Teresa Rodríguez se enfrenta al reto de mantener su exigencia de autonomía para el partido en Andalucía
El resultado en Vistalegre II, con una aplastante victoria de Pablo Iglesias y su modelo de partido, tiene una consecuencia inmediata para Podemos en Andalucía: obliga a su coordinadora general, Teresa Rodríguez, a negociar la reivindicación de más autonomía dentro de la organización, pese a que no está contemplada en los documentos más votados el pasado fin de semana.
De hecho, la propuesta fue asumida por las candidaturas de los anticapitalistas, promovida por la propia Teresa Rodríguez, y de los errejonistas, pero no por la de Pablo Iglesias, que es la que se ha impuesto. Pese a que Teresa Rodríguez mantuvo días antes de Vistalegre II que esta autonomía la iba a pelear “sí o sí”, sus críticos dudan de que finalmente sea en los términos aprobados por el Consejo Ciudadano Andaluz (CCA) y que pueda ocurrir como cuando se comprometió a pedir un subgrupo propio en el Congreso de los Diputados para los andaluces “y se conformó con un sucedáneo”.
Pero en este caso, la reclamación de los andaluces no es sólo de Teresa Rodríguez, sino del CCA, porque iba en todas la candidaturas que se presentaron a las primarias de noviembre. La propuesta aboga por la federalización de la organización en Andalucía básicamente con cuatro claves: personalidad jurídica propia con su CIF para garantizarse el control de las finanzas, autonomía para confeccionar las listas sin el modelo de circunscripción única y sin injerencias de Madrid, manejo del censo desde Andalucía y poder de decisión sobre los pactos postelectorales.
Los dos primeros son los puntos que más recelos despiertan en el equipo de Pablo Iglesias, pero el entorno de Teresa Rodríguez recuerda que el debate tendrá que ser asumido por el Consejo Ciudadano Estatal (CCE), “donde hay representadas muchas sensibilidades”, pese a que la mayoría son de la lista de Pablo Iglesias. De hecho, entre los 62 integrantes hay seis de Andalucía, y difícilmente los cuatro que son de la lista de Pablo Iglesias van a ir en contra de una resolución del CCA, lo que da una idea del nuevo equilibrio de poderes.
Reunión en los próximos días
De momento, está previsto que en los próximos días se reúna la ejecutiva en Andalucía para abordar cómo van a plantear esta reivindicación, pero no se marcan ningún plazo que sirva ni como garantía de compromiso ni como elemento de presión. En la federación van con pies de plomos para evitar que esto abra una brecha que dinamite las relaciones con el recién reelegido Pablo Iglesias pero si éste no recula son conscientes de que el único desenlace puede ser la confrontación.
“Podemos en Andalucía tiene un mandato claro, por consenso de todas las opciones, de que hay que avanzar hacia una mayor descentralización”, ha apuntado este lunes el secretario de Comunicación en la federación, Pablo Pérez Ganfornina, para quien esto es una “imposición de los inscritos” en la comunidad autónoma, que en Vistalegre II han sido de los más activos, siendo tras la Comunidad de Madrid la segunda con más participación en estas últimas primarias, superando los 25.000.
En este sentido, ha comentado que respetan el resultado de Vistalegre II y la nueva dirección que ha salido del congreso, pero “hay una resolución que se aprobó en Andalucía y que se envió a todas las candidaturas” que compitieron el pasado fin de semana.
Ha recordado también que hay compañeros de otros territorios -Asturias, La Rioja y Navarra, y posteriormente catalanes- que defendían la descentralización. “Confío en que, con la dirección que se ha constituido, más plural que la de antes, haya diálogo”, ha apuntado. En esta línea, está convencido de que la nueva dirección va a respetar el consenso en Andalucía, pero ha pedido “con calma y tranquilidad”.