Los contagios de sífilis y gonorrea se disparan en Aragón con más de una decena de casos por semana

Los contagios de sífilis y de gonorrea repuntan con fuerza en Aragón para regresar a los niveles de hace 35 años, los previos a la extensión de las medidas de prevención e higiene en las relaciones sexuales derivadas de la reacción de la pandemia del sida, desatada a principios de los años 80.

La causa, según explican fuentes sanitarias, se encuentra en ambos casos en la relajación de las medidas de profilaxis y los mayores niveles de incidencia se dan en las capas de población de menor edad, lo que apunta a prácticas de cierto riesgo y a menores seguimientos de las indicaciones en materia de seguridad sexual.

Se trata de dos enfermedades de transmisión sexual que provocan secreciones purulentas durante varios días en el caso de la gonorrea y ulceraciones en la zona afectada por el contacto durante varias semanas en el de la sífilis, cuya bacteria causante puede permanecer varios años latente y volver a manifestarse.

Su frecuencia se había reducido a niveles mínimos en la comunidad, como en el conjunto del país, hasta que comenzó a acelerarse de nuevo a partir de 2019.

Más de un centenar de casos en solo diez semanas

Los datos sobre la transmisión de estas dos enfermedades de transmisión sexual que recoge el Boletín Epidemiológico de Aragón, con 74 casos de infección gonocócica en las diez primeras semanas del año, hasta mitad de marzo, y 38 de sífilis, suponen regresar a un ritmo superior al que se daba en 1987, cuando se alcanzaron los 437 casos en un proceso de desplome iniciado dos años antes y que dejaría las marcas por debajo de la centena entre 1993 y 2006.

La aceleración de los casos se ha intensificado en los últimos años, con tres ejercicios seguidos por encima de los 400 y una cadencia en los primeros dos meses y medio de este que, de mantenerse, se cerraría cerca de los 600.

La proyección de los 112 episodios diagnosticados entre el 1 de enero y el 13 de marzo para el resto del año augura un cierre del ejercicio con más de 580 contagios, un ritmo de transmisión que superaría prácticamente en un 40% al del año pasado, que se cerró con 421, de ellos 251 de infección gonocócica, un 43% por encima de las cifras del año anterior, y 170 de sífilis, en este caso con un crecimiento del 25%.

Alerta sanitaria tras superarse el “intervalo de confianza”

Para los primeros dos meses y medio de este año, en los que las cifras de contagios suman 74 de gonorrea y 38 de sífilis, la frecuencia de detección de la primera duplica la media del lustro anterior mientras la de la segunda los supera en un 65%, unos ritmos de expansión inquietantes y en mayor medida tras la progresión de los ejercicios anteriores.

En los dos casos el Boletín Epidemiológico recoge una situación de alerta con “más casos de los esperados” y claros excesos, mayor en el caso de la gonorrea, sobre el “intervalo de confianza”.

Aragón se encontraba hasta 2019, según los datos del Instituto de Salud Carlos III, en el segundo grupo de comunidades por incidencia, con Navarra, Madrid y Canarias y por detrás de Catalunya, Baleares, la Comunitat Valenciana y Euskadi en el caso de la gonorrea.

El cuadro epidemiológico era similar para la sífilis, con Catalunya, Asturias y los dos archipiélagos en cabeza y Aragón en un segundo escalón junto con Madrid, Comunitat Valenciana y Andalucía.

Un retroceso de más de tres décadas en profilaxis

Con todo, las incidencias de ambas patologías se encuentran por debajo de las medias estatales para los años en los que existen registros comparables de todo el territorio, aunque con escaso margen en el apartado de la sífilis, que alcanzó los 13 casos por 100.000 habitantes en 2019 en Aragón frente a un promedio español del 13,29%.

El margen era superior en lo referente a las infecciones gonocócicas, con un 23,1% en la comunidad frente a un 28,88% en el conjunto del Estado, en el que la frecuencia de la transmisión se había duplicado con creces en solo tres años.

Sin embargo, la situación está empeorando claramente en el caso de la sífilis, cuya incidencia se habrá disparado hasta el entorno de los quince episodios por cada 100.000 habitantes si se mantiene el ritmo del inicio del año, con el que regresaría al entorno de los dos centenares de infecciones, un volumen que solo se ha alcanzado en 1985 y 1986.

La incidencia de la gonorrea, cuyo registró cayó claramente en 2021 tras dos ejercicios de ascenso, repuntaría de nuevo en este año para regresar a cotas que no se daban desde finales de los años 80.