Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La trama rusa no descansa en verano: el juez Aguirre insiste en investigar lo ya archivado
No hay manera de que el PP acierte en un pronóstico, por Íñigo Sáenz de Ugarte
OPINIÓN | 'Récord de empleo, récord de necedad', por Rosa María Artal

La Junta de Andalucía lanza un sondeo exprés que pregunta por el “ritmo lento de vacunación” y culpa al Gobierno central

Elías Bendodo, portavoz del Gobierno de Andalucía, muestra el código QR que la Junta ha previsto para que los inmunizados contra la Covid-19 puedan moverse con más libertad.

Daniel Cela

3

La Junta de Andalucía ha lanzado este lunes un sondeo exprés sobre el proceso de vacunación que señala al Gobierno central como el principal culpable del retraso de las vacunas en esta comunidad. La encuesta de la Fundación Centro de Estudios Andaluces (Centra), dependiente de la Consejería de Presidencia, pregunta sobre “el ritmo de vacunación en Andalucía” -el 25,5% defiende que es el “adecuado” y el 62,4% dice que es “lento o demasiado lento”-; luego pregunta si en Andalucía es “más rápido o más lento que en otras comunidades” -el 38,3% cree que “igual” y el 34,5% que es “más rápido”-; si en España es “más rápido o más lento que en otros países” -es “más lento”, según el 42,8%- y finalmente lanza esta pregunta, sólo para algunos de los 800 entrevistados de la encuesta: “¿Y quién cree que es responsable de este ritmo lento de vacunación?”.

Esta última es lo que los sociólogos llaman “una pregunta filtro”. Quiere decir que no se la hacen a todos los encuestados, sino a los que previamente han respondido que el ritmo de vacunación es “lento o muy lento”. De ese universo reducido de entrevistados, el 64,8% responsabiliza al Gobierno central, el 15,4% a la Unión Europea, el 8,8% a las compañías farmacéuticas y el 2,2% a la Junta.

La tabla de valores de esta pregunta distingue entre el porcentaje real sobre todos los encuestados -un 11,4%- y el “porcentaje válido”, sobre el grupo que respondió previamente que el ritmo de vacunación es lento, con un agujero en medio de 88,6% de “pérdidas en el sistema” (sin responder). Es decir, el valor de esta pregunta es considerablemente menor que el de otras del sondeo.

Esto no ha evitado que algunos dirigentes de PP y Ciudadanos que sustentan al Gobierno andaluz hayan difundido este lunes en redes sociales que “dos de cada tres andaluces culpa al Ejecutivo de Pedro Sánchez del retraso de las vacunas”. El barómetro no incluye preguntas filtro para el 31% de encuestados que considera que la vacunación lleva un ritmo “adecuado” o “rápido”.

La estrategia de vacunación en España está avalada y monitorizada por la Comisión Europea, que es quien centraliza la compra de dosis a las farmacéuticas y quien reparte los cargamentos entre los países miembros atendiendo a su volumen de población. Actualmente se están administrando cuatro tipo de vacunas: Pfizer, Moderna, AstraZeneca y recientemente Janssen. Bruselas está litigando desde el principio con AstraZeneca por reiterados incumplimientos en la distribución lotes de vacunas ya comprometidas, que ha puesto en riesgo el calendario previsto de inmunización: alcanzar al 70% de la población en septiembre. El ritmo de vacunación en España está por encima de la media de los países miembros, y el ritmo de vacunación en Andalucía es superior a la media española.

El Ejecutivo de Juan Manuel Moreno Bonilla es consciente de este reparto competencial, aunque desde el principio ha exigido al Gobierno central “más vacunas” y ha presionado para que pida más dosis a Bruselas, articulando dos estrategias paralelas: una de lealtad y coordinación, representada por el titular de Salud, Jesús Aguirre, y otra de confrontación permanente con Moncloa, maniobrada por el portavoz y consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, de quien depende en última instancia el sondeo sobre la vacunación. Bendodo reprocha al Ministerio de Sanidad que las vacunas que llegan a Andalucía no representan el porcentaje de población real, mientras que Aguirre avala que esa distribución atienda a la población diana (de más riesgo ante la Covid-19), que en realidad es la misma estrategia de vacunación que la Junta usa para repartir sus dosis entre las ocho provincias.

El sondeo pregunta si cree que a Andalucía le “están llegando todas las vacunas que le corresponden”, y ofrece dos posibles respuestas a los entrevistados: “Sí, creo que están llegando las que le corresponden” (33,9%); y “No, están enviando más a otras comunidades autónomas” (38,4%). Esta segunda respuesta planteada por los responsables del barómetro ahonda en el discurso del agravio que esgrime el consejero de la Presidencia. eldiario.es/andalucia ha consultado a expertos sociólogos, responsables de otros sondeos nacionales, y coinciden que “la formulación de algunas preguntas, caso de la pregunta filtro sobre el ”ritmo lento de vacunación“, como las respuestas prefiguradas que se ofrecen a algunas cuestiones tienen ”un sesgo tendencioso“.

Junto a la denuncia de que a Andalucía le faltan vacunas y que el Gobierno central discrimina a su población en el reparto de dosis, también se ha introducido la idea de apartarse del marco de negociación de la compra centralizada -que pilota Bruselas- y que el Ejecutivo autonómico “busque vacunas por su cuenta” en el mercado internacional. El consejero de Salud se ha reunido con responsables de la farmacéutica rusa Sputnik (aún no avalada por la Agencia Europea del Medicamento), pero Aguirre y el propio presidente andaluz admiten que una región tiene menos capacidad y potencia de negociación que la UE. El sondeo pregunta, no obstante, si la Junta debiera comprar “por su cuenta”, y el 50,8% dice que sí.

“Y en el caso de que lo hiciera”, se tantea por la preferencia de las vacunas de los encuestados: Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Janssen, Sputnik, y también por “la china” y por “la española”. Las dos primeras son las que más fiabilidad despiertan. El 56,3% de los encuestados considera que el Gobierno de Pedro Sánchez está gestionando esta etapa de la vacunación mal o muy mal -frente al 25,4% que defiende que lo hace bien o muy bien- mientras el 64,7% aplaude la gestión del Ejecutivo de Moreno Bonilla frente al 13,9% que lo censura. Preguntados sobre una prórroga del estado de alarma más allá del 8 de mayo -tesis defendida públicamente por el presidente andaluz- el 56,6% lo apoya, y el 30,3% lo rechaza.

Por último, el sondeo interroga si “el Gobierno central debería ceder a la Junta de Andalucía competencias para poder tomar medidas de protección frente a la pandemia”, algo que la dirección nacional del PP defiende en su propuesta de reforma de la Ley Orgánica de Medidas de Salud Pública de 1986. El 70,4% de los encuestados cree que sí, mientras el 18,8% dice que no.

El estudio flash sobre vacunación encargado por la Junta se basa en 800 entrevistas telefónicas realizadas entre el 15 y 19 de abril, justo después de que la Agencia Europea del Medicamento avalara la vacuna AstraZeneca tras confirmar que existían vínculos muy excepcionales con los casos de trombos en pacientes inyectados. La administración de AstraZeneca en Andalucía estaba programada para 610.000 mayores de 60 a 65 años, pero el 20% de los citados rechazó su dosis en los primeros días tras la crisis de la farmacéutica.

En el momento del sondeo, Andalucía había superado las dos millones de vacunas y el 100% de los mayores de 80 años se había inyectado la primera dosis. Sevilla, Córdoba, Granada y Almería habían vuelto a cerrar sus bares a las 20 horas -hasta el 16 de abril abrían hasta las 22.30- y la Junta presionaba al Gobierno para que facilitara la movilidad de la población con dos dosis (más de 600.000 andaluces). El sondeo también pregunta sobre esta reclamación de la Junta, y el 68% se muestra favorable a la idea de crear un registro de personas ya vacunadas para facilitar su movilidad (con el llamado “pasaporte Covid”).

Etiquetas
stats