Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

La mitad de los 'sintecho' que viven en Euskadi ha sufrido agresiones por su situación

Una persona rebusca en un contenedor de basura.

Eduardo Azumendi

Los incidentes y delitos de odio son actos de violencia, hostilidad e intimidación dirigidos hacia personas seleccionadas por su identidad. En el caso de las personas sin hogar que resultan víctimas de un incidente o un delito de odio, estas serían seleccionadas por el hecho de vivir en la calle, en una grave situación de exclusión social y por su especial situación de vulnerabilidad. Se trata de un fenómeno aún poco estudiado y por eso el Observatorio de Delitos de Odio contra las Personas sin Hogar- Hatento ha indagado en esta realidad por medio de 261 entrevistas en profundidad con ciudadanos que malviven en esta situación. Varias de esas entrevistas las han realizado en las calles de Bilbao y San Sebastián organizaciones adscritas a Hatento.

En el caso de la comunidad autónoma, más de 300 personas duermen en las calles y 1.500 lo hacen en recursos para personas sin hogar. Y lo que resulta más preocupante aún: cuatro de cada 10 que pernoctan en la calle lleva en esa situación más de tres años. Los resultados de esas encuestas han reflejado que al menos la mitad de los ‘sintecho’ ha sufrido algún tipo de violencia física o verbal única y exclusivamente por su situación de indefensión y exclusión en la que viven.

Sin duda, “estos datos son alarmantes y señalan en qué medida la intolerancia hacia las personas sin hogar está presente en nuestra sociedad. Más allá de la violencia estructural que implica vivir en la calle, esta situación viene acompañada de un tipo de violencia directa dirigida a recordarle a las personas sin hogar que son ‘los nadie’. El objetivo de esta violencia es humillar a sus víctimas”, explican los autores del trabajo.

El trabajo desarrollado por el Observatorio Hatento ha permitido conocer en qué han consistido los delitos de odio; en qué lugar y momento del día se producen más habitualmente; quiénes los cometen; cuáles son las consecuencias físicas, emocionales y prácticas más frecuentes de estos incidentes o delitos de odio y cómo reaccionan los testigos, en el caso que los hubiera.

“¡Si volvemos a verte por aquí, te quemamos vivo!”

En el 61,1% de los casos analizados hubo mensajes especialmente ofensivos. Su contenido es heterogéneo, pero es posible identificar algunos patrones comunes. “Una parte importante”, resalta el informe, “tiene que ver con la expulsión del espacio en el que se encontraba la víctima, con expresiones como ‘cabrón, qué haces aquí’!, ‘¡vete de este pueblo!’, ‘vete a dormir al vertedero!’ o ‘¡fuera de aquí, tirado de mierda!’. Otro grupo de mensajes consistía en amenazas directas, tales como ‘¡mañana vienes otra vez, que más lejos te mandamos!’, ‘¡te vamos a matar!’ o ‘¡si volvemos a verte por aquí, te quemamos vivo!’. El último grupo de mensajes consistía en insultos y calificaciones denigrantes, que frecuentemente aludían a su situación de sinhogarismo desde una perspectiva peyorativa. Algunos ejemplos son ‘este muerto de hambre no tiene ni media hostia!’, ‘¡eres una escoria humana!’, ‘¡mendigo de mierda!’, ‘¡vagabunda!, ¡guarra!’ o ‘¡eres una vergüenza para España!’”.

Según el relato de las entrevistas, en un 40,7% de los episodios, la persona o personas implicadas llevaban algún tipo de elemento intimidatorio, siendo los más

frecuentes palos, porras, piedras y botellas. Seis de cada diez incidentes se produjeron durante la noche o la madrugada, “cuando el nivel de desprotección y vulnerabilidad de las personas sin hogar es mayor. Durante estas horas, la afluencia de gente en las calles es menor y un acto tan cotidiano como dormir se convierte, entre las personas sin hogar, en un comportamiento de riesgo”.

¿Quiénes son las personas agresoras? El 87% de las personas responsables de los incidentes y delitos de odio fueron hombres y un 57% tenían entre 18 y 35 años de edad. En un 28,4% de las experiencias analizadas, las personas responsables de la agresión o humillación fueron chicos jóvenes que estaban de fiesta. Grupos de ideología nazi estuvieron implicados en un 7,3% de las experiencias.

Etiquetas
stats