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La escuela pública lucha por sobrevivir en Cádiz: cierra otro colegio y la mayoría de las aulas están ya en la concertada

Imagen del colegio de Infantil y Primaria Adolfo de Castro.

Pedro Espinosa

2 de marzo de 2024 20:36 h

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Los muros del colegio Adolfo de Castro, en Cádiz capital, eran, en principio, blancos. Pero el ímpetu de su profesorado y la imaginación desbordante de su alumnado lo fueron llenando de colores en los últimos años. Dibujaron árboles, flores, nubes, estrellas, arcoíris. Una de sus pintadas, en uno de sus laterales, gritaba con letras negras y rojas “CEIP Adolfo de Castro. El cole de tu barrio”. Este centro cerrará sus puertas en junio tras una lenta agonía por la falta de estudiantes.

Como lo han hecho anteriormente en Cádiz otros ocho colegios. Todos públicos. No hay suficientes niñas y niños para llenar las aulas de los 27 centros educativos que quedarán abiertos en el curso 2024/2025 en la capital gaditana. Los defensores de la escuela pública temen que tras el de Adolfo de Castro vengan otros cierres.

A esta situación se llega tras una imparable pérdida de población que ha dejado a la capital gaditana como la de menos habitantes de Andalucía (111.811 según el último padrón), y la tercera ciudad de la provincia (tras Jerez y Algeciras). En 2015 hubo en Cádiz 868 nacimientos. Este próximo curso entrarán en primero de Infantil los nacidos en 2021, año en el que solo hubo 548 nacimientos, un 63% menos. A pesar de este descenso evidente, la Junta ofertará las mismas plazas que en los últimos años: 1.000. En Cádiz quedan 14 centros públicos y 13 concertados, pero los segundos tienen autorizadas este curso más aulas que los primeros. Según la Federación Local de Madres y Padres (Flampa), 575 son plazas concertadas, 425 públicas. La concertada parte de salida con un 15% más.  

De los 27 colegios, 10 están en el casco antiguo, donde la falta de niñas y niños es aún más evidente que en extramuros. En el centro de Cádiz hay siete escuelas públicas y tres concertadas y fuera de las murallas son diez concertados y siete públicos. El envejecimiento de la población y la conversión progresiva de muchos edificios en viviendas turísticas ha reducido considerablemente el número de escolares y hace que aquí solo se oferten 300 plazas. El pasado curso solo se cubrieran 148, menos de la mitad. Aquí, en el centro histórico, donde tres de los 10 colegios son concertados, el 33,3% de las plazas ofertadas son concertadas.

Ocurre algo muy diferente en la parte nueva de la ciudad. De sus 700 plazas ofertadas, el 66,67% son concertadas. Tras el cierre del Adolfo de Castro, los centros concertados serán aquí mayoría. Nueve frente a ocho públicos. En esta zona están los colegios más demandados: San Felipe Neri, Amor de Dios, Salesianos o San Vicente de Paúl, que mantienen tres o dos líneas en Infantil, con un máximo de 75 plazas. Colegios de grandes dimensiones en zonas de clases medias, con enormes patios, instalaciones deportivas y hasta auditorios. Un situación que contrasta con la del centro histórico, que es donde se han ido cerrando la mayoría de colegios: la Institución, el José León de Carranza, el Eduardo Benot, el Carmen Jiménez o el Manuel de Falla.

¿Cómo se ha llegado a esto? “Ha faltado una planificación, no se han tenido en cuenta estos datos de descenso de natalidad y se han mantenido los conciertos, mientras han ido reduciéndose las líneas de los colegios públicos, o, directamente, cerrando centros”, se queja Silvia Pérez, de la Flampa. Según sus datos, desde 2019 Cádiz ha visto cerrarse nueve líneas de colegios públicos y dos centros, la Institución y el Adolfo de Castro. Frente a ellos, en este mismo período solo se han eliminado cuatro líneas en la concertada, en los colegios Francisco de Asís y María Auxiliadora.

Los conciertos se acuerdan por un período de cuatro años, recuerdan fuentes de Ustea, por lo que es más complicado reducir plazas en estos colegios, frente a la pública que, año tras año, se adapta a la demanda. Por eso, la Marea Verde pide que se reduzcan las plazas concertadas para que ningún otro centro público tenga que cerrar.

Sobran plazas en los centros públicos

Durante muchos años, mientras se desbordaba la demanda en colegios concertados, que se veían obligados a baremar, en la mayoría de centros públicos de Cádiz sobraban plazas. El anterior equipo de gobierno municipal, con José María González como alcalde, impulsó campañas de promoción de la escuela pública: pagó anuncios, ayudó a organizar olimpiadas escolares y financió mejoras en infraestructuras para que presentaran una mejor cara.

Según explicó este jueves en el pleno municipal el portavoz de Adelante Izquierda Gaditana, David de la Cruz, esta apuesta “ha conseguido que el porcentaje de matriculaciones mejore en la pública”. En la lista de 10 colegios más solicitados el curso pasado figuran dos públicos: el Reyes Católicos y el Carola Ribed, ambos altamente reconocidos por su alto nivel educativo y su apuesta, en el caso del Reyes Católicos, por la enseñanza bilingüe en francés. El Tierno Galván, el Campo del Sur o el Santa Teresa han mejorado sus patios en los últimos cursos para poder acoger las olimpiadas escolares, una celebración festiva y deportiva que ha servido para visibilizar sus instalaciones.

La campaña, que sostiene ahora la Flampa y la Marea Verde, insiste en tres ideas: “La educación pública es la única gratuita; los mejores expedientes en Cádiz están en la pública, y es la única manera asegurar plaza gratuita en Bachillerato”. Los centros se afanan estos días en intentar atraer matrículas organizando jornadas de puertas abiertas, lanzar mensajes de autopromoción, ensalzar sus huertos escolares, sus proyectos de investigación o sus métodos innovadores.

Glorieta de la Educación Pública

La Flampa en este mes de escolarización quiere que se vea lo bonito de la escuela pública. Que no pase como en el Adolfo de Castro, cuyo cierre se vio irreversible en el inicio del pasado curso. De sus 33 estudiantes, nueve, con edades entre 3 y 8 años, han compartido aula. Todos será trasladados en septiembre al colegio vecino Fermín Salvochea.

Esta semana se ha conseguido un propósito que parecía difícil. Que el gobierno municipal del PP, con mayoría absoluta, apoye la moción auspiciada por la propia Marea Verde y presentada por Adelante Izquierda Gaditana, para que una plaza de la ciudad lleve el nombre de Glorieta de la Educación Pública. Se ha aprobado por unanimidad en pleno. “Lo que no se ve no existe y la educación pública necesita que se la vea”, defendió ante los concejales Miguel García, el portavoz de Marea Verde.

La idea es que la glorieta se inaugure el 9 de septiembre, coincidiendo con la vuelta al cole. Será en un curso ya sin clase tras los muros de colores que pintaron las niñas y niños del Adolfo de Castro. Hace solo seis años que este colegio fue premiado por el Ministerio de Educación por sus buenas prácticas en salud. Tenía la bandera verde de la Junta como ecoescuela. Contaba con un huerto, comunidad de aprendizaje y destacaba como escuela de paz. Los dibujos de sus paredes eran reflejo de todo eso. Para el 9 de septiembre ya se sabrá qué habrá pasado en el proceso de matriculación de este año. Si han funcionado o no los esfuerzos realizados en esta lucha por la escuela pública. Si se mantienen o se pierden líneas. Si otra espada con forma de cierre se eleva sobre otros patios de colegios de Cádiz.

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