Desdeelsur es un espacio de expresión de opinión sobre y desde Andalucía. Un depósito de ideas para compartir y de reflexiones en las que participar
Jaén existe
Jaén existe, pero lejos. Y eso que es puerta de Andalucía. Lo tengo cronometrado: tardo menos en llegar desde Sevilla a Frankfurt que a mi pueblo, que está en la Sierra Sur jaenera. Lo mismo, pero en dirección contraria, les pasa a los andaluces de Villanueva del Arzobispo, de Huéscar o de la Hoya del Salobral si necesitan o les apetece ir a la capital: no queda otra opción práctica que conocer a alguien con coche. Aquí hay brecha. Como hay brecha cada vez que en uno de nuestros pueblos se cierra una sucursal de banco por causa de la optimización de nosequé y de la usura. Hace mucho –recuerdan los viejos del lugar- llegaba el tren hasta las villas, muchas de ellas blasonadas. Hoy, a las vías muertas se les llama vías verdes, por disimular. En Jaén hay a porrillo. Frente a esa visión atroz del Progreso que confunde la palabra utopía con el sustantivo autovía, ni siquiera pido llegar a mi pueblo en alta velocidad: me conformo con llegar. Y con que Jaén (y Huelva y Almería…) lleguen al resto del mundo.
Los problemas de conexión “invertebran” la provincia y la dejan de lado de cosas buenas que no encuentran el cauce por donde entrar y salir de Jaén. Así se contribuye, desde siempre, a crear una Andalucía a dos velocidades, la del AVE y la de la Pava, así se aflige un territorio. Pero este es sólo uno de sus problemas. El tejido industrial y empresarial de Jaén está desinflado y, en algunos casos, jamás llegó a esponjar. Normal que sea la provincia que haya registrado la mayor subida del paro de Andalucía (además de tener los sueldos más bajos de España). Ello no se debe solamente a que muchos aceituneros altivos hayan dado ya de mano en el tajo. Linares, tras el cierre de Santana y de El Corte Inglés, se quedó tiritando. Las últimas noticias que tengo de Valeo es que iban a otro ERTE en Martos, y que Heineken en la capital recortaba su plantilla.
¿Acaso Andalucía no prosperaría con la prosperidad de Jaén? Conozco ejemplos brillantísimos de jaeneras y jaeneros con tesón, talento, conciencia crítica y comunitaria, iniciativa, mentalidad abierta y compromiso socia
Decidme en el alma, ¿de quién son las grandes industrias, las pocas que hay? La gente de Jaén necesita no ser sólo empleada, también empleadora. Esas cosas se incentivan, o no. Y decidme en el alma, ¿de quién es el fruto de los olivos?, ¿le saca Jaén todo el jugo a su aceituna?, ¿dónde se envasa gran parte de nuestro aceite? Jaén ha de ser más soberana no sólo del origen de su aceite, sino también de su envasado y su destino. Esas cosas se incentivan, o no. ¿Acaso Andalucía no prosperaría con la prosperidad de Jaén? Conozco ejemplos brillantísimos de jaeneras y jaeneros con tesón, talento, conciencia crítica y comunitaria, iniciativa, mentalidad abierta y compromiso social –quién no quiere acaso trabajar en una empresa como Software DelSol, de Mengíbar; quién no quiere acaso acudir a un recital de La Caja de Lot, quién no espera acaso el día de volver a La Casa de Espiritualidad de San Juan de la Cruz, en Úbeda- pero me pregunto si pueden brotar, resistir y hacer de sus haceres vida y labor propia en una provincia puesta lejos y desalentada. Así no hay manera, así los pueblos ahogan y se ahogan, pudren y se pudren. Así –escribió Manuel Lombardo Duro- escribir en Jaén seguirá siendo “resistir cercado/ de miedo y de ignorancia,/ afrontar el desastre permanente,/ no rendirse jamás”.
En los últimos días, Jaén ha sido noticia porque la base logística de Defensa –con sus 1.600 empleos proyectados- no ha ido a parar a su suelo, sino a Córdoba. Y también por la atroz paliza de unos policías a un hombre y a su hija en Linares. Esa mecha prendió a bocajarro en la desesperanza. Mitad estupor, mitad miedo reconocible: algo así sentí ante las imágenes de los disturbios en Linares. Jaén existe, y parece sufrir. De unos días a esta parte, distintas plataformas sociales, entre las que se encuentran Jaén Merece Más o las que defienden el ferrocarril, han convocado diversas acciones de protesta, que están teniendo entre los jienenses respuesta y acogida. La próxima, el domingo, será una caravana en Despeñaperros.
El pasado 28 de febrero –mientras escuchaba la interpretación sonrojante que el linarense Raphael hizo del himno de Andalucía- pensaba en el calado social y humano tanto de su letra como de la del himno de los jienenses, que es el Andaluces de Jaén. Las palabras de una y otra composición son lo suficientemente claras e inspiradoras como para exigir a cada una de las administraciones, para Jaén y para Andalucía, el respeto, la equidad social y la vertebración que merecen. Poco más nos hace falta.
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