La Green Capital se queda sin su experiencia piloto de gestión de residuos
El convenio firmado entre la Universidad del País Vasco y el Gobierno de Javier Maroto para analizar la gestión de residuos en la capital verde por excelencia, Vitoria, ha quedado interrumpido a falta de completarse en su totalidad. Quedan pendientes de ejecución la segunda y tercera fase del compromiso contraído entre ambas partes que incluía la implantación de una experiencia piloto en un barrio de la ciudad destinada a cuantificar la generación de basuras y su posterior evaluación. Concluir el estudio iba a suponer un coste para las arcas municipales de 6.000 euros, una cantidad asumible. Sin embargo el Gobierno popular ha decidido renunciar al ensayo.
EH Bildu y el PNV han reprochado al Gobierno municipal esta decisión. “Esto nos parece una muestra más de la forma de obrar del PP de falta de consistencia y falta de proyecto. Han tirado a la basura, nunca mejor dicho, este convenio”, denuncia el portavoz de EH Bildu, Kike Fernández de Pinedo. “Al no haberse finalizado se me queda un sabor agridulce porque parece que, a la luz de los hechos, que con este proyecto tan solo perseguían dar con argumentos para justificar la modificación de la ordenanza de la tasa de basuras, que sí inspiró originalmente la propuesta. Pero también se planteaba otra cuestión de fondo: comparar diferentes modelos de gestión de basuras para tratar de minimizar la llegada de residuos al vertedero. Esto no parece ser de importancia para ustedes”, ha declarado el portavoz del PNV, Alvaro Iturritxa.
La reforma de la ordenanza a la que hace referencia el representante jeltzale propuesta en su día por el alcalde Javier Maroto fue rechazada en bloque por los grupos.
Oportunidad perdida
Ante las críticas de ambas formaciones el concejal de Hacienda, Manu Uriarte, ha asegurado que el convenio suscrito no se ha roto. “Hemos decidido paralizar las últimas fases porque no tenían sentido sin esa modificación de la ordenanza. Era un convenio para diseñar herramientas fiscales que generasen reducción de residuos y aumento de recaudación. Y ustedes rechazaron la alternativa que les presentamos en base a ese estudio. Ahora bien, no quiere decir que en un futuro, en caso de estar interesados, no podamos reactivar el convenio para desarrollar las siguientes fases ”.
El jeltzale Alvaro Iturritxa, en desacuerdo con este argumento, lamenta la oportunidad perdida. Iturritxa sostiene que no es necesario modificar la ordenanza para implantar el ensayo en un único barrio de la ciudad y a modo de prueba, tal y como recomendaba la catedrática responsable del estudio, Miren Artaraz. “Lo importante no es la regulación de la tasa de basuras sino establecer mecanismos que contribuyan a minimizar la llegada de residuos al vertedero. Luego esto podría tener también su reflejo en los precios públicos, para aumentarlos o para reducirlos en el caso de que se consiga la implicación de los ciudadanos o las empresas”, concluye el portavoz jeltzale. El concejal de EH Bildu, Kike Fernández de Pinedo, coincidía. “Nos parece lamentable que después de ese intento fallido de hacer caja con la llamada eco-tasa, que no contó con ningún apoyo, rompan sin más el convenio”·