Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Israel se prepara para una ofensiva en Rafah mientras el mundo mira a Irán
EH Bildu, una coalición que crece más allá de Sortu y del pasado de ETA
Opinión - Pedir perdón y que resulte sincero. Por Esther Palomera

El presidente andaluz logra el aval del PSOE y Adelante a su “gran alianza” a costa del portazo de sus socios de Vox

Susana Díaz ofrece al PSOE-A para "remar en la misma dirección": "No usemos los remos para golpearnos"

Daniel Cela

0

La epidemia del coronavirus ha infectado muchas, pero ha devuelto la salud al parlamentarismo andaluz. El regreso a la Cámara legislativa del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, y de la líder de la oposición, la socialista Susana Díaz, venía precedido de tambores de paz y concordia: Ambos, por separado, propusieron un gran acuerdo político, una “gran alianza” frente a la crisis sanitaria y económica. Esa imagen de 'gran coalición' PP-PSOE y ese clima de entendimiento no ha abandonado la jornada. Eso sí, Moreno salió del Parlamento con un voto de confianza de los dos grupos de izquierdas en la oposición, pero sin el beneplácito del partido que sostiene su Gobierno (Vox). “Hoy empezamos una nueva legislatura”, ha anunciado, solemne, el presidente andaluz.

Todos los grupos (excepto la extrema derecha) han logrado anteponer la idea de unidad política frente a la discordia, con más o menos acierto a la hora de reprimir sus reproches al adversario. Moreno se ha referido a la oposición como “aliados imprescindibles”. “O salimos juntos o no salimos”, dijo para terminar su discurso. PSOE, PP, Ciudadanos y Adelante Andalucía han enfatizado la necesidad de blindar la sanidad pública. Los cuatro grupos mayoritarios, dos del Gobierno y dos de la oposición, coinciden en reprogramar los Presupuestos Autonómicos en vigor, que se dibujaron para unas circunstancias muy distintas, y han quedado en papel mojado.

La alianza de toda la clase política, junto a los agentes sociales y económicos, ha salido reforzada del Parlamento andaluz, al menos así se desprende del discurso general. Del discurso se pasará a la concreción, esto es, a la reforma de un Presupuesto que ahora cuenta con el apoyo de PP, Cs y Vox y con el rechazo de la izquierda. El plan de Moreno para fraguar una “gran alianza por Andalucía” puede servir de espejo a otras comunidades, donde también se busca el consenso político frente a la pandemia y por la reconstrucción social y económica. Ni siquiera el formato propuesto para ese pacto ha generado discrepancias. “No tengo problema que se constituya a través de una comisión parlamentaria”, ha respondido Moreno a la petición de Díaz. “Esto debe de ser una alianza que tendrá un tiempo, pero que ahora es indispensable”, subraya el presidente.

También ha cedido a la propuesta de revelar los datos de contagios por municipios, algo que reclaman los ayuntamientos y que la líder socialista le ha recordado a Moreno. “No tengo ningún problema en pedírselo públicamente aquí al consejero de Salud”. A cambio, el presidente ha pedido a Susana Díaz “que ejerza su influencia” para que el Gobierno de Pedro Sánchez haga llegar a Andalucía los 100 millones de euros de fondos extraordinarios para luchar contra el virus.

En política, son tan importante las formas como el contenido. Las formas con las que se han tratado sus señorías este viernes en el Parlamento andaluz dista mucho de la bronca virulenta que se vio en el Congreso de los Diputados esta semana. Lo más llamativo ha sido el puente abierto entre Moreno y Díaz, que puede anticipar un diálogo más fluido entre la Junta y el Gobierno central, que no han dejado de lanzarse reproches durante esta crisis sanitaria, a la par que se prometían lealtad institucional.

Vox ha sido el único grupo que se ha autoexcluido de la gran alianza propuesta por el presidente andaluz, en consonancia con la decisión de Santiago Abascal respecto al pacto por la reconstrucción que Sánchez llevó al Congreso. Su portavoz, Alejandro Hernández, ha ofrecido a Moreno “una alternativa a su voluntad de acuerdo”, que pasa por acentuar la “austeridad” en la administración, bajar impuestos o limitar el gasto a los partidos. “No se puede ser amigos de todos”, le ha advertido Hernández al presidente en relación a su propuesta de “gran alianza”.

Vox ha participado en otro debate, con otros términos, en el que ha llegado a tildar de “vergonzoso” el funcionamiento del Estado autonómico frente a la pandemia, y ha pedido a Moreno que se sume a la petición de dimisión de Pedro Sánchez. “Unidad” en Andalucía; “guerra” al Gobierno, ha dicho. Moreno ha reconocido “problemas de coordinación interterritorial”, pero ha reafirmado su lealtad institucional en el presidente Sánchez. “Ya habrá tiempo para la crítica política”.

La portavoz de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, ha intervenido de forma telemática, desde casa, para reclamar que el 7% del PIB andaluz se destine a la sanidad pública. Rodríguez ha sido muy crítica con el modelo fiscal de PP y Cs, recordando que “perdonar el impuesto de sucesiones a los más ricos lo van a tener que revisar”, pero también ha coincidido en la necesidad de “sumar fuerzas”. El portavoz de Ciudadanos, Sergio Romero, ha hecho un esfuerzo de contención que casi logra refrenar su habitual ensañamiento con el PSOE. “No toca la guerra de reproches. La única guerra permitida es a guerra contra el coronavirus”.

De 350 a 1.800 millones de euros

Después de más de 40 días de confinamiento y en estado de alarma, la factura acumulada por los gastos que el coronavirus ha ocasionado en la sanidad pública andaluza ascienden a 350 millones de euros. Todas las consejerías del Gobierno autonómico han tenido que desviar fondos de sus departamentos -bloqueando proyectos propios- para nutrir al Sistema Andaluz de Salud (SAS). Se han hecho alrededor de 6.000 contrataciones de personal sanitario para reforzar hospitales y centros de salud, y se ha invertido mucho en material quirúrgico (mascarillas, guantes, respiradores, test de detección del COVID-19).

El avance de la pandemia es lento, pero sigue siendo avance. Hay 11.536 contagios acumulados, 5.675 han pasado por el hospital, 715 por la UCI, y 1.107 han fallecido. El presidente del Gobierno andaluz, Juan Manuel Moreno, ha regresado este viernes al Parlamento autonómico para explicar su gestión de la crisis sanitaria, y ha cifrado en 1.800 millones de euros el gasto total que podría ocasionar el coronavirus en las arcas públicas. Lo ha anunciado a la par que se quejaba de que el Gobierno central de Pedro Sánchez, hasta hoy, no ha hecho llegar ni un solo euro de los fondos extraordinarios anunciados para que las comunidades hicieran frente al virus.

La intervención de Moreno en un Parlamento prácticamente desierto -la primera en 50 días- ha estado trufada de referencias épicas, odas de exaltación a la población española y andaluza por su comportamiento “responsable” en el confinamiento, llamadas a la “gran alianza” a las fuerzas de la oposición, y un constante mensaje de unidad. “Pasaremos de un estado de alarma a un estado de ilusión. Les pido confianza. O salimos de ésta juntos o no salimos”, ha concluido, tras casi una hora de discurso.

El presidente andaluz ha desgranado todas las medidas que su Gobierno ha puesto en marcha desde que se desató la crisis, repitiendo machaconamente la palabra “anticipación”, clave en un mensaje político que trata de distinguir su gestión de la del Ejecutivo central. Le avalan los datos de contagio y muertes de Andalucía, muy por debajo de la media y mucho más por debajo que otras comunidades, como Madrid o Cataluña, donde el virus ha causado estragos. “En términos generales hemos acertado en la gestión y en el buen proceder”, ha reiterado varias veces. Moreno ha esquivado la autocrítica -en comparación con otros líderes autonómicos que también han acudido esta semana a sus parlamentos para dar explicaciones- y su discurso, a ratos, ha rozado la autocomplacencia y el triunfalismo.

Pero el leit motiv principal de la alocución de Moreno ha sido “la unidad”. Ese gran acuerdo político, esa “gran alianza por Andalucía”, con la que el presidente de la Junta busca un consenso con el resto de fuerzas, y al que la líder de la oposición, la socialista Susana Díaz, ya se ha sumado. “Debemos estrenar una nueva política para un nuevo tiempo político, y los grupos de la oposición serán aliados imprescindibles”, ha subrayado Moreno. Otra cifra enmarca esa propuesta de acuerdo: 4.000 millones de euros para relanzar social y económicamente Andalucía, una comunidad muy dependiente del turismo y las exportaciones, con una tasa de paro del 21% que previsiblemente se va a disparar.

El presidente no ha aclarado de dónde saldrán esos 4.000 millones, aunque la líder socialista ha “intuido” que saldrá de la reprogramación de los fondos europeos para Andalucía, una medida que el PSOE apoyará porque también ellos la habían reclamado.

Los datos del coronavirus en Andalucía cumplen con los requisitos que el Ministerio de Sanidad ha dibujado para iniciar la desescalada, de ahí que Moreno haya pedido al Gobierno central que sea esta comunidad la primera que abra la mano. La tasa de incidencia del virus en Andalucía es de 24,08 por cada 100.000 habitantes, su número reproductivo -personas contagiadas por cada caso positivo- es menor que uno y el incremento de casos es del 1,2%. Para autorizar el desconfinamiento, Sanidad exige una tasa menor del 30, número reproductivo menor que uno e incremento de casos del 1%.

Etiquetas
stats