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La concejala a la que insultó Froilán: “Que te llame flojo quien no ha dado un palo al agua es un poco caricaturesco”

Néstor Cenizo

El domingo por la tarde hubo un encontronazo en la cafetería del AVE Madrid-Sevilla. Eduardo Zorrilla, Remedios Ramos, Toni Morillas y Ernesto Alba regresaban del Comité Central del Partido Comunista, y como a los dos primeros (concejales del ayuntamiento de Málaga) les habían asignado el vagón en silencio, decidieron pasar el viaje charlando en la cafetería.

Lo que ocurrió allí es que un joven de gorra azul oscuro, abrigo azul, pantalones chinos y mocasines se inmiscuyó en la conversación para insultarlos y despreciarlos, primero mascullando, y después en voz alta. La Casa del Rey no ha confirmado que Froilán de Marichalar y Borbón sea el protagonista principal de esta historia, pero los otros cuatro no tienen dudas: quien les insultó fue Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, el primogénito de la infanta Elena y Jaime de Marichalar.

El joven llevaba la misma ropa que había vestido por la mañana el nieto del rey emérito, a quien había visitado después de su operación de rodilla, el domingo por la mañana. Froilán ha sido visto en varias ocasiones en fiestas en Marbella, donde ha celebrado alguno de sus cumpleaños.

Remedios Ramos es concejala de Málaga para la Gente-IU y a quien primero se dirigió Froilán. En el Comité del domingo fue nombrada, además, responsable federal de movimiento republicano en el PCE. El encontronazo con Froilán fue su estreno.

¿Cuándo ocurrió el incidente?

Volvíamos a Málaga el domingo, en el AVE que sale a las 18.30. Fuimos directamente a cafetería, porque nos tocó el vagón en silencio. Estábamos Eduardo y yo en un vagón, y Toni Morillas, que fue concejala de IU en Málaga, y Ernesto, que es secretario del PCA. Estábamos hablando de la semana y Toni sacó el tema: “He pasado una semana de tanto trabajo que cuando llegaba a casa me desconectaba poniendo memes de lo que había ocurrido con la reina”. Empezamos a hacer bromas y a reírnos. Yo estaba de espaldas a la ventana y de frente al pasillo.

¿Cuál era el tono de las bromas?

Recordábamos el tono tan gracioso de los memes. Porque a nosotros, que somos todos republicanos, nos trae al pairo que se peleen como que no. No hacíamos de eso una causa. Nuestra conversación era en plan broma de lo que había salido.

¿Hubo algún insulto?

Ninguno. No, no, no. Nada. Nada. Cero. Cero. Estábamos de pitorreo con el meme de las meninas y con otros así. Después de dos o tres bromas así de los memes no volvimos a decir nada más de la Monarquía, ni bueno ni malo, porque esas cosas las discutimos en los órganos y ya estamos cansados para repetirla y era echar un rato de charla. Empezamos a hablar de los cambios en el ayuntamiento de Málaga. Y entonces yo vi a un chico que nos miraba, comiendo un bocadillo, con una gorra… Y dije “parece que nos está diciendo hijos de puta”.

¿Cómo lo decía?

Por lo bajini. En esto me mira fijamente, lo miro y dice: “Qué asco. Qué asco”. Y le digo, “Niño, ¿qué estás diciendo? ¿qué asco de qué? ¿Es a mí?”. Y me dice: “Tú sabrás por qué”. Estábamos hablando del ayuntamiento [gobernado por el PP] y justo al hablar de eso es cuando dice “qué asco”, así que pensé que era alguien del PP cabreado. Entonces le dijo Eduardo [Zorrilla] que qué estaba diciendo. Y dice: “que qué asco me dais. Tú sabrás lo que has dicho también”. Entonces cuando le oí la voz, yo les dije que era Froilán. No me creían y les dije que buscaran en Google. Lo miró Toni Morillas y  era Froilán. Entonces les dije “vamos a dejarlo ya”, porque estaba alterado. Les dije, “vamos a hablar de la primavera”. Se acercó a la barra y empezó a hablar por el móvil por videoconferencia, y estaba diciendo “estos flojos de mierda…”. Y ya lo dejamos.

¿Cómo vestía?

Llevaba los mocasines marrones, un pantalón chino clarito y anorak azul marino. Al llegar a casa buscamos las noticias del día y sale él con la abuela con la misma ropa que llevaba en el tren. La única diferencia era una gorra azul.

¿Cuánto duró el incidente?

Estuvo un buen rato en el vagón mascullando. Más de media hora. Luego él se metió para preferente, que es el siguiente a cafetería. Ya no lo volvimos a ver. Al llegar a casa, cuando Ernesto se bajó las fotos del día y estuvo claro que era él, me dijo que lo iba a tuitear.

Se le veía el aire de borbón cuando levantó el brazo gesticulando y me dijo lo de “tú sabrás”. Un gesto muy borbón. Le salió la vena borbona de increpar, la vena no campechana. Estaba muy exaltado, comiendo y hablando solo. Se había zampado tres coca-colas una detrás de otras. No le grabé ni le hice fotos porque pensé que me cogía el móvil y lo destrozaba. Pero lo vimos cuatro personas solventes. Imagina si le hago una foto y me destroza el móvil. ¿A quién le reclamo si es un insolvente? Pero que te llame flojo alguien que no ha dado un palo al agua… es un poco caricaturesco.

¿Usted sí trabaja?

Yo he trabajado toda la vida. Trabajo en sanidad, servicio andaluz de salud, y tengo mi plaza en propiedad, después de haber estado rodando por todos los hospitales de Málaga. Empecé a trabajar con 21 años, y tengo 52… Mi plaza por oposición. Estuve en Ronda de concejala en 2003, pero no estuve liberada, era portavoz y me daban tiempo sólo para asistencia a Pleno. Seguía trabajando en el hospital y en el ayuntamiento de concejala. Todo salía de mi tiempo personal. A lo mejor iba a una rueda de prensa, me iba al patio y me quitaba la parte de arriba del uniforme y les decía “grabadme de cintura para arriba”. 

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