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La falta de plenos de Bollullos deja a dos concejales nueve meses sin escaño

El exalcalde de Bollullos Par del Condado Carlos Sánchez, en los juzgados / Foto: Europa Press

Fermín Cabanillas

¿Olvido, lentitud administrativa o coartación del trabajo de la oposición? El Ayuntamiento de la localidad onubense de Bollullos Par del Condado solo ha convocado un pleno ordinario desde el pasado mes de enero, y eso, aparte de no poder repasar por parte de los concejales asuntos que se antojan vitales para el municipio, hace que haya dos ediles que llevan casi un año esperando ocupar el sillón para el que han sido elegidos.

Y es que esta desidia plenaria, que no parece tener una explicación lógica, hace que los representantes de partidos de izquierda en la oposición tenga una representación reducida al no haber sustituido aún a los concejales del PSOE e IU que han dimitido en los últimos meses.

Por distintas razones, el Ayuntamiento no ha incluido en el orden plenario los puntos necesarios para sustituir a dos concejales (de PSOE e IU) ya dimitidos. En el caso de Izquierda Unida es más llamativo todavía, ya que se trata del único concejal que tiene en este consistorio, por lo que IU no existe, de momento, en el Ayuntamiento. Se trata, por cierto, del partido al que pertenecía el actual alcalde, Francisco Díaz, que ahora gobierna como independiente.

En cifras, el Ayuntamiento cuenta con 17 concejales, de los que 7 son independientes, 3 del PP (estos dos forman coalición) 6 del PSOE y 1 de IU. Se trata de un Consistorio que gestiona un municipio de casi 15.000 habitantes, en los que todos los meses debería haber al menos un pleno ordinario, pero la realidad, al menos desde el pasado enero, ha sido distinta.

Dimisiones por motivos diversos

La razón de esta kafkiana situación tiene distintos motivos, según se mire en el PSOE o en IU. En el caso del Partido Socialista, el exalcalde, Carlos Sánchez, fue procesado por un delito de prevaricación y estafa en relación a un litigio por la construcción de una vivienda en suelo no urbanizable. Su procesamiento conllevó una providencia del juzgado para que dejase el cargo, y arrastró a su exteniente de alcalde María Luisa Mateos. En sustitución de Mateos entró en el Ayuntamiento Gloria Mondaca, pero Juan Pablo Díaz sigue esperando su acta de concejal para entrar por Sánchez en su escaño.

Lo de IU tiene una explicación menos judicial. En enero presentaba su dimisión Juan Félix Camacho, único concejal de esta formación. Camacho es el jefe de gabinete del vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, y decidió dejar su puesto municipal para centrarse en su labor autonómica. Tendría que sustituirle Carlos do Carmo, que lleva desde entonces esperando que se convoque el pleno para que la sustitución se haga efectiva. En este caso las fechas varían, ya que Do Carmo sostiene que el Ayuntamiento le tendría que haber comenzado a solucionar la papeleta en enero, y el consistorio dice que todo se comenzó a tramitar “porque así lo ha querido Izquierda Unida” el pasado julio.

¿Por qué? La respuesta la da en nombre del equipo de gobierno Francisco Martín Carrellán (PP). Según argumenta, Juan Félix Camacho dimitió de su cargo el 29 de enero pasado, pero el 25 de abril presentó un escrito en el Ayuntamiento en el que pedía que quedase sin valor la renuncia porque quería celebrar una boda de unos amigos en mayo. Una decisión de marcha atrás que a todos, incluso a su propio partido, sorprendió, y que ralentizó el proceso. Una vez celebrada la boda, en el pleno del 30 de junio se hizo efectiva la renuncia. Martín Carrellán sostiene que el Ayuntamiento envió las renuncias a la junta electoral central el 7 de julio, y asegura tener el acuse de recibo que certifica que no llegaron hasta el 5 agosto. “Problemas de Correos que no entendemos”, señala a eldiario.es/andalucia.

El 21 de agosto siguiente llegaron al Ayuntamiento las dos credenciales, sigue explicando, y ahora todo está pendiente de que en el próximo pleno se hagan efectivas. “Es una cuestión de problemas internos en IU y PSOE más que nuestra”, sostiene el portavoz municipal, que no especifica porque no se hizo nada para cubrir la baja de Camacho entre enero y abril, ya que, según dice, el Ayuntamiento de Bollullos puede convocar un pleno ordinario cada dos meses, y ahí habría habido margen, antes de que Camacho reculase momentáneamente para celebrar la boda en mayo.

Así, dice que “aunque el reglamento dice que se puede convocar un pleno cada dos meses, solo se convocan si hay asuntos para debatir, porque un pleno cuesta dinero, y no lo vamos a hacer solo para esto”, aunque asegura que “yo estoy deseando que ese señor -Do Carmo- se siente en el Pleno para discutir cosas de política con él”.

“Es mentira, y todo está ya listo”

Con esta perspectiva, y con un solo pleno convocado desde junio, Carlos do Carmo asegura que “es mentira que no se haya podido convocar el Pleno, y toda mi documentación está lista sin problemas, incluida mi declaración de bienes y demás papeles”, para sostener, al contrario de lo que argumenta el Ayuntamiento que “tienen que convocar mensualmente, pero todo es una cuestión de voluntad”.

“Quiero ocupar el sitio que me corresponde, ya es una cuestión de principios”, sentencia Do Carmo, que teme que los plazos se vayan alargando y se pueda dar incluso el caso extremo de que llegue el periodo electoral del próximo mayo y se quede sin ser concejal.

Martín Carrellán, por su parte, dice que “está previsto” que haya un pleno en septiembre, aunque no concreta si ya hay fecha concreta para ello, como tampoco sabe Do Carmo “porque nadie me lo aclara” si su nombramiento y el del edil del PSOE se podrían incluir en un pleno extraordinario o tendrán que esperar a la voluntad del equipo de gobierno, “porque esto es un caso de voluntad, de querer hacer las cosas, o en este caso de no querer hacerlas”.

“Se trata de coartarme, porque nadie se cree que en un pueblo como Bollullos, con tantos problemas, no haya temas para convocar, al menos un pleno al mes. Es inconcebible”, termina.

Puede ser un delito

La pregunta es ¿se puede llevar un ayuntamiento varios meses sin convocar un Pleno sin que pase nada? Parece que no. Fuentes jurídicas consultadas señalan que en este caso “no hay sanción penal, pero un juez de lo contencioso administrativo puede obligar a convocar un pleno, y si no se hace se puede incurrir en un delito de desobediencia o desacato”.

Las mismas fuentes señalan que en un Pleno “siempre hay asuntos que tratar, y si no los hay, se tienen que buscar para cumplir con la Ley, porque hay puntos concretos, como la dación de cuentas de decretos de la alcaldía, que son imprescindibles para fiscalizar la acción del equipo de gobierno. Aunque solo sea con este punto, habría que convocar un pleno dentro de los plazos”.

Sí señalan las mismas fuentes que existen acuerdos tácitos que no modifican la normativa, como prescindir de los plenos ordinarios en agosto a menos que haya un asunto urgente.

En el caso de Bollullos, al tener menos de 20.000 habitantes, la Ley marca que debe celebrar un pleno cada dos meses, de modo que durante el presente 2014 ya tendría que haberse reunido al menos en cuatro ocasiones. Habría habido tiempo para maniobrar con antelación, aunque Juan Félix Camacho se habría quedado, como mal menor, sin oficiar la boda de mayo, ya que su renuncia habría sido tratada en un hipotético pleno de marzo o abril.

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