La estrategia del rey

Manuel Gracia, presidente del Parlamento de Andalucía decidió ayer copiar la estrategia del rey Juan Carlos:

Lo siento: “Me duele que haya personas que se hayan sentido heridas”.

Me he equivocado: “Como presidente entiendo que fue una equivocación”.

No volverá a suceder: “Ante los andaluces”, asumo, “el compromiso de que esto no vuelva a suceder más”.

Pero a diferencia del monarca, Gracia no se limitó a entonar un mea culpa ante una cámara sin periodistas que pudieran preguntar. Se sometió a una rueda de prensa en la que dejó a todo el mundo asombrado con sus argumentos.

Explicó que no se subió el sueldo, sino que se trataba de dietas. Como si ello le eximiera de alguna manera de parte de la responsabilidad.

Peor aún. Aseguró, que él, consciente al parecer de lo mal que lo pasan los ciudadanos, en un acto de gran generosidad, había decidido ahorrar utilizando su coche particular para ir a trabajar. Renunciando así voluntariamente a utilizar para ello el coche oficial (“Un Audi 6 u 8…”, que él no le da importancia a esas cosas), que sólo utiliza para desplazamientos oficiales como Presidente del Parlamento.

Lo que no concuerda con que justificara el aumento de dietas, precisamente, para hacer frente al coste del kilometraje que le supone usar su coche para ir a trabajar. ¿Cuántos españoles pueden pasar kilometraje por ir cada día al trabajo en su propio vehículo? Claro que, ahorrador él, nos explicó, que “el Audi 6 u 8” gasta mucho más combustible y es mucho más caro de arreglar.

Al final, ya convencido de que había superado la prueba, confiado, con el brazo cómodamente apoyado en la silla contigua, como si en el salón de su casa estuviera, terminó la rueda de prensa afirmando que no fue la Mesa del Parlamento que él preside la que propuso subir sus dietas, sino lo grupos parlamentarios (PSOE, PP e IU). ¿Cuál de ellos fue?, le preguntaron. “No lo sé. No estuve en esa reunión”. Es más, tampoco le parece mal no saberlo, ya que, explicó, no entra en sus funciones acudir a ellas.

Lo dicho, parece que Manuel Gracia piensa que el Parlamento andaluz es el salón de su casa.