El Ayuntamiento de Madrid defiende el coste de los polémicos toldos de Sol: “Bajan la temperatura diez grados”

“Tenemos una Puerta del Sol que ya no tiene tanto Sol”, decía la delegada de Obras y Equipamientos este miércoles para justificar la colocación de toldos en el corazón de Madrid. Lo hacía en la primera comisión de su área en la que daba cuenta de su funcionamiento, que consideraba exitoso debido al “reto de ingeniería” que ha supuesto, además de haber conseguido ajustarse a las exigencias de la Comisión Local de Patrimonio.

“Por primera vez en la historia de la plaza se ha creado un espacio de sombra de unos 2.000 metros cuadrados a lo largo de su arco norte”, destacó Paloma García Romero, además de señalar que estos elementos “bajan la temperatura aproximadamente 10 ºC”. La concejala aseguraba también que el diseño elegido buscaba “minimizar su presencia en el espacio y afectar lo menos posible al entorno BIC, un objetivo que se ha conseguido”.

García Romero detalló que hasta ahora se han ejecutado dos contratos para la instalación de los toldos, que suman casi un millón y medio de euros. A ellos se añadirá el que está en licitación para la recogida este otoño, almacenamiento y montaje la primavera de 2026 de los mismos toldos. El coste final -puntualizó- se desconoce aunque la base de licitación es de casi medio millón de euros, como adelantó Somos Madrid a principios de mes.

Y en respuesta a las críticas de la oposición, que reclamaba elementos verdes en la plaza, decía: “No se pueden poner maceteros, seguimos las indicaciones de la Comisión de Patrimonio (...) no se puede poner ni un geranio porque es BIC”.

El socialista Pedro Barrero le respondía indicando que “lo que ha ocurrido en la Puerta del Sol es el mejor ejemplo de cómo no se debe gestionar el espacio público ni el dinero de los madrileños y madrileñas” y destacaba que “la plaza más emblemática de nuestra ciudad se ha convertido en un enorme erial de granito y hormigón, incapaz de responder a la emergencia climática en la que vivimos”.

El concejal del PSOE recordaba que la obra costó 11,6 millones de euros “con sobrecostes y retrasos”. Y que la respuesta del Gobierno municipal ante las críticas por el calor insoportable fueron unos toldos “que han terminado costando más de 2 millones de euros, a razón de casi 600 € por cada metro cuadrado de sombra, apenas cubren un 5% de la plaza”. Y añadía: “Lo peor no es la ineficacia, lo peor es este despilfarro encubierto en contratos encadenados duplicados y fraccionados”.

Barrero alertó de que una de las adjudicatarias, Carpas Zaragoza, “protagonizó un escándalo con toldos idénticos con sobrecostes de hasta 13 veces el precio del mercado y con un gran resultado tan inútil como aquí”.

Vox también llevaba este tema a la comisión. Su portavoz, Ortega Smith, bromeaba sobre la intención de minimizar la presencia de los toldos que aseguraba la delegada: “Lo ha conseguido, porque realmente pasan absolutamente desapercibidos en cuanto a su función, pero ha logrado que nos llame mucho la atención el coste”, le respondía. “Lo peor de todo es que no dan sombra y eso lo puede comprobar usted, salvo unos determinados momentos, la mayoría de las sombras se pegan contra las fachadas de los edificios”, criticaba mientras aseguraba que “había soluciones mucho más económicas”.