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Flemas de campaña
Como la desconexión de Cataluña se hace esperar (al parecer no encuentran el enchufe, y mira que tienen) no queda más remedio que volver a las elecciones generales, que se dejan sentir con monótona languidez, sobre todo en Andalucía, donde hemos tenido el dudoso honor de recibir ¡ocho! veces (una por provincia) la visita de don Mariano, el Gran Registrador. Y lo que te rondaré Moreno, que el PP nos amenaza con otra gira completa antes de que acabe la campaña. Es por ello más necesario que nunca apelar a la solidaridad interterritorial del pueblo andaluz y pedir a los populares que repartan al Amado Líder por el resto de la geografía, que también Murcia y Logroño tienen derecho a reírse.
Lo peor no será la visita en sí, sino que el PP ha dado ya con el lema de campaña y nos bombardeará con un ‘España, en serio’, que significa que nos vamos a cagar si lo que ha pasado en estos cuatro últimos años era en broma. Como ven, un mensaje pegajoso para expulsar por esas boquitas, que visto así a lo mejor no son lemas, sino flemas, eso sí, sin llegar a la categoría de esputos, que para eso han dejado fuera a Arenas Bocanegra.
Como me parece que tal eslogan no es el más adecuado para tiempos de aflicción, yo propondría algo más reconfortante, que refleje su impasible ademán, como ‘Palabrita de Rajoy’. O incluso uno más marcial, como ‘Cierra España’, que total, no le queda más que un empujón. Y si quieren uno más clásico, podrían recurrir al brazo incorrupto de santa Teresa. Por ejemplo, ‘Vota PP, que tiene buena mano’.
Por no hablar de la belicosa actitud demostrada por Rajoy en el asunto del apoyo a Francia, en el que ha efectuado un decidido avance sobre su propia retaguardia, o su participación en debates electorales, a los que valientemente ha enviado a su lugartenienta, Sor Aya Sáenz de Santamaría, con gran disgusto de los organizadores, que se han visto avocados a conseguir un sillón de barbero o una caja de coca cola, en caso de que el debate se haga de pie. El lema en estos casos de valor probado de Rajoy podría ser ‘Ve a por ellos, oé’, aunque también serviría ‘Hala Madrid’.
La vida sigue igual
Tampoco nos podemos quejar de las flemas del PSOE, que ya están remitiendo y son inocuas. No en vano han decidido no modificar ‘Por el cambio’ que tan excelentes resultados les dio en fecha tan reciente como 1982. Dada su situación, podrían aplicarse su propio lema y cambiar algo, por ejemplo, una frase que tan bien funciona a los gorrillas de Sevilla: ‘Dame argo’.
Peor lo tienen en el partido autodenominado Podemos, que más que lemas tiene dilemas. Y más que flemas, lo que lucen son velas de moco colgando de la nariz, cosa natural dada su corta edad, la del partido y la de Errejón. Tampoco es raro, que lo más natural es dudar durante el aprendizaje. Así, si es martes habrá referéndum en Cataluña (pero sólo la puntita) y ‘NO a la guerra’, excepto los jueves, que es mejor que nos quedemos en la OTAN. Los lemas de campaña podría ser: ‘Todo, todo y todo’ o ‘Casta, culo, pedo y pis’.
Vuelve el hombre
Más difícil incluso lo tienen en Ciudadanos, masculino del plural, marca representada por un solo individuo, eso sí, muy guapo y listo, el novio que todas las madres quisieran para sus hijas. E incluso para sus hijos. Todavía no tienen lema conocido, sólo una ligera carraspera, preludio de viscosos gargajos, en mi humilde opinión. Por ejemplo, ese ardor guerrero que vibra en sus voces, de amor patrio henchido el corazón. O ese predicado copago por la sanidad y la educación, anuncio de política neoliberal en estado puro. O ese tuit lanzado por ‘Él’ el día contra la violencia de género: “El hombre que pega a una mujer no es un hombre”, como si ser hombre supusiera un plus. Ruego a las mujeres que no se lo tengan en cuenta y que no subestimen la inmensa capacidad del macho de la especie para dejar la mente en blanco. En el caso de Ciudadanos, los lemas podrían ser: ‘Rivera, vuelve el hombre’ o ‘El que más chifle, capador’. Ahora imaginen quiénes van a ser los capados. No es que a mi edad importe mucho, pero le tengo cariño.