‘Residenciales okupas’ de nadie
Indefensión. Quizá esta sea la palabra que podría describir la situación a la que cada día se enfrentan más de un centenar de personas que viven sin luz y sin agua en uno de los tres núcleos residenciales ocupados de Granada capital. Las casas están situadas en tres puntos muy distantes de la ciudad: el Barrichuelo (barriada San Ildefonso), Cortijo de la Nocla (comienzo carretera Ogíjares) y el antiguo Cuartel de la Guardia Civil (Cartuja). Todas estas personas no son propietarias del lugar en el que se alojan, y llevan viviendo en estas casas en unas condiciones sanitarias dudosas más de cinco años, en algunos casos, hasta diez.
Indefensión es también lo que sienten los vecinos situados en las cercanías de estas viviendas que han denunciado la situación ante diferentes administraciones, pero que no han conseguido arreglar el problema. Unos no tienen casa y dieron una patada a la puerta, y otros tienen que convivir a diario con unos edificios que se están convirtiendo en un problema sanitario y en focos de conflicto social. La historia de cada uno de estos residenciales es distinta. Y la titularidad de la propiedad, también. Pero el final es idéntico: no hay solución a la vista.
El caso más reciente es el de las 31 viviendas situadas entre las calles Alpargateros y Baja de San Ildefonso. En 2004, la promotora Leonardo DaVinci y la constructora Rodess comenzaron a levantar 31 viviendas sobre los restos una antigua necrópolis árabe. Varias familias compraron buena parte de esas casas, que ocupan un solar de unos 6.000 metros cuadrados en pleno corazón de la ciudad y un entorno declarado Bien de Interés Cultural. La urbanización, bautizada como Cármenes del Triunfo, iba a tener espacios comunes, zonas ajardinadas, garaje… todas las comodidades.
Sin embargo, la crisis o la mala gestión hicieron que las empresas quebraran dejando a los compradores con hipotecas pero sin casas, y a los vecinos de la zona con una urbanización fantasma prácticamente terminada a falta de algunos cerramientos. Las patadas en las puertas no tardaron en llegar y desde hace más de cinco años las futuras lujosas viviendas están habitadas por ocupas, “que han convertido la zona en un lugar intransitable e insalubre”, según denuncian los vecinos de la zona.
“Ratas, cuartos llenos de heces y orines, basura por todas partes, hogueras por la noche, robos… Esto es un estercolero”, denuncia Andrés Rodríguez, el presidente a la asociación de vecinos de San Ildefonso. Los vecinos de las casas colindantes, además de miedo “por el tipo de gente que se ha metido aquí”, relatan, no pueden transitar por la calle ni abrir sus ventanas. “El olor es horrible y nos da miedo que los niños jueguen en la calle porque el foco de infección se está extendiendo”, cuenta María, la vecina más afectada. “No quiero ni que mis nietos vengan a verme”, apostilla.
El número de 'inquilinos' es difícil de contabilizar pero los vecinos calculan que en esta urbanización hay más de 35 personas viviendo sin luz y sin agua. “Por las noches hay peleas y tenemos que llamar a la Policía casi todos los días. Prostitutas, indigentes, drogadictos… El abanico es amplio”, relatan. Aunque resulte increíble, en estos cinco años ninguna administración ha podido encontrar fin a esta situación porque las viviendas legalmente no son de nadie. Están en el limbo judicial.
El Ayuntamiento que inició, a instancias de los vecinos, un expediente en 2011 para retirar una enorme grúa que la constructora dejó en mitad, “sigue luchando para encontrar una salida”, afirma Vicente Aguilera, concejal de Participación Ciudadana. El administrador concursal de estas casas adeuda los 21.134 euros que costó quitar la estructura mecánica de la zona al Consistorio, quien desde hace tres años intenta encontrar a los responsables. Ante esto, el siguiente paso es personarse en el juzgado para iniciar una ejecución subsidiaria que permita al Ayuntamiento entrar en los Cármenes del Triunfo, limpiarla y tapiarla. El presupuesto de estas acciones ya ha sido elaborado y rondaría los 5.600 euros.
Y es que las viviendas, de momento, no tienen dueño. Según BBVA, la entidad financiara que prestó el dinero a la promotora y constructora, estas casas tampoco son suyas, “hasta que el juez no nos dé la propiedad”, afirman fuentes del banco. Así las cosas, el largo proceso judicial del concurso de acreedores y de quiebra de Leonardo DaVinci y Ross ha dejado a Los Cármenes del Triunfo, de momento, sin propietarios.
El que sí tiene dueños es el Cortijo de la Nocla, en la entrada de la Carretera de Ogíjares frente al Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud. Este espacio cuenta con 61.300 metros cuadrados y un gran caserón que son propiedad en el 81,55 % del Ayuntamiento y en el 18,45 % del Arzobispado de Granada. Aquí viven desde 2007 varias familias rodeadas de chatarra y suciedad. El Arzobispado dice que es consciente de la situación “y, como hacemos siempre, lo pusimos hace tiempo en conocimiento de la administración pertinente”, en este caso el Ayuntamiento, con quien comparte esta finca proindivisa.
Sin embargo, al Consistorio no parece importarle mucho contar con una propiedad en la que desde hace seis años viven en condiciones lamentables y revueltos con la basura al menos una decena de personas. Isabel Nieto, la concejala de Urbanismo, que en un principio argumentó que la responsabilidad de este cortijo no recaía sobre el Consistorio, explicó después a través del gabinete de prensa municipal que, tras volver a comprobar los archivos, no piensan hacer nada, argumentando que “ningún vecino ha realizado una denuncia”. Este cortijo propiedad de todos los granadinos y con unas condiciones de salubridad dudosas permanecerá en este estado durante un tiempo indeterminado.
Los vecinos que sí se han quejado son los del barrio de Cartuja. En este caso se trata del antiguo Cuartel de la Guardia Civil de Granada capital. Hace unos diez años, sus inquilinos se mudaron a unas nuevas instalaciones y dejaron los dos edificios de cuatro plantas de la calle Antonio López Sancho vacÍos. Los ocupas no tardaron en llegar. Desde entonces, nadie ha hecho nada por recuperar estas casas que, según relata Isabel Salinas, representante granadina del colectivo Barrios Ignorados, “en algunos casos tienen luz enganchada de las farolas y no sabemos si agua, porque no nos dejan acercarnos a la zona”.
Estas 16 viviendas son en la actualidad, aseguran en la Junta de Andalucía, propiedad del Ministerio de Justicia. Al parecer, hubo una intención de cesión para que se incluyera un plan de rehabilitación de este barrio, pero “esto nunca se llevó a cabo”, explican. Este hecho, sin embargo, ha cogido de sorpresa a muchos de los colectivos y habitantes de la zona, que pensaban que tras diez años verían por fin el final de este problema transformado en un centro de día para personas mayores.
“El 28 de junio me reuní personalmente con Manuel Morales, delgado de Fomento en Granada”, cuenta Salinas, “para hablar sobre estos edificios y me aseguró que ya tenían todo el papeleo hecho a falta sólo del dinero para montar el centro de día”. La representante vecinal no quiere “dudar de la palabra del delegado, parece entonces que hubo una equivocación”.
La Junta, por su parte, lo tiene claro: “no nos hemos podido comprometer con este tema puesto que estos inmuebles nunca ha sido nuestros y por lo tanto no podemos intervenir en ellos”. Eldiario.es/andalucia ha intentado recabar la opinión del Ministerio de Justicia a este respecto, pero no se ha recibido contestación. Lo único claro es que los ocupas de estas casas de Cartuja seguirán viviendo aquí.
Y es que, durante todos estos años, pese a las quejas vecinales y los problemas de salud pública y exclusión social que representan estos tres residenciales ocupas, ninguna de las administraciones implicadas ha sabido dar una solución a los centenares de afectados.