Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

La 'guerra verde' de Huesca: la tala de árboles abre el curso político con protestas y una nueva plataforma ciudadana

Manifestación del 25 de agosto contra la tala de árboles en Huesca

Miguel Barluenga

22 de septiembre de 2025 23:06 h

0

La tala de varios plataneros ha destapado en Huesca un conflicto que va mucho más allá de unas obras de urbanización. En apenas unos días, el temor vecinal a perder un cedro catalogado como singular se transformó en un movimiento ciudadano que denuncia un modelo de ciudad “cementista”, reclama más transparencia en la gestión municipal y exige una protección real del arbolado urbano. La brecha entre el Ayuntamiento y una parte de la ciudadanía ha quedado abierta: mientras el Gobierno local defiende que el polígono de Harineras es el mayor desarrollo urbanístico de este siglo en la ciudad –con más de 1.300 viviendas y 420 nuevos árboles–, la oposición y la plataforma recién nacida Árboles Vivos Huesca hablan de “arboricidio” y de un urbanismo obsoleto.

El desencadenante llegó a finales de agosto, cuando más de 300 personas se concentraron en la avenida de Martínez de Velasco para frenar la tala de dos plataneros de gran porte en el entorno de la futura rotonda de Harineras. La protesta, convocada por la Asociación de Vecinos del barrio de La Encarnación, derivó en un corte de tráfico, momentos de tensión con la Policía Nacional y escenas de resistencia vecinal tras la detención de una mujer. Entre gritos de “¡No a la tala!” y peticiones de dimisión a la alcaldesa Lorena Orduna (PP), la ciudad vivió un episodio inédito de movilización ambiental.

La situación se agravó cuando una mujer abofeteó a un inspector jefe de la Policía Nacional de paisano y fue detenida, lo que provocó escenas de resistencia vecinal para impedir su traslado a la comisaría. Minutos antes, otro hombre había saltado el cordón policial para agarrarse a la eslinga de la máquina que trataba de abatir uno de los árboles. La tensión solo se calmó a primera hora de la tarde, después de que los operarios concluyeran la tala de la parte superior de los ejemplares.

Ese mismo día, la alcaldesa Orduna y los concejales de Medio Ambiente y Urbanismo, José Miguel Veintemilla e Iván Rodríguez, se acercaron al lugar para reunirse con la Asociación de Vecinos de la Encarnación, convocante de la protesta. Confirmaron que el cedro singular y otros 16 árboles de la zona se salvarían, pero anunciaron que las obras de urbanización obligarían a talar otros 18 plataneros en la acera derecha de Martínez de Velasco. En total, serían 20 ejemplares menos en la avenida.

El Ayuntamiento trató de reforzar este mensaje en un comunicado en redes sociales publicado a la misma hora de la concentración. En él defendía la construcción de la “glorieta gigante” como una mejora de movilidad y seguridad, y recordaba que la urbanización de Harineras contempla la plantación de 421 nuevos árboles. Orduna añadió: “Huesca avanza y está dando un paso más tanto en movilidad como en vivienda, ya que el polígono de Harineras albergará más de 1.300 pisos”.

La indignación vecinal y el nacimiento de ‘Árboles Vivos Huesca’

Para los vecinos, la información llegó tarde y mal. Inmaculada Campodarbe, secretaria de la asociación de vecinos de La Encarnación, lamentó que tenían “miedo, ya que había marcas en el suelo que amenazaban al cedro y los demás árboles. Nos dijeron que solo se talaban dos plataneros, pero no nos aclararon nada más”.

A las críticas vecinales se sumaron voces técnicas como la de Ángel Lezcano, arquitecto técnico y miembro de Ecologistas en Acción, que señaló “irregularidades” en la modificación del plan de Harineras aprobada en 2021, con una rotonda que pasó de 25 a 50 metros de diámetro “sin justificación técnica”.

De este caldo de cultivo nació la plataforma ciudadana ‘Árboles Vivos Huesca’, que aglutina asociaciones, colectivos y vecinos. En su manifiesto denuncian un modelo urbanístico “obsoleto” que sacrifica patrimonio natural en favor del cemento y exigen una planificación “creada por y para la ciudadanía, que mitigue el cambio climático y priorice a las personas frente a los vehículos”.

En los días siguientes, las máquinas continuaron con las talas en la zona. En total, 30 ejemplares de gran porte fueron derribados: 10 en la calle José Gil Cávez y 20 en Martínez de Velasco, incluidos los dos plataneros del epicentro de la protesta.

La respuesta ciudadana no se hizo esperar. El 28 de agosto, la plataforma celebró una primera acción simbólica decorando árboles y vallas con mensajes como “Están talando nuestro futuro”. Dos días después, el 30 de agosto, más de un centenar de personas se concentraron en el Jardín de la Fuente del Ibón, convertido en epicentro de la protesta, para escuchar un manifiesto de Mamen Carmena: “Los plataneros eliminados eran los verdaderos pulmones de Huesca. Frente a ellos, la nueva rotonda no puede ofrecernos nada”.

En esa cita se reclamó una ordenanza municipal de protección del arbolado, mayor transparencia en los proyectos urbanísticos y un modelo de ciudad con más zonas verdes y movilidad sostenible. La protesta volvió a contar con un fuerte despliegue policial, aunque sin incidentes.

El 3 de septiembre, la plataforma convocó una nueva marcha que recorrió Martínez de Velasco hasta la plaza de Navarra con lemas como “Menos hormigón, más vegetación” o “Nos han mentido”. Varias mujeres vestidas de rojo protagonizaron una performance contra las “políticas cementistas”. El manifiesto leído en la plaza denunció que “cada árbol talado es una herida en nuestra historia” y reivindicó una ciudad donde se pueda caminar a la sombra en veranos de 40 grados.

La oposición acusa de “arboricidio”

Las formaciones políticas de la oposición han encontrado en esta polémica un filón para cuestionar al gobierno local. Chunta exigió a Orduna “paralizar inmediatamente un arboricidio llevado a cabo con ocultación y manipulación de datos”. Cambiar Huesca-IU criticó que “en plena emergencia climática, se insista en eliminar árboles maduros que proporcionan sombra y absorben dióxido de carbono”. Verdes Equo denunció “torpeza y mala gestión” y una falta de información clara a los vecinos.

La alcaldesa, por su parte, ha contraatacado subrayando que el proyecto de urbanización de Harineras fue aprobado en abril de 2023 por unanimidad de todos los partidos: PP, PSOE, Ciudadanos, Vox y la entonces coalición Con Huesca Podemos Equo. “Nos asombra tremendamente que ahora lideren estas manifestaciones cuando ya se sabía qué arbolado se iba a mantener y cuál no”, declaró.

El Ayuntamiento insiste en que el proyecto de Harineras es el desarrollo urbanístico más importante de la ciudad en este siglo, con una inversión de más de 14 millones, la construcción de 1.300 viviendas –70 de ellas de protección oficial– y 420 nuevos árboles. “Las reacciones son injustas y desproporcionadas”, sostiene el gobierno municipal, que acusa a la izquierda de incoherencia y oportunismo.

Además, recuerda que los plataneros afectados figuraban en la ordenanza de arbolado como ejemplares “pendientes de valoración o mejora en entorno” y que, al tratarse de un proyecto de interés general, podían ser talados legalmente.

La respuesta institucional: un nuevo catálogo de árboles singulares

Con los ecos de la polémica todavía presentes, el Ayuntamiento ha anunciado que trabaja en reactivar y ampliar el Catálogo de Árboles y Arboledas Singulares, una herramienta que quedó paralizada en 2016. El área de Medio Ambiente prepara un nuevo informe técnico con propuestas de ejemplares a proteger, la creación de un comité de catalogación y su integración en proyectos escolares y turísticos.

El consistorio recuerda que Huesca cuenta con más de 19.000 árboles de 200 especies y 26,78 metros cuadrados de zona verde por habitante, lo que la sitúa entre las ciudades más verdes de España. “La activación del catálogo permitirá garantizar la protección de los árboles singulares y confirmar a Huesca como referente en gestión sostenible”, afirman.

La tala de plataneros en Harineras ha dejado al descubierto una brecha entre el Ayuntamiento y parte de la ciudadanía oscense. Lo que comenzó como un temor por un cedro singular se ha transformado en un movimiento amplio y apartidista que reclama un cambio de rumbo en la política urbanística. Mientras el gobierno local defiende que se trata de un proyecto clave para la vivienda y la movilidad, la plataforma ciudadana y la oposición hablan de “arboricidio” y “urbanismo obsoleto”.

Con nuevas movilizaciones en el horizonte y el catálogo de árboles singulares en proceso de ampliación, la “guerra verde” de Huesca marca el inicio de un curso político en el que la alcaldesa Lorena Orduna tendrá que gestionar no solo la urbanización de Harineras, sino también la creciente desconfianza de una parte de los vecinos hacia sus decisiones medioambientales.

Etiquetas
stats