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Un río de camiones invade Valencia sin previo aviso

Imagen de archivo de un atasco en la V-30

Laura Martínez

Las obras de reforma de la V-30 por la zona de Xirivella se están haciendo notar en la ciudad. La construcción del ramal de unos 2 kilómetros que conectará la A-3 en sentido Valencia con la V-30 en dirección al puerto requiere lógicamente del corte y desvío del tráfico, con los problemas que acarrea. 

Fomento, de quien depende la decisión, ha decidido desviar el tráfico por la avenida del Cid, uno de los principales puntos de acceso a la ciudad y que registra complicaciones a diario. La V-30, además de conectar con el puerto, sirve de unión con los principales municipios de l'Horta Sud. El efecto recuerda al que se intentó solventar con las obras del by-pass de la V-21, la carretera antigua de Barcelona, que desviaba todo el tráfico de la autopista del Mediterráneo por la avenida de Aragón a partir del conocido como 'semáforo de Europa'.

La medida no ha gustado nada al Ayuntamiento de Valencia, ya que supone que camiones de gran tonelaje invadan la ciudad. El alcalde, Joan Ribó, critica que el ministerio actúe unilateralmente y sin consultar al consistorio y, según explica, no haya hecho más que poner los carteles unos días antes.

Las obras, que costarán algo más de 10 millones de euros y durarán cerca de 6 meses, requieren cortar el acceso desde la A-3 sentido Madrid hacia la V-30 en sentido puerto; cortar el ramal que permite desplazarse desde la V-30 a Xirivella y el que desde esta ciudad permite acceder hacia la V-30 en sentido puerto y que utilizan a diario cientos de camiones procedentes de la A-3. Ahora, estos camiones tienen que cruzar las avenidas del Cid y de Tres Forques y el Camí Nou de Picanya, ocasionando notables molestias a los vecinos.

Para más inri, señala Ribó, la normativa de circulación de la ciudad no permite el paso de camiones de más de una tonelada, motivo por el cual considera que, “aunque fuera por cortesía entre instituciones”, la Delegación de Gobierno debería haber contactado con el Ayuntamiento para buscar una alternativa. “Nos preocupan los problemas de tráfico que se puedan generar con los desplazamientos de camiones de tonelaje alto por estas calles, porque pueden colapsar”, ha insistido, así como los problemas de ruido y contaminación. 

Por su parte, el delegado de Gobierno, Juan Carlos Moragues, asegura que el consistorio sabía que se iniciarían las obras desde el 3 de julio, fecha en la que se comunicó por correo ordinario desde la dirección de Carreteras. El proyecto ha sido criticado por los municipios vecinos y prevé seis meses de intervenciones con los consiguientes atascos.

Las obras de reforma de la V-30 llevan proyectadas y paralizadas desde 2009, cuando la intensidad de tráfico en algunos puntos superaba los 125.000 vehículos diarios. Sin embargo, años antes ya se alertaba  de la necesidad de remodelar el by-pass; al menos desde 2007 la Dirección General de Carreteras apuntaba a problemas de capacidad. El coste global del proyecto es aproximadamente de 145 millones de euros y se ejecutará por fases para hacerlo asumible económicamente. El proyecto, además de la ampliación de carriles, incorpora la remodelación de la avenida del Cid para hacer más fluido el acceso al barrio de la Luz y la incorporación de vehículos desde Mislata.

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