición y desplazamiento en las zonas clasificadas como “Área C”.
En la Declaración de los Derechos Humanos se reconoce el derecho fundamental de cualquier niño o niña del mundo a recibir educación. La presión israelí sobre el territorio Palestino ocupado pone en jaque este derecho sin ningún tipo de consecuencia legal.
La práctica de demolición de hogares, pertenencias e incluso escuelas palestinas, como en este caso, es una de las políticas de ocupación israelí más feroz e ilegales a ojos del derecho internacional. Según los datos de OCHA, en lo que va de 2023, 301 estructuras palestinas han sido demolidas por Israel y 440 personas han sido desplazadas de sus hogares. Además, el número de estructuras atacadas por Israel en el primer trimestre de 2023 aumentó en un 46% con respecto al mismo periodo de 2022.
La determinación palestina hará que la comunidad vuelva a construir la escuela, como ya hicieron en 2017, pero ¿hasta cuándo durará esta vez?
Sobre este blog
UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.