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La candidatura de Espadas al PSOE andaluz abre otra pelea con los susanistas por la Alcaldía de Sevilla

Juan Espadas y Susana Díaz se enfrentarán en las primarias por la candidatura del PSOE a la Junta.

Daniel Cela / Antonio Morente

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El paso dado por Juan Espadas para disputarle a Susana Díaz la candidatura del PSOE andaluz a la Junta dibuja un paisaje inmediato de enfrentamiento en Andalucía, pero a la vez abre la puerta a medio plazo a otro choque que tendrá como epicentro la Alcaldía de Sevilla, la capital de más peso que gobiernan los socialistas en España. Si el alcalde hispalense logra imponerse en las primarias, su intención es la de continuar como regidor hasta que se convoquen las elecciones autonómicas –fijadas en principio para finales de 2022– y aprovechar este tiempo para dejar amarrado su relevo en el Ayuntamiento.

La oposición municipal, de derechas e izquierdas, ya lo da por amortizado, le considera un “alcalde ausente”, y le pide que dimita ya si va a centrarse en su pulso contra Díaz. Esta tesis no sólo se oye en boca de las fuerzas rivales a Espadas, también en el círculo susanista de Sevilla. A día de hoy, y con la ley en la mano, tras la salida del alcalde hispalense, su cargo le corresponde a su número dos, la primera teniente de alcalde, Sonia Gaya, una persona de la absoluta confianza de Susana Díaz. La ex presidenta andaluza es plenamente consciente de que su batalla con Espadas -por extensión contra Pedro Sánchez- se juega en estos dos escenarios y en tiempos casi simultáneos: el cartel electoral andaluz y el Ayuntamiento de Sevilla.

El adiós de Espadas a la Alcaldía supondría, según la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG), su sustitución por la primera teniente de alcalde, Sonia Gaya, que proviene del área de Enseñanza de UGT Andalucía y fue consejera de Educación en el último Gobierno de Díaz. Aunque no de forma automática, “la vacante en la Alcaldía se resuelve conforme a lo previsto en el artículo 196 [elección de alcalde], considerándose a estos efectos que encabeza la lista en que figuraba el Alcalde el siguiente de la misma, a no ser que renuncie a la candidatura”

La ex presidenta andaluza le impuso a Espadas la inclusión de Gaya como número 2 en la lista socialista a las últimas municipales. Esto significa que Sevilla, la cuarta ciudad de España y la principal capital que gobierna el PSOE en todo el país, estaría en manos de los susanistas, tal y como ya lo está la Diputación provincial sevillana, que preside Fernando Rodríguez Villalobos.

Este escenario es el que quieren evitar a toda costa tanto Ferraz como Juan Espadas. Pero de partida, y dado el imperativo legal de que la persona que sustituya al alcalde sea el siguiente concejal en orden de prelación, la primera en la lista de manera oficial es Sonia Gaya. Esto implica que para que la Alcaldía la ocupe alguien de la confianza de Espadas, Gaya tendría que renunciar a su actual posición, algo que de momento no entra en sus planes ni tampoco en los de Díaz. Para Ferraz también existe la fórmula de tentar a la concejala con un puesto de relevancia fuera del Ayuntamiento, lo suficientemente atractivo para que ella abandonase el escaño por su propio pie y despejase el relevo a los espadistas. Se probó hace unos meses, y no función.

Gaya es la delegada de Hacienda y Administración Pública, una función importante en el Ayuntamiento de Sevilla pero con muy escasa visibilidad pública. La relación con el alcalde es correcta pero no pertenece ni mucho menos a su círculo de confianza, una falta de conexión política que se repite en la ejecutiva provincial del PSOE sevillano, controlada por Susana Díaz y en la que Espadas es vicesecretario general y Gaya, secretaria de Organización. 

Todo condicionado por las primarias

Esta derivada de la confrontación entre Díaz y Espadas, no obstante, quedará muy condicionada por el resultado de las primarias que se celebrarán el 13 de junio. Si Díaz gana, es obvio que Espadas continuará como alcalde aunque su propia dirección regional no le pondría las cosas fáciles. Tampoco la oposición del PP municipal que, aunque sigue enredada en sus cuitas internas, tendría la ayuda del Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla para desgastar al alcalde con el lema de “no le quieren ni los suyos”. Si por el contrario el que se impone es el actual regidor sevillano, la corriente sanchista confía en que la victoria sea demoledora, hasta tal punto que ya sería absurdo que Díaz intentase cualquier maniobra con la Alcaldía.

Situados en este segundo escenario, Espadas tendría el camino allanado para convertirse en diciembre en secretario general del PSOE andaluz -previa renuncia de Díaz- y seguiría como alcalde hasta que se convocasen las elecciones autonómicas. Para ello ya se tiene afinado el relato que justificaría esta acumulación de cargos, recordando casos como el de Teófila Martínez en el PP, que fue dos veces candidata a la Junta sin dejar nunca de ser alcaldesa.

La duda del relevo

La intención de partida es que en la designación de su sustituto juegue un papel fundamental el propio Espadas, y sobre el papel la idea es que la persona elegida sea candidata a la Alcaldía en las elecciones municipales de 2023. Esto implica que tendría casi un año de rodaje en el cargo en el más tardío de los escenarios, si no hay adelanto electoral –como insiste una y otra vez Juan Manuel Moreno– y las autonómicas se celebran a finales de 2022.

Esta es la opción principal, aunque tampoco se puede descartar que, cuando se acerquen las municipales, el PSOE se incline al final por un candidato externo. Dependerá mucho del rival que ponga sobre la mesa el PP, que ya le ha hecho saber a su actual portavoz municipal, Beltrán Pérez, que no repetirá. Todas las miradas apuntan al alcalde de Tomares y senador, José Luis Sanz, aunque también tiene sus opciones la consejera de Cultura, Patricia del Pozo. En ambos casos, se trata de candidaturas fuertes.

Esta lucha por gobernar la capital andaluza, de esta manera, tendrá a dos contendientes inéditos hasta la fecha y refuerza la incertidumbre sobre el resultado final. Sea como sea, el candidato socialista a alcalde tendrá que pasar por unas primarias para refrendar su posición, un proceso que en el PSOE se ve hoy muy lejano ante la inminencia del choque para decidir quién se enfrentará a Juan Manuel Moreno por el Gobierno de la Junta.

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