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Trabajadores y empresa llegan a un acuerdo para desbloquear la huelga en el Metro de Granada

Metro de Granada a su paso por una estación subterránea de Camino de Ronda

Álvaro López

Casi un mes después de que tuviese lugar el primer parón de los trabajadores del Metro de Granada para protestar y hacer visible la precariedad que denuncian padecer, las aguas empiezan a volver a su cauce. Eso es lo que se desprende de la reunión mantenida este martes entre Avanza, la empresa a la que la Junta de Andalucía tiene cedida la gestión de este transporte, y los empleados y que ha servido para acercar posturas por primera vez en meses con el fin de terminar sellando un acuerdo que satisfaga a ambas partes.

No obstante, harán falta al menos cuatro reuniones más durante el mes de octubre para que dicho acuerdo se lleve a cabo. Es el plazo que se han impuesto unos y otros después del encuentro en el que se han sentado las bases para negociar un convenio colectivo que es la principal reclamación de los trabajadores. De hecho, la reunión ha sido la primera en la que la empresa ha citado a los empleados con el objetivo de retomar las negociaciones desde que estos empezaran con sus protestas.

Puntos de encuentro

El Metro de Granada, que acaba de cumplir un año en funcionamiento, nació después de más de una década de problemas políticos, burocráticos y de infraestructura que hicieron que pareciera imposible que algún día empezara a prestar servicio. Y aunque los primeros trenes echaron el 21 de septiembre del año pasado, lo cierto es que la situación del metropolitano granadino estaba lejos de ser la ideal. Sobre todo porque los trabajadores no estaban en unas condiciones de trabajo óptimas.

Ya en aquellas primeras semanas de funcionamiento, según denuncian trabajadores y fuentes del Comité de Empresa a eldiario.es/andalucia, muchos de los empleados estaban ejerciendo su labor mediante contratos de formación. Lo que se traducía en unos salarios bajos que si bien fueron regularizándose a finales del año pasado, no han estado aún a los niveles a los que reclaman los trabajadores. Actualmente, los conductores cobran 18.500 euros netos anuales que para el Comité de Empresa es una cantidad baja sobre todo si se tiene en cuenta “el nivel de estrés que provoca una infraestructura como la del Metro de Granada con más de 30 cruces en todo el recorrido”. De ahí que la subida salarial haya sido uno de los pilares fundamentales de las peticiones de cara a la empresa.

Pese a la tensión evidente entre las partes, el optimismo ha sido la nota dominante después del encuentro mantenido entre Avanza y los empleados del metro. La reunión, que ha durado poco más de dos horas, ha servido para poner sobre la mesa un calendario de encuentros semanales que empezarán el próximo día 11 de octubre y que concluirán el 31. Tras ellas, el día 6 de noviembre habrá un encuentro en el que el Comité de Empresa valorará si ha habido avances en las negociaciones o no para decidir si vuelven a la huelga o no.

Pepe Aroca, portavoz del Sindicato Ferroviario, valora positivamente el encuentro con la empresa porque “la actitud ha sido muy distinta sobre todo gracias a las movilizaciones que se han llevado a cabo”. El sindicalista apunta a que “ha habido avances por parte de la empresa y ya hay ofertas encima de la mesa que empiezan a parecerse a lo que pedimos”.

En concreto, Avanza ha decidido ofrecer a los trabajadores un horario mucho más acorde a lo que reclaman. Pues los mismos denuncian que ahora mismo trabajan en jornadas que duran más de nueve horas de las cuales solo se computan siete y media. Ahora, Avanza propone reducir el horario a las ocho horas con un descanso de quince minutos en lugar de dividir tal descanso en tramos de 15, 20 y 25 minutos lo que acababa regalando una hora más de jornada laboral que no se pagaba. Aunque de momento es solo una primera propuesta.

Los trabajadores también reclaman que se haga una oferta de empleo pública que sirva para cubrir los puestos de trabajo que aún quedan vacantes en el Metro de Granada. Pepe Aroca recuerda que “la bolsa de trabajo de conductores de metro ya se ha acabado y si hay alguna baja inesperada no se podrá sustituir a ningún trabajador”. Por eso y porque la Junta de Andalucía ha anunciado que aumentará en dos el número de trenes que tendrá el metropolitano para reducir el tiempo de espera en las paradas, el Comité de Empresa reclama que se contrate a más personal.

Líneas rojas

Además del optimismo, la negociación ha empezado con dos líneas rojas que no se traspasan por parte de ninguna de las partes. La principal es que los cambios y la subida salarial que solicitan tengan su efecto ya en este 2018 y la segunda es que se readmita a una trabajadora que fue despedida en julio y cuyo despido es considerado irregular por parte el Comité de Empresa.

Por su condición de líneas rojas, de momento no se ha alcanzado ninguna propuesta que sirva para solucionar ninguna de las dos cuestiones. El caso de la empleada despedida es el que cuenta con peor pronóstico porque al estar judicializado, la empresa se niega a hablar sobre él.

Aroca asume que habrá que trabajar duro ya que la empresa no tiene previsto ceder por ninguno de esos dos asuntos en las siguientes reuniones que estarán enfocadas por temáticas: jornada laboral, festivos, beneficios sociales, vacaciones, permisos maternidad/paternidad... En definitiva, las partes fundamentales de un convenio colectivo que reclaman desde hace meses y que ahora parece posible.

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