Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El ataque limitado de Israel a Irán rebaja el temor a una guerra total en Oriente Medio
El voto en Euskadi, municipio a municipio, desde 1980
Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Un recorrido por el bar de Orsai

La fachada del Bar Orsai en Buenos Aires

José Di Bártolo

Buenos Aires —

Con la palabra “Orsai” se nos vienen a la mente una serie de conceptos para buscar una definición a la pregunta: ¿Qué es? Pero nadie mejor que su autor, Hernán Casciari, para sintetizarlo. Lo hizo en un post el día que Orsai cumplió nueve años: “En ese tiempo fuimos mutando a libro, a novela, a obra de teatro, a revista, a pizzería, a bar, a editorial, etcétera. La enumeración es intensa, pero lo que más me llama la atención es ese etcétera al final del resumen: cada vez me da más miedo”.

Y como bien dijo Casciari, una de las caras de Orsai es un bar. Sí. Un bar. Un espacio físico que se encuentra en el corazón de la cultura porteña: San Telmo, el barrio del tango por excelencia, donde cada fin de semana miles de turistas visitan las ferias y donde las casas son propias de una arquitectura de principios del siglo pasado. Ahí, Orsai tiene su lugar.

“Al momento de pensar el bar teníamos claro que debíamos instalarlo en un lugar emblemático de Buenos Aires, ya que lo que buscábamos que también fuera un polo de atracción para todos los lectores sudamericanos de la revista, que nos visitan semana a semana”, cuenta a eldiario.es el encargado de la gestión cultural del bar, Pablo Perantuono.

Capturar y replicar la mística de la revista. Así define Perantuono al sitio a la hora de caracterizarlo. “Buscamos –añade- cariño por el cliente, cierta manera artesanal de dar un servicio, buen trato, buena música y siempre buenas propuestas. Algunas salen muy bien, otras no tanto, pero lo importante es la honestidad de la oferta, su finalidad de conmover y divertir al visitante”.

Visitantes y actividades

Uno podría suponer que la gente que asiste a un lugar de estas características sabe (o al menos espera) lo que se encontrará. Lo asegura Perantuono: “La gran mayoría de los que nos visita se acerca porque quiere conocer el bar, del que se enteró por el blog, la revista o el Facebook”, pero al instante subraya: “Pero los hay que no. Tenemos una linda anécdota de alguien que se acercó sin saber de qué se trataba y generó un post en el blog

El bar de Orsai no es sólo un lugar para tomar o comer algo, sino que concentran allí una variada grilla de actividades. “Son muy bien recibidas por la gente”, dice Pablo al tiempo que enumera “en unos días inauguramos un ciclo charlas en el que dos artistas provenientes de distintas áreas dialogan y debaten sobre arte, cultura, creatividad, deseo; los jueves tenemos un ciclo literario, ”Los Mudos“, que ya lleva 5 meses haciéndose; y todos los días, por la mañana, funciona la Universidad Orsai, con talleres de narrativa, crónica y demás. Los domingos, además, hay ciclo de cine”.

Una idea que empezó en una charla entre dos personas y luego se cristalizó en octubre de 2011. Con una filosofía propia de la gente que forma parte de Orsai, la aventura de arrancar algo similar en otro lugar está en la mente de ellos: “Es una idea, pero todavía está a muchas millas de ser un plan, y a un océano de ser una realidad”, sentencia Perantuono.

Etiquetas
stats