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Feminismo e igualdad, esa asignatura pendiente en los medios de comunicación

Ha sido la segunda de las Jornadas "En femenino" organizadas por la Red Feminista de Albacete.

Lourdes Cifuentes

  • La Red Feminista de Albacete ha celebrado la segunda de sus jornadas “En femenino” con la participación de las periodistas Ana Requena y Teresa Aranguren

El juicio a los miembros de 'La Manada', el caso de Juana Rivas (que huyó de la justicia para evitar entregarle sus hijos a su exmarido, al que acusa de maltrato), o cualquiera de los asesinatos de mujeres, titulares en los que se dice que una mujer muere a manos de su pareja, escritos en pasiva, restándole la ejecución de la obra al autor, vienen a mostrar que el tratamiento de las noticias, en estos casos, no se hace desde una perspectiva feminista o de igualdad entre hombres y mujeres. Con esta realidad informativa de fondo la Red Feminista ha reunido a Ana Requena y Teresa Aranguren, ambas periodistas, para hablar sobre el feminismo y la igualdad en los medios de comunicación.

Tanto Requena como Aranguren han dibujado una realidad informativa en la que los medios de comunicación tratan la violencia machista de forma “reduccionista”. Lo ha explicado la redactora de eldiario.es, Ana Requena, también creadora del blog Micromachismos y experta en feminismo: “Los asesinatos son la punta del iceberg. La base son otros comportamientos que van desde el acoso sexual... Hablar de violencia de género y cubrir violencia de género va mucho más allá”.

La violencia empieza con gestos cotidianos, expresiones, desigualdades que Requena y eldiario.es recogen en el blog donde hablan de “cosas cotidianas que entendíamos que no se estaban cubriendo. Decenas de historias, algunos relatos de auténticas agresiones.., y todas ellas tienen algo en común: nadie dijo nada”. Así, durante casi cuatro años han roto el silencio de estas historias, reivindicando las experiencias de las mujeres para contar que esos micromachismos “son importantes y que les pasan a muchas mujeres, a casi todas, todos los días”.

En un marco más genérico es difícil un relato más profundo cuando se habla, se cuenta, un caso de violencia machista. Éste es uno de los rasgos que muestran los sesgos machistas en la información, pero no es el único. “Seguimos difundiendo un tópico de mujer maltratada que hace que haya mujeres maltratadas que no se reconocen como víctimas”. Estereotipos que llegan, en algunos casos, a desvirtuar la imagen de la víctima, el relato de lo que ella ha vivido incluso cuestionando lo que denuncia. A ello se une la equiparación de los asesinatos de mujeres con los suicidios de sus asesinos y que es común encontrarse en un mismo titular. “Es relevante que un hombre cuando mata a su mujer se suicide pero no podemos equiparar ambas muertes en el titular”, cuenta Ana Requena.

Las mujeres siempre aparecen como víctimas

Victimizar a las mujeres, ponerlas como el sujeto que sufre la acción, es algo común en información que llega desde lugares en guerra. Es, al menos, lo que ha visto desde el terreno la periodista Teresa Aranguren. A raíz de su dilatada experiencia cubriendo información en zonas de conflicto asume ese papel que los medios de comunicación otorgan a las mujeres. “Se las victimiza, porque es parte de una visión paternalista en la que de una manera casi si automática se presenta a la mujer indefensa frente al hombre” pero esta imagen nada tiene que ver con la realidad de esas mujeres que se mueven y se levantan para “reconstruir” su mundo de nuevo. Lo que Aranguren describe es completamente diferente: “yo siempre he visto a las mujeres siendo el sustento de la vida, siendo capaces de recomponerse a la destrucción. Muchas veces si no fuese por ellas las poblaciones no levantarían cabeza. He visto a hombres devastados, incapaces de moverse a causa del sufrimiento, mientras las mujeres, a su lado, ya estaban moviéndose. Hombres abatidos frente a las mujeres que estaban reconstruyendo la vida”.

¿Entonces por qué la imagen que llega es la de la víctima? Porque a la hora de elegir a los protagonistas de la información se elige a mujeres con ese rol. “Es muy raro ver que un periodista se acerca a una mujer con poder” para que le sirva de fuente de información, de testimonio, en esas zonas de conflicto. En cambio, dice Aranguren, “siempre se busca mujer en situación de debilidad”.

Este es uno de tantos estereotipos que se cuela en el relato de la información, en el enfoque del contenido y en la elección de los protagonistas. Aún así, y echando la vista atrás, Aranguren reconoce que se avanzado “si pienso cómo era la tonalidad social con respecto de los temas de la mujer en los años 70. Es indicativo de hasta qué punto queda mucho trabajo por delante”, dice la periodista que, igual que Ana Requena apunta a que los medios tienen mucho camino por andar en lo que se refiere al machismo cotidiano, “lo que no escandaliza de primeras y que forma parte de la normalidad”.

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