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La Universidad Autónoma de Barcelona y la Pompeu Fabra, las de más alto rendimiento de España

La Universidad Autónoma de Barcelona

Daniel Sánchez Caballero

Las universidades públicas españolas destacan más por su labor investigadora y de transferencia de conocimiento, mientras que las privadas obtienen mejores resultados en enseñanza y aprendizaje. Es una de las principales conclusiones del Ranking CYD de universidades, elaborado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo, que evalúa 31 indicadores de todo tipo de 60 centros y 560 títulos agrupados en siete áreas de conocimiento.

Los dos centros que salen mejor parados de esta comparativa son catalanes. Las universidades Autónoma de Barcelona y la Pompeu Fabra son las que más indicadores “de alto rendimiento” presentan, seguidas por la Universidad de Navarra y la de Deusto (País Vasco). Los responsables del informe sostienen que “no es un ránking” en el sentido de que no hay un orden al uso de universidades. El ranking es una herramienta para futuros universitarios, para que evalúan qué universidad sobresale en cada aspecto determinado. Pero cada centro ha sido evaluado en 31 aspectos y calificado en cada uno de ellos en regular (rojo), normal (amarillo) y bueno (verde), con lo cual las comparaciones salen casi solas.

La Fundación CYD, que preside Ana María Botín y se dedica a “analizar y promover la contribución de las universidades al desarrollo económico y social de España”, ha dividido el estudio de las universidades en las categorías de Enseñanza y Aprendizaje, Investigación, Transferencia de Conocimiento, Orientación Internacional y Contribución al Desarrollo Regional, apartados que a su vez están compuestos por una serie de indicadores.

Indicadores poco habituales

De este desglose se obtiene que, con carácter general, “las universidades públicas están mejor en investigación y transferencia de conocimiento, mientras las privadas destacan en aprendizaje y orientación internacional”, según el responsable del informe y catedrático de la Universidad de Barcelona, Martí Parellada. Esta separación es coherente con la que ofrece otra clasificación, de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), que llegaba exactamente a la misma conclusión.

Los indicadores de investigación se miden a partir de publicaciones, producción artística, investigaciones vivas o fondos externos de investigación. Y de ahí sale que las universidades públicas obtienen mejores rendimientos relativos. De las siete con mejores resultados todas lo son excepto la Universidad de Deusto. Y todas están en el norte o el arco mediterráneo (Baleares, las dos citadas catalanas, la de Girona, Vigo y Jaume I de Castellón).

Los indicadores que establecen el ámbito docente son un poco más particulares. Miden cuestiones como la tasa de graduación en másteres y grados, así como la “atracción nacional” de cada centro. Es en este apartado en el que sobresalen las universidades privadas. Sin embargo, no son nada habituales en los principales ránkings internacionales de universidades y no suelen incluirse. En este caso sí aparecen porque uno de los objetivos del ránking es facilitar la elección de universidad a futuros estudiantes.

Cataluña manda

En cuanto a los centros, la Universidad Autónoma de Barcelona presenta un grado de “alto rendimiento” en 21 de los 31 principales indicadores evaluados y está en el top siete de universidades en los cuatro de los cincos aspectos estudiados. Le sigue la Pompeu Fabra con 18 indicadores en verde. Este centro catalán ya aparecía como el más productivo de España (siempre en términos relativos de productividad por investigador, en términos absolutos es una cuestión de tamaño de la universidad) y este informe de la Fundación CYD confirma su lugar preponderante en el mapa universitario español.

En tercer y cuarto lugar, las universidades de Navarra y Deusto (ambas con 14, ambas privadas, una gestionada por el Opus Dei, la otra por Jesuitas) y Mondragón (14 también). Les siguen los centros de Barcelona, Alcalá y Pontificia de Comillas de Madrid (13 indicadores de alto rendimiento), Politécnica de Catalunya y Autónoma de Madrid (12) o Salamanca (11).

Sin embargo, según los responsables del informe, “una de las asignaturas pendientes” de prácticamente todas las universidades españolas “es la inserción laboral” de sus graduados. En parte esto se debe a la dificultad que los centros encuentran para realizar el seguimiento de los estudiantes cuando abandonan la universidad, en parte a a las diferentes metodologías que utilizan para establecer esta inserción laboral. Y, en buena medida también, por la crisis económica en general y el mercado laboral español y su dualidad en concreto, incapaz de ofrecer a los universitarios puestos acorde a su formación.

El principal objetivo del ranking CYD es ayudar a los estudiantes a elegir el centro universitario al que quieren acudir. Para ello ha creado una aplicación en su página web (que estará disponible a lo largo del día de hoy) por la que el futuro universitario puede elegir los indicadores que le interesa tenga el centro al que quiera acudir y comparar cómo han sido evaluadas las diferentes universidades en esos aspectos.

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