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Los alumnos de la Escuela Oficial de Idiomas de Granada denuncian robos, delincuencia y falta de medios

Asamblea de alumnos en la que tratan sus quejas sobre la sede de la EOI en el mismo centro

Álvaro López

Aprender idiomas, que ya de por sí es una tarea complicada, se ha vuelto aún más en la Escuela Oficial de Idiomas de Granada (EOI) en la que se imparte inglés, alemán, árabe, francés y español para extranjeros. Los alumnos de la nueva sede fija de la institución académica piden un nuevo traslado urgente de centro. No lo hacen ahora ni están solos. Tanto ellos como el personal docente y de administración llevan meses denunciando ante la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía que la nueva escuela que han estrenado en este curso 2016/2017 no reúne las condiciones óptimas para poder impartir clases de idiomas en ella. Y no solo por la disposición del edificio que la alberga ahora. Suman, según las denuncias de los alumnos, problemas de delincuencia y robos prácticamente a diario.

La gota que ha colmado el vaso tuvo lugar a finales del mes de noviembre. Una alumna, a la salida de clase, fue asaltada en su vehículo cuando se disponía a cogerlo. Le robaron el coche y horas más tarde fue encontrado como parte de un robo perpetrado en una gasolinera de Jun, un municipio cercano a la capital granadina. Desde ese momento, la situación se ha vuelto casi insostenible por lo que entienden los alumnos una falta alarmante de seguridad. Entienden que al estar el centro educativo en una zona cercana a núcleos marginales -distrito norte de Granada también conocido como Almanjáyar- a los problemas estructurales de la escuela se le suman personas que cometen hurtos o actos vandálicos contra los alumnos y contra el centro. A los autobuses urbanos los apedrean habitualmente por lo que dejan de pasar sin avisar. A eso se le suma que una de las quejas de los vecinos de la zona es que con la llegada de la escuela, les han quitado aparcamientos.

Un problema que viene de largo

Los alumnos han tomado la decisión de organizarse ahora para hacer llegar a todo el mundo su problema. Pero el problema de fondo tiene más de una década a sus espaldas. La propia EOI de Granada ha navegado por un auténtico mar de tempestades desde su fundación en 2005. La institución, que es pública y dependiente de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, sirve para dar respuesta a las necesidades de idiomas no solo de la capital sino del área metropolitana y de otros municipios a los que el resto de EOIs de la provincia les resultan lejanas. Sin embargo, pese a la importancia de este centro granadino, los problemas derivados con su ubicación y puesta en marcha vienen de lejos.

La EOI de Granada cuenta con otras escuelas auxiliares en el resto de la provincia (Guadix, Baza, Loja y Motril). Sin embargo, la más problemática es la que está ubicada en la capital. No ha tenido sede fija hasta ahora. Pasó de estar en un primer curso en el IES La Madraza a estar en el IES Francisco Ayala desde 2006 hasta este septiembre. En todo ese tiempo la promesa de que la institución académica contaría con una sede nueva y fija ha sido una constante. Se habló de la construcción de una escuela en el barrio de la Chana y se tentaron otras opciones. Finalmente se escogió el centro que albergaba el Colegio Público Arrayanes para ser reformado y ubicar definitivamente en él la EOI de Granada. Han pasado siete años.

Desde que en 2009 se escogiera la sede fija hasta hoy, el tiempo no ha jugado en beneficio de los alumnos según denuncian ellos mismos. Primero porque al haber tenido una sede provisional, el número de matrículas y de cursos para aprender nuevos idiomas o diferentes niveles nunca han podido crecer. Después, porque pese a la elección del nuevo centro que alberga actualmente la escuela, la misma no se ha adecuado a las necesidades reales de una institución que imparte enseñanzas de idiomas.

Problemas de sonido, aulas pequeñas o baños infantiles

El alumnado se queja de una batería de problemas que eldiario.es/andalucia ha podido comprobar. El centro mantiene su estética y funcionalidad muy similar a la de un colegio público de hace varias décadas. Una situación que llama especialmente la atención cuando se tiene en cuenta que la Junta de Andalucía aprobó en 2013 un plan con fondos europeos, el plan OLA, de algo más de un millón de euros para mejorar y remodelar el centro para alberga la escuela de idiomas.

De la remodelación quedan cosas por hacer según reconoce el delegado de Educación en Granada, Germán González, a este medio. Por ejemplo, aulas preparadas para clases habladas y pruebas con sonido. González admite el problema y reconoce que “no se podía saber hasta que no se ocupase el centro” aunque el mismo ha sido un colegio público de primaria hasta la fecha. Algunos alumnos de hecho cuentan con problemas de audición que les impiden escuchar en clases normales. No en vano, en este centro se hace difícil escuchar a una persona que está a un metro si hay más hablando en el mismo aula -como sucede en clases prácticas de conversación en otro idioma-.

Los baños siguen estando adaptados a niños. Las clases son pequeñas y hay pocas para un centro que tiene más de 2.000 matrículas. De hecho, en la anterior sede había habilitadas cuatro aulas más que en esta para impartir docencia y talleres. Al mismo tiempo, Internet no funciona bien y en alguna ocasión tampoco lo hace la calefacción. No tiene cafetería, lo que los alumnos que pasan ocho horas diarias en la escuela consideran una demanda importante. Ventanas sin insonorizar. Accesos que no están adaptados a aquellas personas con problemas de movilidad. Y otro de los principales problemas: mala conexión de transportes públicos.

De hecho, al lugar solo llega una línea de autobuses urbanos que en ocasiones deja de pasar porque se cometen actos vandálicos contra los mismos. En la anterior sede, en el centro de Granada, los alumnos contaban con varias líneas de autobuses no solo de la capital sino hacia los pueblos de la zona de los que llegan muchas personas así como el metro que no llegaron a disfrutar pues se estrenó precisamente en septiembre, cuando la sede de la escuela se fijó en el lugar que está ahora.

La Delegación de Educación se niega al traslado

En declaraciones a este medio, el delegado de Educación, Germán Sánchez, deja claro que la Escuela Oficial de Idiomas de Granada no se va a trasladar más. “Ahora tenemos una sede fija que permite que se impartan las clases en horario de mañana y tarde” explica González para justificar que no se vaya a cambiar de lugar la EOI. A ese argumento le suma que “la escuela está en la mejor zona posible ya que la zona norte sigue creciendo y basta con ver que muchas delegaciones (de la Junta de Andalucía) se encuentran ya allí”.

El delegado niega la mayor con respecto a la teórica remodelación del centro. Pese a las propias demandas de los alumnos, Germán González sostiene que “se ha invertido dinero en adecuar el centro a las necesidades de la EOI”. Sin embargo, reconoce que faltan cosas por hacer y cuando es preguntado sobre por qué se ha trasladado entonces la sede si faltan actuaciones, elude responder directamente y apela a que “las decisiones que se tomaron hace años están tomadas -en referencia al traslado del centro y al plan OLA de 2013 para su remodelación- y hay que mirar al futuro”. Parte de la inversión del citado plan se ha utilizado para la construcción de un nuevo colegio junto a la EOI que sirve para albergar a los alumnos del anterior CEIP Arrayanes, que da clase a “entre 130 y 150 niños” según confirma el delegado. Un número cinco veces inferior al matriculado en la escuela de idiomas.

Sobre los otros dos grandes problemas, González apela a Subdelegación del Gobierno para que se mejore la seguridad en la zona aunque admite que “nosotros desconocemos que haya problemas reales en ese sentido”. Subdelegación por su parte sostiene que la Delegación de Educación quiere omitir los problemas estructurales del centro culpando a la institución estatal de los problemas derivados de la inseguridad.

Por otra parte, la Delegación explica que el otro gran problema, el del transporte público, lo tiene que resolver el Ayuntamiento de Granada. En ese sentido, el Consistorio así como Subdelegación se remite a apoyar el traslado que pide el alumnado de la EOI porque recuerdan que los autobuses urbanos dejan de pasar porque la empresa que los opera, Transportes Rober, tiene estipulado que eso suceda si sus vehículos son agredidos como sucede en ocasiones.

La Delegación promete mejoras sin fecha

Con todo, la Delegación de Educación en palabras de su delegado, Germán González, promete que habrá mejoras para la EOI. Una vez que descarta que se vaya a producir el traslado de centro que piden los alumnos, González aclara que “se aumentarán el número de aulas” o que “se corregirá el problema de la insonorización”. Al tiempo que descarta que haya que actuar sobre la conexión a Internet por Wifi del centro o la falta de calefacción -ambos problemas estaban presentes durante la visita de este medio-. Los descarta porque según el delegado “es falso que existan”. Sobre lo demás, el delegado habla de que habrá una “segunda fase de mejoras” sin concretar fechas ni actuaciones concretas. “Serán antes del final de la legislatura en 2019” sentencia.

Mientras tanto, el alumnado de la EOI de Granada continuará con sus protestas y su huelga parcial de clases. No obstante, los alumnos dicen estar hartos de lo que están padeciendo y recuerdan, a través de su representante en el Consejo Escolar, Francisca Moya, que “aquí estudiamos profesionales de todos los ámbitos, desde médicos hasta abogados”. Si bien la tendencia es a creer que se trata de una institución académica en la que la mayor parte del alumnado es de edad universitaria, lo cierto es que no es así. La mayoría son personas con una alta cualificación académica y una trayectoria profesional que les avala y según advierten “no pararemos hasta que consigamos que arreglen lo que han hecho mal” avanza Moya.

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