La Asociación Aragonesa Pro Salud Mental atiende a más de 500 personas en la Comunidad
El 10 de octubre se conmemora, desde 1992 y en más de un centenar de países, el Día Mundial de la Salud Mental con el objetivo de acabar con la discriminación de los enfermos y dar a conocer el trabajo que realizan distintas entidades para favorecer su integración social y laboral. Una de estas es la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (Asapme), que agrupa a más de 700 familias en Aragón con un caso de enfermedad mental.
El lema elegido este año es ‘Ponte en mi lugar, conecta conmigo’, ya que tiene como objetivo “favorecer la empatía, el ponerse en el lugar del otro para saber por lo que está pasando”, explica la doctora Ana López, directora de Asapme. Apunta que la falta de información sobre trastornos mentales es una de las causas de la incomprensión y la discriminación que sufren los afectados por este tipo de problemas de salud.
Depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia o anorexia son algunas de las enfermedades mentales con mayor incidencia entre la población española. De hecho, en nuestro país 4 millones de personas viven con algún tipo de trastorno mental y 6 millones de personas, es decir, el 15% de la población, lo padecerá a lo largo de su vida. “Son enfermedades que tienen tratamiento y que son compatibles con una vida normal”, asegura.
“Hay que superar esos paradigmas que asocian violencia a enfermedad mental”, explica la doctora López, “y la creencia de que las personas con trastorno mental no están capacitadas para trabajar, lo único que necesitan es formarse y recibir orientación laboral”. En Asapme se atiende a unos 500 enfermos. De ellos, en torno a 200 están inscritos en un programa de orientación laboral. “Ofrecemos una atención personalizada orientada a reforzar sus capacidades ya que muchos de ellos desarrollaron la enfermedad en edades tempranas y no pudieron estudiar ni acceder a un primer empleo. Ahora tienen que reinventarse, pero es posible hacerlo”, puntualiza.
Este año, 60 alumnos se han beneficiado de 1200 horas de formación que han favorecido la inserción laboral de 15 de ellos. Viverismo, jardinería, agricultura ecológica son algunas de las salidas profesionales más habituales. “Hemos detectado que los oficios basados en el contacto con la naturaleza son terapéuticamente saludables”, aclara. Otra oportunidad laboral para este colectivo la constituyen las profesiones relacionadas con TIC, las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Además, según Ana López, en los últimos años se ha registrado en Aragón un importante impulso a la contratación de personas con enfermedad mental. Para ello cuentan con la colaboración de organismos públicos como el INAEM, el Ayuntamiento de Zaragoza y la Diputación Provincial de Zaragoza; entidades sociales como FSC Inserta y Fundación Mapfre; los centros especiales de empleo Arapack (Aragonesa de Packaging,) StylePack y Anobium (Fundación DKV Integralia) y empresas como Plantae y Soldene. “Gracias a estas entidades llevamos a cabo la financiación de las acciones formativas, los convenios de prácticas formativas, derivaciones de personas a sus bolsas de empleo… etc.”, detalla.
Son datos esperanzadores para un colectivo que sufre el estigma de la exclusión social. Según Asapme, el 75 % de las personas con enfermedad mental afirman haberse sentido discriminadas en algún ámbito de su vida y, en concreto, un 44 % asegura haber sufrido algún tipo de discriminación laboral. Por eso, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Salud Mental esta asociación ha presentado en Zaragoza el documental #Di_capacitados, un trabajo que recoge el testimonio de vida de numerosas personas con enfermedad mental. “Se dan a conocer y se expresan de una manera que nos permite conectar y empatizar con ellos”, comenta.
