Alberto Garzón: “Que despierte ya la oligarquía de sus sueños húmedos porque vamos a sorprenderla”
El candidato a la presidencia por UP-IU, Alberto Garzón, ha defendido este miércoles, en un mitin en la recta final de la campaña de las elecciones generales, la radicalidad de su proyecto frente a sus rivales, “que corren todos hacia el centro, en un estilo de moderación casi imposible hace un tiempo”, en alusión a PP, PSOE, Podemos y C's. “Somos radicales, porque vamos a la raíz de los problemas. No atacamos los síntomas, sino la enfermedad”, ha enfatizado, convencido de que “la solución pasa por la lucha colectiva”.
Por ello, ha clamado por esos “pocos votos” que entiende que les faltan hasta el domingo y que “servirán para constituir un grupo parlamentario determinante”. Y lo ha hecho en Sevilla, donde en 2011 sacaron un diputado y conservan opciones de repetir resultados, pese a la feroz competencia del nuevo escenario de la política.
El líder “que gana los debates sin asistir”, en palabras de los compañeros que le han precedido en las intervenciones, se ha mostrado seguro de que el próximo domingo van a “superar las expectativas” y “reventar las encuestas”. En este sentido, ha avisado: “Vamos a sorprender a esa oligarquía que tiene sueños húmedos pensando que no vamos a estar en el Congreso de los Diputados. ¡Qué se despierte ya!”. Porque “en estos tiempos de tinieblas y oscuridad” se hace necesario “arrojar la luz de la lucha colectiva”, por lo que ha animado a los presentes a depositar, el lugar del “voto útil” que demandan sus contrincantes, “un voto fértil”, para sembrar el cambio respaldando “una candidatura de justicia social y de principios incorruptibles”.
“La izquierda de verdad” -la trabajadora, republicana y pacifista- ha animado con consignas en esta línea desde el público congregado en el polideportivo Mar de Plata de Sevilla, en un encuentro que ha comenzado con un aplauso para el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, quien se encuentra apartado de la campaña por motivos de salud y ha sido el gran ausente. Para la cita, UP-IU ha elegido el barrio de Los Remedios, tradicional feudo del PP en la capital hispalense, y desde donde ha lanzado su grito “para darle la vuelta a este país”.
En el mitin más multitudinario que ha protagonizado hasta la fecha Alberto Garzón en Andalucía, se ha centrado en la defensa de una nueva Constitucional Española, “que refleje la prohibición de privatizar lo que es de todos”, lo que ha definido como “la corrupción legal” porque se ha hecho con empresas que “tenían en común que daban beneficios”, y que también blinde derechos como la sanidad, la educación, las pensiones... “Para conquistar las cosas no se pide permiso”, ha incidido consciente de que es pertenece a una generación que toma el relevo de otra cuyos logros en pro de la libertad y la democracia ha elogiado, porque “un nuevo país no se construye desde la desmemoria”.
En las 100 páginas del programa electoral de IU-UP, que ha desglosado para su auditorio, va este compromiso, y también otros a los que se ha referido como la derogación de la Lomce; el establecimiento de una renta mínima; la aprobación de un decreto de paralización de desahucios; y un nuevo modelo productivo que pasa por la banca pública, por la derogación de “las dos reformas laborales” -la del PP y también la del PSOE- y por nacionalizaciones de empresas que fueron privatizadas “porque daban beneficios”.
Por su parte, el coordinador provincial de IU en Sevilla, Manolo Lay, ha agradecido a todos los simpatizantes y militantes que “han llevado a cada rincón la voz que nos ha negado la oligarquía”, refiriéndose expresamente a los debates en televisión que han dejado fuera a esta candidatura de unidad popular. Ha mencionado el mitin de la noche previa en La Latina de Madrid, “donde Alberto Garzón reventó las costuras del silencio”, después de verse obligado a repetir para el millar de personas que se había quedado fuera.
Mientras, el número 1 por Sevilla para el Congreso de los Diputados, Miguel Ángel Bustamente, que ha comenzado recordando el 4 de diciembre de 1977 -muy presente en la campaña desde el error de Pablo Iglesias que lo confundió con un referéndum para la independencia- en el que Andalucía se echó a la calle para demostrar “que otra forma de relacionarse entre los pueblos era posible” y que “la movilización del pueblo permite la participación en la toma de decisiones”.