La Cordà de Paterna: la única celebración relacionada con la pólvora y el fuego declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional
No es la única fiesta mayor vinculada al fuego. En España tenemos algunas no demasiado conocidas, como la bajada de las Fallas de la Vall de Boí, y otras que han trascendido nuestras fronteras y son reconocidas internacionalmente, como las Fallas de Valencia. Pero la Cordà de Paterna (llamada así por la cuerda que tiene cohetes colgados que van soltándose y estallando) ostenta el título de ser la única celebración relacionada con la pólvora y el fuego que ha conseguido ser declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Es, también, Bien de Interés Cultural Inmaterial.
Esta localidad valenciana de Paterna se viste de gala el último domingo de agosto para uno de los acontecimientos anuales más importantes: aquel que permite romper el silencio de la noche con el susurro de los cohetes que acaban iluminando el cielo de fuegos artificiales. Este año, más de 300 tiradores y tiradoras de cohetes se dan cita para que el público vibre, y el Ayuntamiento ha cifrado en 1.000 kilos la pólvora que se utilizará en menos de media hora en la calle Mayor.
Comienza el espectáculo pirotécnico, se hace el silencio y de repente, un disparo desata las emociones y la adrenalina. Pero no hace falta demasiado tiempo para llegar al corazón de los asistentes: el año pasado, fueron sorprendidos con tan solo 21 minutos y 28 segundos de un espectáculo que queda en la retina no solo por la belleza de los colores que iluminan el cielo nocturno, sino por la coordinación y sincronización de todos los artífices. Son tiradores y tiradoras de cohetes profesionales, pero también aficionados que, en el llamado “cohetódromo”, un espacio habilitado para esta actividad, crean un espectáculo de luz y color para todos los asistentes. Siempre, eso sí, ataviados con ropa protectora para evitar cualquier quemadura.
Tradición desde el siglo XIX
Es lo que llevaron el jueves pasado los más de 170 niños que participaron en una Cordà destinada a ellos. Y es que la Cordà és, ante todo, la manifestación de una tradición que pasa de generación en generación. Parece que el disparo de cohetes con cuerda está documentado en un estudio del Archivo Municipal, que halló una referencia en el “Diario Mercantil” de Valencia. Es decir, que se sepa, esta fiesta ya se celebraba en el siglo XIX.
“Ya ve el bouet per allà en els cuernos chispechant i porta els cuets penchant Qu'al moment dispararà” (...) Seguim pues en Paterna fent nostres clàsiques cordaes un añ i atreÉ ¡Mil vegaes! pa que se entere la chent de com som els paterneros“. Este extracto del texto de Pascual Argent Moya, ”En la nit de la Cordà“ (1935), es uno de los numerosos documentos que recoge ”La Cordà de Paterna, arte y pasión de un pueblo“, el libro más completo y documentado que se ha escrito hasta ahora sobre la fiesta del fuego en la capital de la comarca de l'Horta Nord.
Según los autores de la obra de 250 páginas, la “Cordà” es el “espectáculo profano grande por antonomasia en Paterna”. Y lo es porque, desde sus orígenes, “siempre ha intervenido la gente del pueblo, que se suma a los rituales y al significado que posee, desde el momento que asume el riego de entrar en un recinto de características tan especiales -la calle Mayor- y en unas condiciones tan extremas”, exponen.
Pero hay quien tiene una versión algo más romántica de los orígenes de La Cordà. Allá por 1898 (no sé sabe con exactitud la fecha; algunos piensan que fue mucho antes), un grupo de amigos se reunió la noche del último domingo de agosto alrededor de la mesa para cenar en la calle y pasar un buen rato. La velada acabó con una “batalla de cohetes”, que terminó dando origen a esta famosa fiesta.
El broche de oro a la fiesta mayor
La Cordà de Paterna pone el punto final a las fiestas mayores en honor al Santísimo Cristo de la Fe y San Vicente Ferrer, que este año se viven con especial ilusión. Y es que otra celebración, la de los Moros y Cristianos, ha sido por primera vez declarada Fiesta de Interés Turístico Autonómico.
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