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Pedro Sánchez cierra la campaña de avales en la Andalucía que ha sido clave para lograrlos

Pedro Sánchez agradece los 45.000 avales y afirma que en el centro del proceso de cambio tiene que estar el PSOE-A

Olga Granado

De los tres aspirantes a la secretaría general del PSOE que han pasado hasta este viernes por la sede de la organización en Sevilla -Eduardo Madina, José Antonio Pérez Tapias y Pedro Sánchez- ha sido el último el que más gente ha conseguido reunir, según el cálculo que hacían en la propia delegación. Había más de 300 personas este viernes para su presentación en la central de la agrupación más importante del PSOE en España, que le ha dado unos 5.000 avales para su candidatura de los alrededor de 15.000 conseguidos en Andalucía (para más de 40.000), lo que ha sido clave para marcar distancias con su más directo rival: Eduardo Madina, con más de 25.000.

Pero el diputado ha rechazado los comentarios sobre la apuesta que habría hecho por él el aparato del PSOE-A en respuesta a la decisión de la dirección del partido de impulsar a Eduardo Madina con su exigencia de consultar a la militancia para elegir al nuevo líder, lo que a su vez truncaba las aspiraciones de la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, de dar el paso adelante, porque sólo lo iba a hacer si se seguía el modelo clásico de elección a través de delegados. “El único aparato que tengo es mi Peugeot”, ha dicho Pedro Sánchez, molesto incluso con estas alusiones y con los que insinúan que es un candidato de “transición” para guardarle el asiento a la también secretaria general del PSOE-A. Se ha definido como “un candidato de carretera”, que se ha hecho más de 40.000 kilómetros en busca de avales para finalmente cuadriplicar la cifra mínima que necesitaba para optar al cargo.

Distancia que, según él, le ha permitido conseguir en un tiempo récord más avales que a ningún otro aspirante, y a pesar de que empezó en un “modesto” y “poco concurrido” acto en Don Benito (Badajoz), donde apenas le acompañaron algunos militantes, como reconocía ante la prensa. “Mi aval es mi trabajo”, ha insistido, para incidir luego en las dos ideas que tiene para el partido: cambio y unidad. De hecho, ha querido comenzar con “agradecimientos” para todos los militantes que han avalado a alguno de los aspirantes en esta pugna. “No los voy a defraudar”, ha dicho de los suyos.

Igualmente, ha remarcado: “El centro del cambio debe estar protagonizado por el PSOE de Andalucía. No entiendo que Andalucía no esté en ese proceso”. En reiteradas ocasiones a puesto de ejemplo a la secretaria general del PSOE-A o ha empleado sus frases. Hasta rematar refiriéndose a Andalucía como tierra de “gigantes políticos como Felipe González, Alfonso Guerra y Susana Díaz”. Se ha definido como un hombre “con hambre de cambio”. Y quiere ese cambio “con corazón”. Incluso con corazón republicano, como el que ha reclamado que siga latiendo en las filas de las Juventudes Socialistas ahora que el PSOE ha estado exhibiendo su máxima lealtad a la monarquía.

En la cita han estado varios alcaldes de la provincia de Sevilla como el de Dos Hermanas, Francisco Toscano, y alguno de sus ediles, entre otras cosas porque han sido claves a la hora de fraguar la plataforma de apoyo a Pedro Sánchez. También han estado otros munícipes de la provincia y/o miembros de la ejecutiva provincial, como Manuel Benítez, Joaquín Fernández Garro, Antonio Conde o Casimiro Gavira. Igual que la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, que ha estado como anfitriona en las tres ceremonias junto al presidente de la agrupación, Fernando Rodríguez Villalobos. Varios parlamentarios, como Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y José Caballos, así como el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Espadas, han sido otros de los que han querido respaldar esta candidatura con su presencia.

Y es que en gran medida Pedro Sánchez ha conseguido el apoyo de los históricos del aparato de Andalucía con un oficialismo en el que se han integrado parte de los que hasta no hace mucho eran críticos, tales como Francisco Toscano, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis o Luis Pizarro. Incluso un crítico reconvertido hace tiempo como Demetrio Pérez estaba por allí. El poder de movilización de la corriente oficial ha sido clave, aunque conviene tener presentes los más de 4.000 avales logrados por los madinistas en Andalucía, que muchos interpretan como “una contestación a Susana Díaz y donde también hay pesos históricos del PSOE”. Frente a ellos, un aspirante nacido en Sevilla, José Antonio Pérez Tapias, uno de los portavoces de Izquierda Socialista, que ha sacado más apoyo fuera de Andalucía que dentro y contando sobre todo con el margen de maniobra de esta corriente y la capacidad movilizadora del sindicato UGT. Una sorpresa para otros, pero no tanto para ellos, que eran conscientes de un clamor en las bases para acabar con “lo de siempre”.

En este contexto, la dirección del PSOE-A ha defendido siempre su “neutralidad”. La cuestión es que entre los tres aspirantes han reunido unos 80.000 avales de una militancia llamada votar que supera los 197.000 por lo que todavía queda mucho electorado por movilizar. La campaña de verdad empieza ahora.

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