Una bengala es algo efímero, una señal pirotécnica para guiarse y encontrarse. Es una forma de decir “estamos aquí”, escrito con luz y fuego. “La bengala representa mucho lo que hacemos”, dicen Alessandra García y Violeta Niebla, dos artistas malagueñas que integran la cooperativa Dos Bengalas. “También somos esa bengala que define al tigre: salvaje e impredecible”, añaden.
Alessandra García es artista y creadora, licenciada en interpretación textual por la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga. Su obra se centra en el teatro participativo, relacional y en las artes vivas. Y Violeta Niebla es escritora y artista visual; estudió Filología inglesa, pero su producción artística se enfoca hacia la fotografía y la poesía.
La cooperativa fundada por ambas, Dos Bengalas, es una de las pocas de Andalucía que se dedican en exclusiva al trabajo cultural y artístico. Es también una de las más nuevas, registrada en noviembre de 2024.
Dos Bengalas, como firma, apareció mucho antes de la formación de la cooperativa, por la necesidad de Alessandra y Violeta de diferenciar los proyectos comunes de las obras individuales de cada una. “Dos Bengalas está tanto en la gestión cultural como en la creación”, comentan.
Comenzaron a trabajar juntas en 2014 con Yo ya no soy rara, una pieza escénica estrenada en el Festival FACYL, de Salamanca. Desde entonces han colaborado en una decena de proyectos, destacando La lista de la compra, un dispositivo escénico en supermercados en el que emplearon una “herramienta similar a la audioguía de los museos para conseguir el paralelismo entre estos dos lugares”.
Alessandra y Violeta trabajaron como autónomas hasta 2024, cuando otros colegas artistas les recomendaron registrarse como cooperativa. “Decidimos probar. Ser cooperativa andaluza nos hace sentir bien por esa representación que siempre han tenido. Las cooperativas tienen un componente de comunidad, de trabajo con el cuerpo, con el que nos identificamos”, explican, si bien también reconocen que “aún es muy pronto” para sopesar si las ventajas superan a su trabajo previo como autónomas. “Ya veremos a final de año”, comentan.
La cooperativa ofrece servicios de producción escénica y gestión cultural, además de talleres de teatro y poesía. “Actualmente estamos con la producción de La obra del Mar, una exposición escénica de García, con el apoyo de la Fundación Teatral Antonio Banderas”.
Dos Bengalas también organiza la gala de FANCINE, el Festival de Cine Fantástico de la Universidad de Málaga, que en noviembre presentará su trigésimo cuarta edición. Además, realizan acciones artísticas como parte de eventos y aniversarios: ejemplo de ello fue Esto es el paraíso, un homenaje a los 70 años de la biblioteca Cánovas del Castillo.
Las dos coinciden en que el trabajo burocrático que requiere la cooperativa, el más desagradecido, es también lo que les aporta la autonomía para desarrollar su labor artística.
Alessandra y Violeta son nacidas y criadas en Málaga capital. “Yo nací en El Bulto, un barrio que ya no existe”, comenta Alessandra. Violeta nació en La Princesa, pero también ha vivido en los barrios malagueños de El Perchel, Huelin, en el centro y en La Trinidad. Por eso resulta sorprendente que Dos Bengalas esté registrada en Sierra de Yeguas, un municipio de unos 3.500 habitantes, en la frontera entre las provincias de Málaga y Sevilla.
“Nosotras revindicamos a la Andalucía interior, a los pueblos de 3.000 habitantes o menos”, declaran las artistas. “Después de toda una vida trabajando en Málaga capital, valoramos mucho lo que los pueblos pequeños tienen para aportar”. “Los pueblos más pequeños tienen muchos menos recursos para la oferta cultural, que tiende a ser baja o nula, sobre todo en cuanto a lenguajes contemporáneo”, realidad que conocen de cerca gracias a residencias artísticas en las que han participado.
Por este motivo, consideran que establecer su sede en Sierra de Yeguas es una relación de mutuo beneficio. “Queríamos para nuestra sede una casa amplia, cosa que no hubiera sido posible en Málaga capital”, comentan. Dos Bengalas tomó como sede una casa antigua de 400 metros de superficie, la Casa Charco.
“Casa Charco es un proyecto de casa-artista. Se habla de casa de artistas, pero nosotras en este caso queremos que la casa sea la artista, donde haya residencia artística, obras inmersivas, gastronomía efímera. Donde haya proyectos que nazcan y mueran en la casa”, sentencia.
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Días de Empresa es un espacio en el que eldiarioand quiere contar las historias de las empresas andaluzas. Cómo discurre sus días, cómo nacen y cómo se consolidan, y cómo, desde aquí, desde Andalucía se construye sociedad a través de las iniciativas empresariales.
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