El PP aspira a tener una Policía municipal más humana
El alcalde de Vitoria Javier Maroto ha puesto especial acento, al explicar la remodelación de su Gobierno, en los cambios a aplicar en el actual modelo de Policía Local y no tanto en las sustituciones en las concejalías involucradas en polémicos asuntos, lideradas por las cesadas Marian Castellanos y Encina Serrano. El edil popular considera que calificar los abandonos de ambas concejales, uno debido a su desgaste personal y el otro para optar por la jubilación, como crisis de Gobierno “es rizar el rizo”. “Aunque ustedes insistan en destacar las cesiones de las concejalas, lo más importante de esta remodelación es el giro de 180 grados en las funciones de los agentes de calle”, recalcaba el alcalde.
Javier Maroto pretende recuperar el modelo de Policía local instaurado por el peneuvista José Angel Cuerda, que diseñó de la mano del recién nombrado coordinador general de Seguridad Ciudadana, Alfredo Piris. “En primer lugar la Policía tiene que informar, atender, colaborar, orientar y sólo en el último lugar, sancionar y no utilizar la cadena inversa”, enumeraba Maroto para explicar los cambios que planean no tanto en la estructura de la Policia sino más bien en su filosofía y modos de actuar. “La ciudadanía los percibe como sancionadores y recaudadores y no de be ser así. tenemos que recuperar el espíritu que la policia tuvo en su origen”, insistía.
La oposición reclama un comisario
Ante este anuncio la oposición criticaba que la Policía local siga “descabezada y sin liderazgo” por la ausencia de un comisario, cuyo nombramiento esta pendiente desde hace más de medio año. El socialista Patxi Lazcoz preguntaba al alcalde quién está entonces al mando del cuerpo local.
El alcalde comparecía esta mañana a petición del PNV y del PSE para responder a las críticas suscitadas tras su anuncio de la entrada en la Junta de Gobierno de dos nuevas caras, Elena Izuel, como concejal con dedicación especial para la Mesa de Contratación del área de Hacienda e Iñaki García Calvo, como concejal delegado del área de Cultura así como la colocación de Alfredo Piris al frente de la Policía Local como coordinador general. Estas decisiones, según la oposición, reponden a la política errática del alcalde y a su pretensión de tapar los errores cometidos durante su legislatura y exigían a Maroto que clarifique, “una vez conocidos los nuevos miembros, las nuevas líneas a seguir el los departamentos”, manifestaba el naciuonalista Gorka Urtarán. Bildu Y PSE conicidían al solicitar al alcalde que abandone su escaño en el parlamento para dedicarse en exclusiva y “no a media jornada”- decía Lazcoz- a dirigir el Gobierno municipal y atender los intereses de los ciudadanos de Vitoria.