La cuadratura del círculo

¡Pero cómo va a cuadrar algo caminando siempre en círculos! Lo leía estos días en alguna red social que ya no recuerdo. El último comunicados de la OMS ha provocado la risa: por simplificación y por incomprensión. El organismo que vela a nivel mundial por nuestra salud se ha superado a sí mismo, y ha tenido, también, que matizarse a sí mismo.

Médicos, nutricionistas y deportistas llevan tiempo diciéndonos: “menos carne roja y más pescado”. Lo sabemos. Pero he aquí que con el fresco del otoño, llega la Organización Mundial de la Salud y un martes cualquier nos dice que si comemos un chuletón muy hecho, al día siguiente un bocadillo de chorizo, y al siguiente unas salchichas, vamos a pillar un cáncer. Y, en concreto, colorectal.

Según los expertos, nada nuevo bajo el sol. Todos lo sabían -los expertos- pero cuando lo hemos sabido todos -los no expertos- ha cundido el pánico, primero, y el cachondeo, después. Ahora, nos queda intentar cuadrar el círculo.

El cáncer es algo muy serio y la alimentación, un asunto muy complejo. Tanto que los científicos identifican los peligros de los alimentos y sus derivados y los clasifican o identifican en cinco tipos: cancerígeno, probablemente cancinógeno, posiblemente cancinógeno, no clasificable y probablemente no cancerígeno. Da miedo entrar ahí, ¿eh? Probable, posible, sin clasificar … Acabaremos por no comer. No pillaremos un cáncer pero nos moriremos de hambre. Oye, pero al menos moriremos sanos. Al fin y al cabo, somos materia orgánica.

Los investigadores analizan riesgos y sus conclusiones tardan y tardan en macerarse. Y mientras tanto, algunos nos seguimos preguntando por qué, además de lanzar informes alarmistas mal explicados que acaban en la papelera de la desmemoria, los organismos internacionales competentes e independientes no inspeccionan, controlan y prohíben el uso de hormonas en exceso, conservantes en el borde legal y etiquetados falseados en algunos de los procesos de producción del sector cárnico. Hay días que vas a la compra y, en lugar de embutido de calidad, ves almidón coloreado.

OMS, ONU, FMI, FAO… Hay días que te preguntas qué hacen y quién dirige, exactamente, este tipo de organismos. Y sobre todo, si no podrían hacer más y mejor.

Ya nos lo dejó bien escrito Ortega y Gasset: “Y ahora, ¿qué más?”