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“Si hay menos riesgo de fuego en las Fragas es por las lluvias, no porque mejorara la gestión”

Mónica Arto, representante de los colectivos ecologistas en la junta consultiva del parque natural

Miguel Pardo

Mónica Arto es la representante de los colectivos ecologistas en la junta consultiva de las Fragas do Eume, ese órgano donde se reúnen todos los sectores implicados en la gestión del parque natural y que sigue acumulando retrasos en su convocatoria. Un año después del incendio que asoló la zona, la secretaria de Verdegaia en Ferrolterra denuncia la falta de avances en la reducción del riesgo de fuegos y la “parálisis” que la Xunta está provocando en una gestión que califica de “unilateral” y “opaca”. Dieciséis años después de la declaración de parque natural del bosque, sigue sin aprobarse el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUX) que sería clave para este espacio protegido.

Un año después del incendio, ¿qué problemas siguen sufriendo las Fragas do Eume?

El principal problema es el de la propia gestión del parque. La responsabilidad recae en la Dirección General de Conservación de la Naturaleza, tanto para nombrar el director del parque, que es el que finalmente gestiona el día a día, como para convocar las reuniones de la junta consultiva, donde se representan los diferentes intereses, desde propietarios a ecologistas, pasando por las administraciones. No obstante, esta junta tan sólo es informativa, así que la Xunta hace y deshace en las Fragas segundo considere.

Pero esas reuniones ni tan siquiera se convocan...

Dentro de ese escaso margen de maniobra que tenemos, es cierto que ni siquiera se convocan regularmente las reuniones, que son un foro en el que se podría discutir vis a vis sobre el parque. Ni tan siquiera hay reuniones una vez al año, que es lo estipulado por el reglamento y la ley. Hay una parálisis en el trabajo diario en las Fragas y la gestión del parque es unilateral.

¿Cuánto tiempo lleva sin convocarse la junta consultiva?

Se convocó el año pasado en mayo de forma extraordinaria para informarnos de las medidas tomadas tras el incendio, pero fue de cara a los medios. Sólo se expusieron quejas y se pidió información, pero no se volvió a convocar la reunión anual donde se deben aclarar dónde se gasta el dinero o qué es lo que se está haciendo. Esto ocurre en las Fragas do Eume, pero imagine en el resto de parques naturales, donde ni tan siquiera están constituidas. La situación aún es peor.

¿Qué problemas provoca esta parálisis?

Debe haber un foro más participativo y con acceso a la información. Los propietarios se quejan desde que les facilitaron el borrador del Plan Rector de Usos y Gestión (PRUX) de que falta mucha información. No saben qué pueden o no hacer dentro de sus parcelas y sus reivindicaciones son muy básicas. Es como dar contra un muro. Pedimos datos, pero siempre nos dicen que lleva mucho trabajo o que no los tienen, y eso no es cierto.

¿Un año después del fuego, las Fragas siguen sufriendo el mismo riesgo de incendio?

Por cuestiones meteorológicas no hay tanto riesgo, pero es por el tiempo, por la abundancia de lluvias y no porque cambiaran las políticas o las acciones llevadas a cabo dentro del parque natural. En un año no se pueden solucionar las problemáticas que venían arrastrando las Fragas, pero tampoco vemos que se intenten atajar los problemas. Se siguen colocando pinos o eucaliptales en las zonas más próximas a los espacios sensibles y no se piensa en sustituir estas especies por otras menos piróficas. Son una bomba de relojería y más cuando se incumple la normativa que impide que estén en zonas de pendiente acusada.

¿Esa fue una de las claves de la propagación del incendio?

El incendio se inició en el matorral pero se propagó hacia las Fragas porque había eucalipto o pino en zonas de transición. El impacto sería menor si hubiera otros árboles, es evidente.

Pero se siguen plantando eucaliptos...

Los propietarios tienen una serie de derechos para poder explotar sus terrenos, pero la Xunta es la que permite o favorece que año tras año se vean obligados a plantar eucaliptos. Es la Administración la que tiene que favorecer los medios para producir otras especies que no sean una amenaza. Entiendo la postura de los propietarios porque lo único que se les compra es eucalipto y eso está amparado por la propia Xunta, aunque lo niegue. Sólo hay que dar una vuelta por el país y comprobar que si hay eucalipto es porque hay un apoyo claro del Ejecutivo, tanto en las zonas protegidas como en el resto. Al final, colonizan espacios que antes eran bosque o que son matorral y acaban impidiendo llevar a cabo otra política forestal.

¿Cree que la Xunta cambiará su política en este ámbito?

De cara al futuro, la Xunta quiere seguir manteniendo ese tipo de producción eucaliptal. Dicen que no se están permitiendo nuevas plantaciones, pero sí que se están haciendo dentro del parque y no sólo donde ya lo había, sino donde era bosque de caducifolias. La respuesta del anterior director del parque es que eso no es cierto, pero es difícil avanzar si los responsables públicos no asumen que hay un problema.

¿El borrador del PRUX no toma medidas contra esta problemática?

Fue un avance, pero tenemos dudas de que con el propio PRUX haya una mejora porque la Xunta se reserva la posibilidad de introducir transgénicos en las Fragas o realizar fumigaciones aéreas. Estas dos medidas van vinculadas claramente a mantener los eucaliptales. De cara a la galería, se defiende la conservación y el disfrute del parque, pero las medidas que se toman son muy escasas y en un futuro no está garantizado que se mantenga esa biodiversidad de la que presumen.

¿Como va la recuperación de las Fragas tras el incendio?

Hay varias zonas: las más afectadas, en las que ya se vio que el fuego había sido más intenso, y que son zonas asociadas a la producción de eucalipto. Ahí está retoñando el eucalipto pero no sabemos si va a proliferar. En otras zonas sí que se realizaron nuevas plantaciones y luego hay zonas de rocas donde sí hubo un proceso erosivo más intenso. En los bosques, por el contrario, el propio manto protegió el terreno de la erosión, aunque el jefe provincial de Conservación de la Naturaleza reconoció que hubo días, tras el fuego, en los que los arrastres llegaron al Eume y provocaron algo de contaminación en el río. En las zonas de bosque, aún es pronto para saber si los árboles sobrevivieron o no al fuego o si quedaron dañadas, pero sí fue el espacio menos afectado.

¿Tienen alguna fecha aproximada en la que podría estar aprobado el PRUX?

No hay fechas, nunca nos las ponen desde la Administración. Ya hace muchos años que llevamos esperando, a pesar de que les marcan dos años para aprobar la regulación de la gestión. Estamos en una situación de alegalidad, por no decir ilegalidad. La propia Xunta asegura que si no hay avances es por la postura intransigente de los propietarios, pero eso no es cierto, la intransigente es la Xunta por no dar información. A nosotros nos dicen eso y a los propietarios les dirán que es culpa de los ecologistas. Al final, lo único que se hace es funcionar con absoluta opacidad.

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