Trabajadores del túnel de Bielsa: sin cobrar guardias ni festivos ni el plus por trabajar a más de 1.500 metros
Un conflicto laboral oculta la luz en el túnel transfronterizo de Bielsa-Aragnouet, de poco más de tres kilómetros y que conecta Aragón y Francia a través de las carreteras A-138 y RD 173. Los doce trabajadores que realizan las tareas de mantenimiento han denunciado de manera pública su precariedad. Dicen que suman varios años sin cobrar las guardias, los festivos trabajados y el plus por trabajar a más de 1.500 metros de altitud. Además, señalan reducciones de personal en la presente campaña invernal.
Los trabajadores, que desde un primer momento han apelado al papel de las instituciones para mediar en esta situación, sostienen que se está incumpliendo el convenio de la construcción y que se han producido recortes en las horas de trabajo sin que se les haya dado una explicación. A comienzos de diciembre se reunieron con el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, quien reconoció y asumió que el panorama es como lo describen los afectados.
Los trabajadores calificados como de primera intervención en la sala de control del túnel o los de vialidad invernal han trabajado los días de Navidad y de Año Nuevo sin cobrarlos, como tampoco los domingos. También explican que al comienzo de la campaña de viabilidad invernal se había contratado solo a dos personas y no a cinco como en años anteriores.
Así las cosas, el próximo martes 15 de enero tendrá lugar un encuentro en la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Huesca, al que acudirán trabajadores del túnel de Bielsa-Aragnouet; la empresa Ferroser, encargada de mantenimiento del paso transfronterizo y sus accesos, y el consorcio del túnel, compuesto por el Gobierno de Aragón y por el gobierno francés de Altos Pirineos (Hautes Pyrénées).
Javier Paúles, delegado sindical de UGT de Ferroser, la empresa encargada del mantenimiento del túnel, señala que “nos han llamado ese día previa denuncia. Queremos que se cumplan el convenio y nuestros derechos”. Saben que “hay mucho trabajo sobre la mesa pero paso a paso irán saliendo las cosas”. El director del consorcio, Andrés Olloqui, no comparte los planteamientos de los trabajadores.
Los trabajadores del túnel de Bielsa-Aragnouet han realizado varias movilizaciones y llevaron a cabo en diciembre una marcha-manifestación “no solo por las condiciones precarias de los trabajadores, sino también por los recortes que se han producido afectando a la seguridad del túnel y sus accesos”.
El comité de empresa mantuvo una reunión en Zaragoza con José Luis Soro para informarle de la situación de los trabajadores y de la seguridad del túnel. Soro había planteado previamente a los responsables de la infraestructura la necesidad de que se revisase el cumplimiento de los términos del contrato con la empresa concesionaria de la gestión y mantenimiento del túnel internacional.
El consejero explicó al grupo de trabajadores que se concentró en la puerta del centro de gestión del túnel los compromisos acordados: “Somos conscientes de que se trata de un problema laboral entre empresa y trabajadores y hemos solicitado que desde el consorcio se revise el cumplimiento de los términos del contrato con la empresa”. Para ello se ha constituido un grupo de trabajo integrado por el director gerente del consorcio, el director general de Movilidad e Infraestructuras y su homólogo francés, quienes revisarán el contrato actual y su cumplimiento.
Soro destacaba “la importancia de que se revisen los pliegos para el próximo contrato, que ya incluyen algunas cuestiones laborales como el detalle de los pluses que deberán cobrar los trabajadores, y se analizará en qué medida se pueden incluir mejoras tanto para los trabajadores y trabajadoras como para la gestión del túnel”. El contrato finaliza en el próximo mes de mayo, por lo que es necesario que la revisión de los pliegos esté lista durante las próximas semanas.
Al margen de esta situación, se trata de un túnel que presenta problemas sobre todo en invierno. Las bajas temperaturas, las nevadas o el riesgo de aludes son algunas de las causas que suelen provocar su cierre temporal en los meses más fríos del año. Aunque inaugurado en 1970, no se comenzó a utilizar de manera regular por cuestiones técnicas hasta seis años más tarde. En la última década se han realizado trabajos de reforzamiento y seguridad, con la instalación de un semáforo que regula el paso en ambos sentidos.
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