Cómo ser moderna y no morir en el intento
O mejor, cómo ser una mujer moderna y no morir en el intento de encontrar el amor. Raquel Córcoles, conocida como Moderna de Pueblo, vuelve a sacar libro. Con el personaje de siempre y rodeada de los mismos prototipos llevados a la comicidad y el extremo, Los capullos no regalan flores es una vuelta de tuerca más a esa rubia que intenta sobrevivir en la gran ciudad, expuesta a los peligros que supone que todo sea tan accesible, liberal y moderno. Esta vez, a los obstáculos que ya se iba encontrando en su primer libro por ser de pueblo —ser de pueblo como actitud—, hay que añadirle la problemática de los capullos: hombres.
Tres amigas, una madre moderna (también) con blog y divorciada, un amigo homosexual, una rubia con ganas de enamorarse y un circuito de capullos estereotipados, son los ingredientes del cómic que nos presentan para el próximo Día del Libro. Aunque se ha dicho que es un libro antihombres, la intención de Raquel Córcoles probablemente no haya sido la de crear un mundo feminista-radical, sino que se ríe y cuenta con humor los tópicos con los que una mujer joven hoy en día se topa: miedo al compromiso, cooltoretas, promiscuidad, falsas apariencias e infidelidad. Lo que demuestra que el mensaje del cómic no es tanto un antihombres como la propia autocrítica y burla, es que el personaje más ridiculizado es el suyo, el de la rubia. Aunque es muy consciente de qué tipo de capullo tiene ante ella, se va obcecando con todos.
Más que un libro feminista, parece que el enemigo común es el príncipe azul y las adorables princesas de los cuentos de hadas: el beso a la rana, el rosa de los vestidos, la idealización del amor, las películas con final feliz, los besos de tornillo levantando una pierna y el suspiro con cigarro incluido en la cama, reposando sobre el hombro de tu apuesto amante. En contra de ese espejismo amoroso, Raquel Córcoles carga su cómic de sarcasmo y sátira sobre las relaciones de hoy en día, y lo aliña con unos toquecitos de realidad: capullos hay en todas partes, pero en las ciudades un poco más.
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