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El Congreso pide la anulación de la sentencia a muerte de Blas Infante

Blas Infante, junto a una de sus hijas.

Juan Miguel Baquero

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“Rehabilitar la memoria” de Blas Infante. La Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados ha debatido, y aprobado, una proposición no de ley que pide anular la sentencia a muerte del denominado Padre de la Patria Andaluza. El trámite usa como precedente la reparación a Lluís Companys, también asesinado por el franquismo, solicitada por la Generalitat de Catalunya.

La iniciativa ha contado con el voto favorable de todos los grupos políticos, incluido el PP, además de la abstención de Ciudadanos y el voto contrario de Vox. La propuesta ha sido presentada por el grupo parlamentario Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común.

Los proponentes han subrayado la contradicción “inadmisible” que supone el agravio continuado contra Infante, condenado por una “dictadura fascista”, en palabras de la coordinadora de Podemos Andalucía y diputada por Córdoba, Martina Velarde. El PP ha certificado su “apoyo y reconocimiento” a Infante, en palabras de Jaime Mateu, mientras por el PSOE Indalecio Gutiérrez ha subrayado como “inadmisible equiparar víctimas y verdugos” en casos recientes como el ataque a la memoria de Largo Caballero e Indalecio Prieto.

“Blas Infante no representa nada”, ha esgrimido por su parte el parlamentario de extrema derecha José María Sánchez. Vox, que ha votado en contra, está “en contra de su asesinato” al que quita hierro por que fue, dice, “asesinado por un grupo de personas, nada más, y punto”. “Basta ya de emponzoñar la historia”, ha pedido Ciudadanos (ha votado abstención), que critica poner “en plano de igualdad” a Infante y Companys, “que dio un golpe de Estado y ordenó la muerte de decenas de personas”, según Guillermo Díaz.

Blas Infante, referente del andalucismo, aparece reivindicado en la región por todos los partidos políticos, tanto de izquierdas como de derechas. Excepto por Vox, que evita participar en el homenaje anual porque su figura fomenta, dicen, el “enfrentamiento cainita entre españoles”, según la formación de extrema derecha. Un concejal de Vox en Sevilla, Gonzalo Polavieja, llegó a llamar “tarado” a Infante.

La Junta de Andalucía ha cerrado la sala de 'homenaje a los represaliados' del franquismo en las visitas a la Casa de Blas Infante, como informó elDiario.es Andalucía. De ahí le sacaron los golpistas encabezados por el genocida Queipo de Llano para su asesinato. “Estamos trabajando para abrirlas en cuanto sea posible”, aseguran en la Fundación Centro de Estudios Andaluces.

Infante, ejecutado por los golpistas

Infante fue ejecutado en Sevilla por los golpistas en la madrugada del 11 de agosto de 1936. La sentencia condenatoria llegó cuatro años más tarde del asesinato. Las autoridades franquistas impusieron una multa de 2.000 pesetas y su mujer, Angustias García Parias, tuvo que vender bienes familiares para afrontar la pena económica.

Blas Infante sigue siendo, a día de hoy, un desaparecido. Los restos óseos quizás estén enterrados desde entonces en la fosa de Pico Reja del cementerio sevillano de San Fernando. La tumba ilegal está ahora abierta, en trabajos arqueológicos dirigidos por Aranzadi Sociedad de Ciencias.

“Es una grave contradicción que Blas Infante figure en el Preámbulo del Estatuto de Autonomía de Andalucía, ley orgánica que tiene el mayor rango en el bloque de constitucionalidad, como Padre de la Patria Andaluza y al mismo tiempo siga vigente una sentencia que lo condena por defender los ideales andalucistas”, ha argumentado la diputada Martina Velarde.

Más allá de la forma jurídica “inadmisible” que usó la “dictadura fascista” para condenar a Infante, “lo que la sentencia implica es la legitimidad de la negación de principios y derechos fundamentales que conforman el orden jurídico democrático”, según la coordinadora de Podemos Andalucía.

El precedente de Companys “es la prueba de que se puede hacer también con Blas Infante, quien no se merece que su nombre siga vinculado al desorden y la ilegalidad, cuando los extremistas y contrarios al orden democrático fueron los fascistas que lo asesinaron”. La formación morada ha solicitado, de este modo, que el Estado restituya la memoria de Infante y permita “sacar del pacto del olvido los crímenes que el franquismo cometió con total impunidad”.

“Sabía que lo iban a asesinar”

A los 84 años de su asesinato, elDiario.es Andalucía entregó un relato del fusilamiento del Padre de la Patria Andaluza. Un episodio contado a tres voces: su bisnieta, Rosa María Delmás Bizcocho; la voz del profesor de Derecho Civil en la Universidad de Córdoba y patrono de la Fundación Blas Infante, Antonio Manuel Rodríguez; y un reportaje con el título “Yo vi matar a Blas Infante”, publicado hace 20 años en Diario 16.

“Mi bisabuelo sabía de antemano que lo iban a asesinar. Pero tuvo un halo de esperanza hasta el último momento. Pensaría que de algún modo lo podían salvar de ser fusilado. O incluso que lo condenarían a cadena perpetua”, relata Rosa María Delmás, bisnieta de Blas Infante, nieta de su hija María de los Ángeles Infante e hija del periodista Alejandro Delmás.

“Sabía que lo iban a buscar pero nunca llegó a pensar en el trágico final que le esperaba”, apunta. Su mujer, Angustias García Parias, “se aferró a la esperanza”. Hasta el último momento. El Padre de la Patria Andaluza fue asesinado, sin juicio ni sentencia. “El reloj de Blas Infante lo tiene mi padre, Alejandro Delmás, y las gafas se conservan en el castillo Dar al-farah”.

“Yo vi matar a Blas Infante”, titula un reportaje publicado el 9 de diciembre de 1990. El texto firmado por José Almoguera –que rescata la base de datos Todos los nombres– recoge la vivencia de Manuel Hernández, “único testigo del fusilamiento”. Un “viejo cabrero” entonces de 87 años que “rompe por fin su silencio” casi cinco décadas y media después del asesinato.

La tórrida noche del 10 de agosto del año 1936 Manuel ve cómo matan a tiros “a dos hombres en la antigua carretera de Carmona”. La canícula azota las duermevelas de una ciudad que dormita a escasos kilómetros. Y el trasiego con el ganado queda roto por el sobresalto de unos disparos.

La “tristeza infinita” de la familia que queda huérfana en la Casa de la Alegría, cuenta el profesor Antonio Manuel Rodríguez. “Sabían que estaban arrestando, para asesinar, a un buen hombre”. No había “causa ni justificación” para los tiros que dejaron medio muerto a aquel “que se dirigía a los jornaleros para devolverles la tierra”.

El Padre de la Patria Andaluza enfila aquella madrugada de agosto el mandato de los gatilleros. “Con un inmenso dolor por su causa y el daño a su familia, como cualquiera de los asesinados en el genocidio franquista”. Siente el vacío. “Ya se sabe muerto”. Y condenado. Pasan 84 años para que el Congreso vaya a debatir la anulación de la sentencia a muerte de Blas Infante.

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