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Valencia convertirá La Ceramo en un espacio sociocultural de referencia

Las instalaciones de la antigua Ceramo en Valencia

Carlos Navarro Castelló

Valencia —

La antigua fábrica de cerámica La Ceramo recuperará todo su esplendor a mediados del año 2019.

Este es el plazo que han dado este lunes el concejal de Urbanismo, Vicent Sarrià, y el de Gobierno Interior, Sergi Campillo, para la finalización del proyecto de rehabilitación integral de este edificio protegido fundado a finales del siglo XIX durante una visita de obras.

Sarrià ha explicado que el inmueble tendrá un uso sociocultural relacionado con su actividad original, es decir, con la fabricación de cerámica de estilo neomudéjar.

Entre las idea que manejan destaca un taller para la elaboración de cerámica, una sala de exposiciones para piezas cedidas temporalmente por el Museo González Martí, así como una sala para contar la historia de la fábrica.

Según ha explicado Campillo, tras una inversión de 2,3 millones de euros en la expropiación de la fábrica, en estos momentos se están desarrollando obras previas de consolidación, desescombro y mantenimiento.

Por su parte, Sarrià ha comentado que este mismo año licitarán el proyecto de rehabilitación cuyas obras, que no costarán menos de 2 millones de euros, arrancarán a principios del año 2018.

Origen e historia de La Ceramo

Según ha explicado durante la visita a la fábrica la técnico en patrimonio y conservación preventiva, Sara Soriano Giménez, los orígenes de La Ceramo se encuentran “en la datación de dos expedientes del archivo municipal y del Reino respectivamente, uno de ellos, el de 1888 revela el permiso que solicitan Ros y Urgell para la construcción de una fábrica de cerámicas con sus respectivos hornos en el camino de Burjassot; los siguientes datan de 1889 donde revelan tanto la construcción de la fábrica como la formación de la sociedad que tenía por objeto la fabricación de cerámica con la razón social Ros y Urgell”.

Soriano ha comentado que “La Ceramo se haya inscrita dentro de la corriente historicista neomudéjar que se desarrolló principalmente en el siglo XIX y principios del XX y que concentraba sus esfuerzos en recuperar e imitar estilos arquitectónicos de otras épocas incorporando algunas características culturales de ese siglo”.

De esta forma, “las industrias cerámicas se esforzaron por copiar fielmente aquella producción de los antiguos”. Así, “los métodos de producción de La Ceramo siguieron estrictamente los procesos de los antiguos alfareros árabes desde la elaboración de las arcillas hasta la ejecución de las piezas al aire en torno tradicional de rueda desde sus inicios hasta el año de su cierre en 1992; la arcilla se extraía del legamo del Turia”.

Tal y como ha destacado Soriano, “una de las piezas estrella de la Ceramo fue la réplica del Jarrón de las Gacelas, expuesta en la Alhambra, obra cumbre de la cerámica medieval española y por ende europea”.

La Ceramo contribuyó a conformar “la imagen de la Valencia ecléctica con su producción adornos muebles e inmuebles adheridos empotrados o falcados a la pared como cresterías mascarones, remates cornisas, elementos decorativos o constructivos como las tejas que decoran las cúpulas del Mercado Central o el Ayuntamiento”.

Además, “elementos decorativos forman parte del Mercado de Colon, el palacete de Ayora, o la Finca Roja, elementos muebles como maceteros o pedestales componen los jardines de Monforte”, ha asegurado Soriano.

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