Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Cada vez más menores necesitan apoyo para poder estudiar

Un total de 258 niños en Euskadi acuden al programa de la Cruz Roja. Foto: Cruz Roja Bizkaia.

Paola Fernández

Son muchas las familias que tienen problemas para poder salir adelante, lo que conlleva que la situación escolar de los niños sea muy complicada. Desde hace algunos años la Cruz Roja ofrece un programa de acompañamiento educativo en muchos municipios vascos. Pero, como explican sus responsables, no se trata sólo de ayuda académica, sino de crear un ambiente apropiado en el que estos niños puedan estudiar. Desde setiembre del año pasado, cuando comienza el curso escolar, Cruz Roja ha atendido a un total de 284 niños, 65 en Álava, 120 en Gipuzkoa  y 99 en Bizkaia. Todo este programa se puede llevar adelante gracias a los 153 voluntarios que participan en este proyecto.

Los niños que acuden a este programa vienen de familias en las que la mayoría de sus miembros están en paro o en el caso de que tengan trabajo “suelen ser contratos cortos, de media jornada o cosas así”, explica la responsable del proyecto en Álava, Ainara Valverde. Por ello, la mayoría de las familias que acuden no tienen ingresos y los que tienen son bastante bajos. Lucía Curtu es voluntaria en este programa en Donostia y explica que también acuden familias monoparentales en donde “el padre o la madre trabajan todo el día y si no traen al niño aquí, lo tienen que dejar solo en casa”. Estas situaciones de pobreza y exclusión, llevan consigo numerosas dificultades para el desarrollo de la crianza de los menores de edad que las familias tienen a cargo, lo que tiene consecuencias directas en su proceso de escolarización. En este sentido, entre las actividades del proyecto se encuentra el apoyo educativo, pero también actividades como la entrega de meriendas. En Gipuzkoa también ofrecen material escolar, así como ayudas económicas relacionadas con la escolarización y el rendimiento académico como becas de comedor o compra de libros.

En este sentido, Valverde explica que el proyecto tiene tres patas, el ocio, el apoyo escolar y el aporte alimenticio. Porque “lo mismo hay niños que sacan unas notas buenísimas, pero igual su ambiente en casa no es el más adecuado”. Algunas familias “igual no tienen dinero para pagar la calefacción y aquí en Vitoria hace mucho frio y mejor que los niños estén aquí”. Pero luego también “hay niños que necesitan el refuerzo académico como tal y no tanto la merienda”. Lucia señala que son familias que se encuentran en el umbral de la pobreza y los niños tienen ciertos problemas “no solamente en los estudios”, sino que a veces “esos problemas son los que hacen que tengan problemas en el colegio”. De hecho, cuenta que en el día a día intentan que los niños tengan recursos para que ellos solos puedan hacer los deberes, por ejemplo, “si tienen dudas en una palabra pues que miren en el diccionario”.

En aumento

Valverde destaca que el proyecto ha cogido fuerza desde el año pasado. Porque este proyecto lleva más años, pero al principio empezó como un grupo de apoyo escolar para los niños del barrio. En Gipuzkoa también Lucia cuenta que el proyecto empezó hace tres años “con muchos menos niños de los que hay ahora”. De hecho, al principio empezaron solo con niños de primaria, pero ahora algunos ya están en secundaria.

La responsable del proyecto en Álava explica que por demanda “sí que se podrían aumentar las plazas”, pero tienen falta de espacio. La verdad que a nivel voluntariado “tenemos un grupo majo que vienen asiduamente”, pero tampoco “no nos podemos comprometer a aumentar el número de niños porque también necesitaríamos más voluntarios y al final es como la pescadilla que se muerde la cola”. En Gipuzkoa se encuentran “incluso un poco desbordados”, porque tienen más solicitudes que plazas, “hay niños que están a la espera de entrar en el proyecto”.

Etiquetas
stats