La recomendación del librero: “Estrellas, gobernantes y bohemios de viaje por Andalucía”
“Cuerpos celestes” es una excelente ocasión de conocer el periodismo mordaz de Francisco Reyero, para quién no lo conozca, y para indagar en la mirada ingenua, que busca un encuentro con lo exótico, de algunos de los viajeros y figuras ilustres que se convertirían en la comidilla y el entretenimiento de unos días, gracias a sus excentricidades propias de forasteros, a ojos de la Andalucía de la segunda mitad de siglo XX.
Leyendo a Reyero y esa disección, hasta lo indecoroso, de los pequeños detalles y miserias de cada uno de estos personajes estelares recorriendo nuestras tierras del Sur, un sur quizá poco acostumbrado al turismo y a la estela de esas grandes figuras deslumbrantes, asalta siempre la duda de cuál de los ojos que se encuentran y se observan está más sorprendido: si los del turista en busca de lo auténtico y exótico, con una mirada cargada de prejuicios y estampas folclóricas, o ese pobre poblador de los caminos que se encuentra con la oportunidad inesperada de observar a una distancia microscópica cada una de las diminutas partículas brillantes que construyen un rostro con el tejido de la fama.
Hablamos de rodadas viajeras como Ava Gardner, la fatal entre las fatales, que fue dejando un reguero de corazones incendiados, botellas vacías y escándalos a su paso. O un Frank Sinatra, siempre rodeado de su escolta de matones, alucinado no tanto por nuestros paisajes y nuestros encantos como por el infierno que le hizo pasar un periodista avispado intentando colocarle un falso affair andaluz con una bombástica Ondina Canibago, oportunista del momento.
Estas y otras estampas curiosas, nos va desvelando Paco Reyero en detalles, aparentemente poco importantes, del tránsito por nuestras tierras de esas ilustres personalidades vintage como Peter O'Toole, Jacqueline Kennedy, Orson Welles, Fidel Castro, la Thatcher, García Márquez y hasta Saint -Exupéry. Resultando de la superposición un divertido collage y una curiosa instantánea de esta Andalucía peculiar, de terruño con aspiraciones de apertura, de autenticidad, de cortijo, de únicos escenarios costeros, de leyendas del duende y del arrebato, con la fama del refugio protegido de la falsedad, que recibió orgullosa en sus caminos el paso de los famosos pero sin dejar de diseccionar cada pequeño rastro de sus grandezas y sus miserias, asombrándose como si Andalucía misma fuera una ingenua turista con cuaderno de notas para tomar apuntes de cada una de sus extravagancias.
Un excelente texto que recomendamos para hacer un viaje en el tiempo y pasar un buen rato.