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Córdoba: la confluencia de la izquierda encalla en el ‘Califato Rojo’

El histórico ex líder de IU, Julio Anguita, junto a Pablo Iglesias, en la última campaña electoral.

Carmen Reina

La confluencia de la izquierda en Córdoba se halla en punto muerto, si no muerta del todo. Ganemos Córdoba se ha retirado de las negociaciones con IU y Podemos después de meses y aún se desconoce si concurrirá en solitario a las elecciones municipales de mayo de 2019. La ruptura de la izquierda es especialmente simbólica en Córdoba, conocida durante años como el ‘Califato Rojo’ y que ha tenido gobiernos de izquierdas durante 32 años de los casi 40 de ayuntamientos democráticos.

En esta ciudad fue alcalde el histórico ex líder de IU, Julio Anguita, y la carismática Rosa Aguilar, antes abandonar a los comunistas para formar parte del Gobierno andaluz del PSOE. Aquí, también, se significó la integración de Podemos e IU en la campaña para las últimas generales, simbolizada en el abrazo entre Anguita y el líder morado, Pablo Iglesias. Ahora, de cara a los próximos comicios locales, las direcciones de Podemos e IU trabajan para construir la confluencia municipal con el mismo modelo que la fórmula que Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo han creado para las autonómicas del 2 de diciembre: Adelante Andalucía. Pero en Córdoba, Ganemos es una parte fundamental de esa alianza, y no está por la labor de integrarse en la confluencia de los otros dos grupos.

El PP es el partido mayoritario en el Ayuntamiento cordobés, cuenta con 11 concejales, sin embargo, el Gobierno local lo conforman PSOE e IU, con siete y cuatro ediles respectivamente. Ganemos es el grupo que sostiene a este Gobierno desde la oposición. Tiene los mismos concejales que IU, pero más votos. Podemos no concurrió con su nombre a las municipales de 2015, pero sus miembros se integraron en agrupaciones de electores como Ganemos Córdoba. Ahora este partido tendrá que decidir cómo va a encarar los próximos comicios locales.

Mandatados y haciendo espejo con las direcciones de sus partidos a nivel estatal primero y, en segundo lugar, a nivel andaluz, Izquierda Unida y Podemos en Córdoba sí han sentado las bases de la confluencia local de las izquierdas, siguiendo ese “pacto de Estado” –como algunos de los implicados lo llaman- en España y Andalucía. Pero en Córdoba, antes de esta confluencia ya hubo otra, que se llamó Ganemos, en 2015, y era la tercera pata del taburete para la próxima cita electoral municipal.

Ganemos surgió entonces en Córdoba como una agrupación de electores, donde ningún partido tomó el mando en su origen y que estaba conformada por personas de Podemos, Equo, movimientos sociales y vecinos a partes iguales. De hecho, de cara a las próximas elecciones municipales, Ganemos se ofreció a servir con su ejemplo de 2015 a la confluencia de las izquierdas, apostando por la unión pero rechazando que esta fuera una mera coalición de partidos. Y reclamando la soberanía para la confluencia local sin imposiciones de fuera -ya fuera Andalucía o Madrid-.

No a la coalición de partidos

Pero ahora es esa coalición de partidos que IU y Podemos han negociado la que ha hecho que Ganemos rompa la baraja. Y si en un principio, hace meses, antes de que IU se sentara a negociar incluso, Ganemos quiso liderar la gestación de la confluencia poniéndose como ejemplo y abriendo diálogo con Podemos y Equo como formaciones cuyos integrantes ya habían sido capaces de inscribirse unidos en la agrupación de electores en 2015, ahora los dos partidos políticos han sacado adelante sus acuerdos para la confluencia partiendo del mandato de Andalucía y Madrid, donde Ganemos no tiene a nadie a quien tener que escuchar.

Ganemos puso así sus líneas rojas para la confluencia en que no fuera una mera suma de siglas en una coalición de partidos, en su apuesta por unas auténticas primarias abiertas y no con repartos de cuotas y listas plancha muy controladas, en el límite de mandatos para los cargos y en el código ético y la financiación del futuro grupo municipal como una caja única. Y tras ese aviso, la última sesión de reuniones de todos los partidos implicados acabó con Ganemos fuera al “no producirse avances sustanciales” en esas líneas rojas.

Así, cuando la unión de IU y Podemos está consolidada en Unidos Podemos a nivel estatal, y cuando las dos formaciones han transitado estos meses de la mano en la comunidad autónoma andaluza para gestar Adelante Andalucía de cara a las próximas elecciones del 2 de diciembre, la fisura de la izquierda puede darse precisamente en la capital que ha sido emblema durante años de esta opción política.

Ahora que las elecciones autonómicas están a la vuelta de la esquina, IU y Podemos en Córdoba trabajan ya juntos, con lista y candidatos ya cerrados, para que Adelante Andalucía logre los resultados que se persiguen con la unión de la izquierda. Sin embargo, la perspectiva de que esa confluencia exista a nivel local se ha disipado y el mensaje de que esa unión es necesaria puede que no cale tanto en una ciudad que está viendo cómo las distintas partes de la izquierda no han conseguido unirse para la convocatoria de municipales. Los resultados de las andaluzas, a buen seguro, sumarán una lectura más a la situación que se vive a nivel local en la izquierda, a menos de seis meses de la cita con las urnas para el Ayuntamiento.

El último capítulo escrito de esta historia ha sido la ruptura de las negociaciones entre Ganemos, IU y Podemos. Unos y otros han mostrado públicamente su apuesta por la confluencia de la izquierda en Córdoba, pero la realidad es que el marco de diálogo se ha roto. Desde IU y Podemos -conjuntamente ya- declaran que es “imprescindible” esa unión de la izquierda en el ámbito local, y Ganemos se reafirma “en una confluencia entre personas, pertenezcan o no a otras organizaciones políticas, plataformas o movimientos sociales”. En ambos casos han sonado –a falta de un último aliento que reconduzca la situación- como buenas palabras de despedida.

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