Federación de Pesca: “Sin perdón. Ni un voto del mundo rural ni del deporte a Podemos, PSOE y Ciudadanos. Jamás”
“Sin perdón. Ni un voto del mundo rural ni del deporte para Podemos, PSOE y Ciudadanos. Jamás”. En estos términos se dirige a sus asociados el presidente de la Federación de Pesca de Aragón, Víctor Otal, en una carta abierta colgada en la web de la entidad deportiva.
Otal se muestra enojado por el rechazo de esas tres formaciones a la propuesta del PP para legalizar la presencia y la pesca de especies invasoras como la trucha arco iris siempre que se encontrara en los cotos antes de 2007, un proyecto de reforma de la Ley de Biodiversidad que tenía como objetivo sortear el veto del Tribunal Supremo a la explotación, cinegética y económica, de animales como el arruí, peces como el back-bass, la carpa y la trucha arco iris y vegetales como la pataca.
El presidente de los pescadores, que se refiere a Podemos como “el partido más totalitario que he conocido después de Fuerza Nueva”, califica de “alta traición” el voto de PSOE y Ciudadanos, para los que pide “nuestro desprecio más absoluto”. “Por desgracia –añade-, no está tipificado en el código penal el delito de votar en contra de lo que se ha propuesto, defendido y prometido previamente. Debería”.
El concepto de la izquierda
Otal, que anima a los pescadores deportivos a “hacer un pequeño esfuerzo y no olvidar esto nunca”, señala, al “sanguinario Maximilien Robespierre” como el “gran dios” de Podemos y anota que “me irrita a niveles que podéis imaginar” que “ahora se sume a esa farsa el PSOE”.
Pese a esas expresiones, el presidente de los pescadores se define como “una persona profundamente de izquierdas” que ha vivido, por ese motivo, un episodio “especialmente duro” con el asunto de las especies invasoras.
¿Y qué entiende Otal por ser de izquierdas? “Significa barrer tu casita y procurar que te sobre un poco de tiempo para ayudar al vecino a barrer la suya, es decir, ser solidario, buena gente, nada más”, sostiene.
Veto estatal solo suspendido en Aragón
La sentencia del Supremo obliga a incluir varias especies en el catálogo de invasoras, lo que, en el caso de la pesca, conlleva que no se pueden repoblar cotos con ellas ni devolver al agua los ejemplares capturados vivos.
Esa resolución, y la reacción de oposición de los pescadores, provocó hace unos meses un tenso debate en las Cortes de Aragón en el que PP, PSOE, Cs y PAR coincidieron en que la catalogación de esas especies como invasoras iba a tener consecuencias en el sector turístico de varias zonas de la comunidad, si bien, en la práctica, la mayor parte de ese mercado, como ocurre en Caspe y Mequinenza, está en manos de grupos clandestinos.
En ese debate no salió adelante la propuesta del PAR para retirar del Plan de Pesca de Aragón para este año: el artículo que, siguiendo la tesis del Supremo, obliga a sacrificar a los ejemplares de especies protectoras capturados en ríos y lagos de la comunidad. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) suspendió su vigencia poco después.
Los planes del Gobierno de Aragón, en el aire
Mientras tanto, la votación del Congreso obliga de nuevo al Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad a rehacer sus planes.
“No se puede dejar sin regulación a todo un sector”, ya que eso “influiría negativamente en la totalidad del mismo y en los municipios afectados por dicha legislación”, sostiene el consejero, Joaquín Olona, en una respuesta a la diputada del PAR Lucía Guillén, que se interesaba por la retirada del plan.
La intención de Olona era recoger en el Plan de Pesca las modificaciones de la Ley de Biodiversidad que, hasta hace unas semanas, parecía que iban a salir adelante y que ahora se han quedado en agua de borrajas.
Salvo en Aragón, por una decisión provisional del TSJA, en toda España es obligatorio sacrificar los ejemplares de trucha arco iris, carpa y back bass y sigue estando prohibido devolverlos al agua con vida y utilizarlos para repoblar cotos.