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David Corellano (UNICEF Aragón): “Nos gustaría que también pudieran salir a la calle los niños de entre 14 y 18 años; siguen siendo menores”

David Corellano es el coordinador de UNICEF Aragón

Ana Sánchez Borroy

Zaragoza —

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El goteo de detalles y rectificaciones sobre cómo pueden empezar a salir a la calle este domingo los menores de edad ha tenido expectantes a los responsables de UNICEF Aragón, que venían manteniendo una posición de prudencia ante las decisiones del Ministerio de Sanidad. David Corellano (Zaragoza, 1972) es el coordinador autonómico de esta organización.

¿Qué os parece que los menores de 18 años no hayan tenido ninguna oportunidad de salir a la calle desde hace ya casi mes y medio?

Es una situación que está afectando a toda la población, pero quizá a los menores, que están muy acostumbrados a estar en la escuela, en la calle, con sus amigos... puede afectarles todavía más. Debemos recordar que se encuentran en su proceso de construcción como personas y una situación como ésta puede afectarles de una manera mucho más seria que a un adulto, que está mucho más formado y desarrollado. Todavía es muy pronto para evaluar de qué manera les está afectando el confinamiento. Lo que está claro es que, desde luego, es una situación complicada, que les va a afectar, de una manera o de otra, y no a todos de manera semejante. Es decir, no todos los niños y niñas están en la misma situación: hay niños que están en entornos más vulnerables de por sí y que esta situación de confinamiento les está afectando de una manera más grave, porque las condiciones de sus hogares son peores que las de muchos otros niños. Entonces, naturalmente los niños en situación vulnerable van a tener una afectación de carácter psicológico mucho mayor.

¿Debería haber habido algún sistema para que salieran de casa antes? Se ha hablado mucho de que sí se habían previsto paseos para las mascotas...

Partimos de la base de que lo que estamos viviendo no tiene antecedentes. Todo lo que podamos decir está basado en una nueva realidad, todavía no había habido ninguna experiencia en este sentido. Pese a que los niños y las niñas tienen unas necesidades concretas muy determinadas, que seguramente implican estar en contacto con otros niños de su edad y estar en los lugares que les corresponde, que es jugando, en el parque, en el colegio, y así lo hemos trasladado al gobierno; también debemos tener en cuenta que cuando las autoridades sanitarias toman estas medidas de confinamiento, que afectan de manera especial a los niños, es por algo. Ante eso, no podemos decir más que respetamos las decisiones del Ministerio de Sanidad. Evidentemente, lo que defendemos es que las necesidades de los niños se tengan en cuenta siempre que sea posible. En esta situación, sobre todo, ahora, que se está planteando el proceso de desescalada, de desconfinamiento, pedimos que se respeten las indicaciones de que los niños puedan acceder a la calle, aunque sea de manera muy controlada. Si todos, adultos y niños, necesitamos recuperar a la normalidad, en el caso de los niños todavía más.

¿Qué opinan del nuevo permiso para que los menores salgan a la calle a partir de este domingo?

Lo que hicimos desde el primer momento fue hablar con expertos, con pediatras por la parte de la infancia y con epidemiólogos por la parte de la pandemia, para saber qué recomendaciones hacer al gobierno. Se trataba de hacer compatible la salud con garantizar los derechos de los niños. En principio, lo que nos recomendaban los especialistas era que los niños pudiesen hacer salidas cortas. Nos parece bien el 1-1-1: una hora, un kilómetro alrededor de casa y acompañados de un adulto, cogidos de la mano, para evitar el riesgo de contagio, lógicamente respetando la distancia de seguridad de dos metros. Y, sobre todo, especialmente, al aire libre. En un principio, lo que se ha aprobado va en la línea de lo que nos recomendaban los expertos y de lo que, a nosotros, como organización, nos parecía más adecuado. Pero, aparte de todo esto, es necesario que se explique a los niños la situación en la que están: lo que pueden hacer, que entiendan el entorno en el que se desenvuelven para poder apelar también a su propia responsabilidad, en función de su edad, para que también ellos busquen su autoprotección.

¿Tiene sentido que los niños de entre 14 y 18 años sigan sin ninguna opción?

Había algunas demandas de expertos que hablaban de permitir incluso la circulación de mayores de 14 años, solos, con permiso de los padres. En este caso, se ha tendido a favorecer que los niños más pequeños, que son seguramente los que tienen una mayor necesidad porque tienen menos madurez. Con todo, a nosotros nos gustaría que también hubiese indicaciones para que los niños de entre 14 y 18 años pudieran salir a la calle; siguen siendo menores.

¿Prescindir del colegio durante estos meses puede agrandar la brecha de la desigualdad entre los niños según sus familias tengan más o menos posibilidades?

Sí, por supuesto. Ya sabemos que las desigualdades surgen a la hora de nacer, desde el momento en que naces en una familia determinada, y se reproducen o continúan durante el desarrollo. La escuela, en sí, es un elemento igualador. El hecho de que haya un colectivo de niños vulnerables que ahora está fuera de la escuela va a ahondar en esas desigualdades. Sobre todo, porque, con buen criterio, la actividad docente se ha intentado mantener con relativa normalidad gracias a las tecnologías, pero no hay que olvidar que precisamente los niños que están en entornos más desfavorecidos y en situación de mayor desigualdad son los que menos acceso tienen a los recursos informáticos. Por lo tanto, para ellos es más complicado acceder a las clases virtuales, a los deberes, tienen más dificultad para seguir las lecciones, entregar las tareas… y, en general, están en entornos en los que les es más difícil seguir el ritmo. Existe un riesgo claro que puede acentuar o acelerar esta situación de desigualdad. Por eso, desde Unicef hemos elaborado un documento en el que se recogen dieciocho medidas que tienen a disminuir el aumento de la brecha entre unos niños y otros.

¿Cuáles son esas medidas?

Pasan por el desarrollo de plataformas digitales que estén centralizadas, por intentar que todos los niños tengan acceso a recursos informáticos que les permitan seguir las clases... Se trata de fomentar la homogeneidad entre todos los niños, que no haya niños de primera y niños de segunda por el acceso a las herramientas necesarias para seguir las clases.

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